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—¿Y tú pareja, Osvaldo? No mames que otra vez no tienes pareja. —Se quejó su amigo.

—¿Pues que quieres que haga, mien? ¿Qué me saqué una novia del culo?

—Mínimo tráete a la Rivers, o a una prima, nomás andas solito en estos eventos.

—Como me choca venir a estás cosas, a huevo quieren que uno traiga pareja. —Bufó sentándose mientras se desabrochaba el saco y un poco la camisa. —Piensen en los solteros, caray.

—¡Primera llamada para el evento, todos estén atentos!

El evento iba a dar inicio en unos minutos, el más alto tomo un vaso de la mesa y se dispuso a servirse refresco con un poco de alcohol.

El DJ volvió a anunciar una segunda llamada para iniciar el evento, así que solo esperó sentado jugando con su celular.

—Oh, Mariana, ¿Otra vez no tienes pareja? —Se burló Ibai llegando junto a una bonita mujer y otra más joven que la primera. —No te preocupes, te trajimos una edecán para que no te quedes solo.

Eso molestó al chico, quién solo se levantó, intimidando un poco al otro con su altura.

—Ay ya a la chingada, ya me voy. —Dijo bebiendo lo último de su bebida y luego se dirigió a la salida aún con sus amigos pidiéndole que no se fuera detrás de él.

Pero no hizo caso y se fue.

Para cuándo llegó a su departamento, se quitó la ropa quedando en sus bóxers solamente. Y luego se acostó en la cama.

Se dispuso a mirar su celular para que le diera sueño y se durmiera, ya que como quiera se sentía cansado.

—Malditos, a huevo quieren que vaya con pareja, me puedo divertir solo, es mejor estar solo que mal acompañado. —Gruñía viendo las fotos del evento.

Pasó las historias de sus amigos, y salían los típicos anuncios entre historias, pero un anuncio le llamó la atención.

—¿“Playgirl in your area”? No mamen, el Pornhub ya llegó a instagram. —Se burló.

El anuncio solo mostraba un chat en un celular, en el cual alguien de nombre Playgirl.

Are you lonely?

Are you stress out?

You deserve some fun”.

Y luego aparecía la página de Playgirl. No quiso hacer mucho caso así que pasó otras historias, pero la curiosidad lo mataba, así que volvió un par de historias atrás para llegar al anuncio, y le dio click para ver qué pasaba.

Lo llevó directamente a la página Playgirl.com

Parecía una típica página de citas. Digo, no es como que él ya hubiera estado en esas páginas o algo así con otros nombres, pero se parecía mucho a lo que sus amigos le decían.

La página le pidió registrarse y confirmar su identidad, tras hacerlo, la página le mostró un mini tutorial de como usarla, y tras darle en omitir se dispuso a explorar la página.

—¿Playgirls en mi área? A ver. —Murmuró y se metió a esa pestaña.

De inmediato le salieron fotos de chicas, y comenzó a ganarle la culpa.

—No, ni de pedo, ésto está mal. —Murmuró cerrando la página para después apagar el celular y quedarse mirando el techo. —¿Pero y si...?

Encendió su computadora y tras buscar la página, iniciar sesión y poner en su biografía que no buscaba sexo ni nada parecido, que solo estaba ahí por curiosidad, se dispuso a buscar chicas lindas en su área.

—Me siento un desgraciado, pero ya ni modo.

Encontró una que otra, de las cuales se metió en sus perfiles, pero ninguna le llamaba la atención.

Hasta que entonces le llegó un mensaje.

—No mames, no mames. —Jadeó alejándose de la computadora. —Comportate Osvaldo, pareces teto y ni estás frente a las chicas.

Te damos la bienvenida a nuestra página, hemos seleccionado chicas que podrían ser de tu interés y que están cerca de ti ;)”

—Me vieron cara de urgido.

Aún así revisó las chicas que habían seleccionado para él, y las que concordaban con lo que él había puesto que buscaba en una chica.

Pero ninguna le llamaba la atención, y las que sí, no tenía la valentía de mandarles mensajes.

Suspiró apagando la computadora, quizás eso no era para él.

Eso hasta que una notificación de la página le llegó al celular. Tomó el celular y notó que era un mensaje de una chica.

“Hola :)”

—Ne, ha de ser una rarita. —Dijo pero entonces se metió al perfil y su expresión cambió. —Pero pues hay que darle oportunidad a las raritas.

Le respondió a la chica y entonces iniciaron una conversación, después comenzaron a llegar más mensajes de otras chicas.

Él se sentía soñado pensando que todas caerían muertas por él, y que cuando hicieran otro evento, él no solo llevaría una acompañante, sino cuatro o cinco, o seis, o siete.

Agradecía a instagram por ser un anunciante de todo.

PL4YG1RL | ElMarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora