No existe la libertad en una jaula creada por ti mismo.

Capítulo 14: Un traidor está en nuestro medio

Ace estaba en guardia y sólo Marco y Thatch podían verlo.

Era como si Ace estuviera revisando rincones y sombras con tal ferocidad que solo vieron durante sus días de asesino. Rara vez se alejaba del lado de Luffy, casi más sobreprotector que antes, si eso se podía creer.

Marco organizó una intervención, asegurándose de que Luffy estuviera durmiendo seguro en la cabaña de Ace antes de comenzar porque alejar a Ace de Luffy era la receta número uno para enojar a Ace. Ace se sintió traicionado desde que recientemente organizó una intervención para Marco.

Ace estaba encerrado en una habitación con algunos comandantes, todos mirándolo con preocupación. Ace quería transformarse en llamas para huir, pero sabía que eso no funcionaría tan bien. La piedra marina con la que Izou jugueteaba amenazadoramente era prueba de ello.

Ace suspiró y se sentó en una silla, cruzando los brazos y las piernas, con los pies sobre la mesa. Estaban en una pequeña sala de reuniones sin ninguna decoración aparte de una mesa, un par de sillas y ni siquiera un mapa en la pared para darle vida.

"¿De qué se trata todo esto, muchachos?"

Marco levantó una ceja y Ace casi se encorvó sobre sí mismo, apartando la mirada de los ojos de Marco. Pero no lo hizo y guardó silencio. Marco suspiró, sentándose en la mesa frente a él, con la cabeza apoyada en un puño.

"Sabes por qué-yoi".

Ace frunció los labios y se golpeó el brazo con el dedo. Miró alrededor de la habitación y deliberó sobre el tema. Repasó los pros y los contras y tomó una decisión. Sabía que mantener este secreto sólo les haría daño en el futuro, pero era difícil decirlo. Que alguien en Moby tuviera suficiente malicia hacia Luffy como para hacerle sentir a Ace que era algo que nadie quería escuchar. Que uno de los suyos sentía que podía matar a Luffy. Ace negó con la cabeza, sabiendo que podía confiar en ellos y que no debía dudar de sus intenciones.

Ace miró los rostros de los comandantes y vio a Thatch, Marco, Izou, Vista y Namur. No pudieron traer a todos, así que debieron haber decidido quién tenía más posibilidades de hacer hablar a Ace.

"El otro día, en la cubierta, cuando Luffy y yo estábamos con Kotatsu, sentí algo".

Thatch abrió la boca para hablar, pero Ace lo interrumpió con un fuerte movimiento de cabeza.

"Marco, debes tener alguna idea sobre cómo nos criaron".

Marco vaciló, pero asintió, sin poner excusas. Ace suspiró, pero siguió adelante. Era un hecho ya que Marco era observador y cualquiera que observara su situación tendría preguntas. Ese lugar no era un buen lugar para mantener seguros a los niños, y Ace había visto más cadáveres de los que debería haber visto un niño de su edad. No tuvo una buena influencia en su niñes.

"Me lo imaginé, pero debes haber visto que, si no fuéramos fuertes, no habríamos sobrevivido. De todos modos, a través de los años, casi puedo conseguir un sexto sentido para Luffy si estamos cerca el uno del otro. Puedo saber si Luffy está en peligro ya que es un imán para los problemas. Y el otro día sentí algo".

Ace suspiró de nuevo y se quitó el sombrero de la mano para pasar una mano por su cabello negro. Ace miró a Marco a los ojos, férreo y terco.

"Sentí malicia. Se sentía como si alguien estuviera mirando a Luffy con la intención de matar. No me juzgues por proteger a mi hermano".

Marco frunció el ceño con fuerza e Izou estaba aplastando la piedra marina en sus manos. Los dedos de Thatch temblaron, gravitando hacia su espada. El bigote de Vista se torció, pero no ocultó su mirada atronadora. Namur flexionó sus manos palmeadas, casi luciendo tranquilo si no fuera por las gotas de agua que se formaban en su mano. Escuchar que uno de los suyos potencialmente apuntaba a la vida de Luffy, el chico que todos llegaron a amar y adorar como si fuera suyo, fue una piedra difícil de tragar. No dudaron de Ace, y Ace sintió un alivio profundo. Estaba tan feliz de que su tripulación confiara en él de esta manera.