Los Juegos De Harry

16 | ¿Por qué no te rindes?

Mi pecho subía y bajaba violentamente, mis piernas me impulsaba con toda la velocidad que tenía en mi cuerpo, lágrimas se deslizaban por mis mejillas y se las llevaba el viento.

<<Tenemos que sobrevivir, Dyland>>.

Mi oidos se llenaban con el sonido de las sirenas de las patrullas. Iba desmayarme en cualquier momento, la adrenalina colmaba mis venas.

<<Debemos escapar>>.

El sentimiento de dolor y desesperación nublaba mi mente. Ramas rasgaban mis pantalones, otras cortaban mis brazos con sus afiladas espinas.

La vida me había mostrado sus afiladas espinas con el propósito de hacerme caer de derrumbarme y de enterrarme bajo tierra donde nadie pudiese encontrarme.

En estos momentos mis heridas dolían más que mil balas enterradas en mi cuerpo.

Y no hablo de heridas físicas.

¿Nunca has sentido que mejoraste, que creíste al fin ver la salida de aquel cruel momento de tu vida, creíste al fin ser libre, creíste haber ganado pero entonces, caiste?.

Caiste en lo más bajo.

Caiste en un lugar donde nadie pudiera escuchar tus lamentos, tus gritos, tus súplicas de ayuda.

Nadie.

Absolutamente nadie te ayudó.

El mundo era una mierda, una mierda que solo se rie de ti cada que puede. Vivimos en un cruel mundo alejado de principios, de la sinceridad y la justicia. Un mundo donde todo es blanco o negro pero tú... Tu brillas más que eso, fuiste diferente y por eso mismo te destrozó.

Violaciones.

Canibalismo.

Asesinatos.

Suicidios.

Todos y cada uno de ellos son diferentes, son distintos pero todos vienen de una sola cosa.

Vienen del mundo.

El mundo que te vió nacer y que te quiere ver morir no importa si era física o mentalmente.

No le importaba.

Las violaciones muchas veces son porque según los culpables se sintieron provocados de forma sexual por culpa de la víctima.

El canibalismo se basa en aquel deseo impuro e inhumano de probar su misma carne sin hacerse daño a sí mismo, solo desgraciadole la vida a aquella persona que el mundo echó en su camino.

Asesinatos, el culpable solo tomó la vida de aquella persona diferente del blanco y negro asiendo la suya para siempre donde el mundo admiró hasta su último suspiro.

Suicidios, las víctimas de este cruel acto no soportaron ser diferentes, ser brillantes, ser único y el mundo solo los obligó a echarse al vacío.

Mi pregunta es; ¿Esto me pasará a mí?.

Estoy cansada, exhausta, harta y agotada de luchar, de correr, de huir, de ser perseguida y de ocultar me.

Quiero rendirme, quiero respirar, quiero soltarme de las cadenas que tanto tiempo me han mantenido apresada.

Al llegar al final del bosque una camioneta negra me esparaba, traté de ser más veloz para sacarme un poco de ventaja sobre las patrullas pero me era imposible, estoy al punto del colapso.

Aquel pelinegro abrió la puerta del vehículo y cuando ya casi estuve a un paso de entrar solo salté hasta él logrando entrar en el auto que arrancó como loco con rumbo a no sé dónde.