05 | Deja de acosarme

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Caminaba con tranquilidad al ser bastante temprano, no tenía apuro de llegar al instituto

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Caminaba con tranquilidad al ser bastante temprano, no tenía apuro de llegar al instituto. La música que reproducía mis audífonos era tan alta como para ser lo único que escuchaba pero tan baja como para no dañar mi audición. Chasqueaba los dedos a la par de la canción mientras cantaba en un tono bajo los coros y algunas estrofas.

El día no estaba tan caluroso como siempre lo que cual era un alivio. La brisa fresca era amistosa con piel mientras ajustaba la correa de mi mochila en mi hombro, cada tanto saluda a uno que otro conocido o vecino hasta que mi vista chocó contra un gorro azul oscuro que se escondía en el callejón a un lado de la cafetería de la señora Elena. Si no fuera porque estaba relativamente cerca no lo fuera notado.

¿Era Harry?, Nunca lo había visto por el vecindario, más bien me vengo enterando de su presencia hace unas semanas. Con mi curiosidad más potente que mi conciencia la cual me repetía una y otra vez como un disco rayado que no fuera, hice todo lo contrario.

Con cuidado de que no me notara troté hasta estar un poco más cerca del callejón viendolo ahí recostado sobre la pared a un lado de los contenedores de reciclaje como si se estuviera escondiendo de algo o alguien...

Humo blanco salió de sus labios cuando los abrió proveniente de la cala que le habia dado al cigarrillo casi terminado entre los dedos de su mano derecha. Su cabeza estaba recostada sobre la pared mientras sus ojos estaban cerrados y repetía algo en voz baja una y otra vez que no podía llegar a escuchar con claridad.

Y como la suerte siempre estaba de mi lado - nótese el sarcasmo - un gato que no se de dónde salió caminó sobre mis pies con simpleza asustandome por el repentino contacto por ende solté un grito que seguro espanté a las aves que se alojaban en los árboles a cada extremo del callejón.

Me levanté del suelo. Sí, aparte de gritar por el susto y dejarme como una acosadora a mi misma me caí por una de las grietas de suelo. Mis ojos viajaron a dónde se encontraba antes Harry y ahora estaba vacío. Fruncí el ceño confundida cuando su voz resonó a mis espaldas.

- Deja de acosarme - su voz chocó contra la piel de mi cuello asiendome sentir un escalofrío. Sus frías manos cubrieron mi boca antes de que pudiera emitir algún sonido - no grites - sentí sus labios rozar levemente contra mi oreja.

Mi respiración era irregular y no sé si era por la gran cercanía que tenía por primera con un chico o si era por los dos sustos de muerte que sufrí el mismo día. Podía sentir su calor chocando contra mi espalda, su olor de cigarrillo y colonia masculina, su respiración chocar contra la fina piel de mi cuello mientras una de sus manos tapaba mi boca y la otra rodeaba mi cuerpo evitando que me moviera.

- ¿No gritaras? - su voz fue suave pero a la vez fría e indiferente confundiendome. Asentí levemente para luego sentir como me soltaba de manera lenta y suave, como si estuviera precavido de cualquier reacción de mi parte.

- ¿Por qué hiciste eso? - me alejé de él a una distancias prudente en la que pude dejar salir el aire que no sabía que contenía.

- ¿Por qué me espiabas? - elevó una ceja y no pude creer que por fin pude escuchar una palabra de Harry dirigida hacia a mí. ¿Acaso era emoción los rápidos latidos de mi corazon?, ¿Por qué estaba tan nerviosa?, Seguro era por los efectos de los sustos.

Los Juegos De HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora