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“¿Cómo?”

“Solo digo que sería mejor si hablamos por llamada, me gustaría escuchar tu voz.”

“¿No deberías estar yendo a tu evento?”

“¿Ya me estás corriendo?:(”

“No jajaja, ¿Por qué quieres escucharme?”

“Solo soy un señor de 40 con alopecia.”

“Me recuerdas mucho a un amigo, tienen casi la misma personalidad.”

“Kisieras.”

“Bueno, te paso mi número.”

“1234567890”

El chico inmediatamente salto en su lugar, celebrando porque al fin había conseguido el número de la chica.

Guardó el número y tras alentarse a sí mismo le llamó.

—Holis, ¿Qué hay? ¿Quién es? ¿Qué quieres?

—Mensa. —Se rió y la chica también lo hizo.

Hey, es la primera vez que te escucho, no suenas mal, hasta parece que pudieras cantar las del Chente Fernández. —Se burló.

—Si puedo, un día de estos te enseño como canto.

Orale, que honors. Oye, y... ¿Por qué ya no fuiste a tu evento? ¿Estaba muy aburrido o de plano no quisieron que fueras sin pareja?

—La realidad es que se ponen mamones, ya les he dicho que no quiero llevar a nadie y aún así se esfuerzan en hacer eventos que tengan que ver con parejas. —Bufó con molestia.

—Que malos amigos, los amigos no deberían hacer cosas que tú no quieres hacer. No se supone que deba decirte esto, pero digamos que Playgirl no salió porque fuera una gran idea.

—¿Entonces?

—Digamos que yo no fui una buena amiga, y lo entendí hasta años más tarde. No soy chismosa pero ahí te va el chisme, ponte cómodo porque va para largo.

—Estoy cómodo.

Pues mira, era dos mil diecinueve cuando tuve una amiga, ella nunca conseguía parejas, no tenía novio, nadie le llamaba la atención y viceversa. La cosa es que por un proyecto que teníamos en nuestra escuela, decidí hacer una página de citas, y usé a mi amiga como conejillo de indias y uno que otro chico de la escuela para que la página funcionara. Ella no quería hacerlo porque se sentía bien sola, pero la obligué y ahora está felizmente casada.

—¿Me estás diciendo que si me obligan seré feliz?

Puede, digo, a ella la obligué y ahora está casada, esperando a su primer bebé. Y quién quita y tú por ser obligado por tus amigos también consigas a alguien que te haga feliz.

PL4YG1RL | ElMarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora