Sinopsis

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Se mueve con decisión, lentamente al compás, nuestros pies rodean el salón en una especie de círculo invisible, la tensión en el ambiente me acelera el corazón y sus ojos mirándome con esa cara de suficiencia me llena de ira.

No, no, ira no.

Niego lentamente mi cabeza tratando de retirar ese sentimiento y llamando a mi calma con fuerza, donde sea que estuviera en este momento.

El aprovechó mi distracción para acercarse, espabilé, el latigazo que sentí en la espalda me activo los sentidos. Otra vez no.

Intento darme de relleno en la cara, casi caí al suelo, pero seguí de pie, de frente a su tranquila estatura, ¿Por qué tenía esa cara? ¿acaso no representaba una amenaza para él?

-No quieres que vaya a buscarte- dijo al notar que yo solo evadía y me alejaba- ven.

Yo puedo con él. Soy fuerte. Tengo que ser fuerte.

Una, dos, tres veces ese mismo pensamiento y mis pies seguían sin acercarse.

Pareció no aguantarlo más y se aventuró a mi encuentro, mi respiración empezando a asimilar el hecho, Golpe derecho, patada.

Evadí su ataque y le pegué de relleno en la cara. Uy. Eso pareció molestarlo pues no me di cuenta en qué momento mi cabeza toco el piso con el movimiento brusco que el emitió y ahora estaba encima de mí, reteniéndome.

- ¿te crees muy fuerte? - estaba agitado, si, por el esfuerzo físico que acabábamos de hacer, pero no sonó ni la mitad de lo que estaba yo, su cabello le caía por los lados y algunas gotas de sudor adornaban su frente, en ese momento solo pensé que no quería que me callera alguna en el rostro.

- ¿lo sería si no lo creyera? - dice en respuesta mirándole a los ojos. Su agarre se aflojo, pero su respiración dejo ser controlada y empezó a incrementarse lentamente, me dolía la espalda en esta posición y solo quería esperar que se levantara porque de ninguna manera iba a aceptar que me había vencido, otra vez.

-Foster

Dejo de mirarme a la cara y se concentró en la persona que había dicho su nombre.

Se incorporo al reconocerlo y no dijo ni una palabra, se alejó dejándome tendida y más que decepcionada enfadad conmigo misma.

Vamos, no era la primera vez que lo hacía y todavía no era capaz de acercarme, a ella eso no le gustará.

Suspire.

Necesitaba un baño.

Volteé mi cuerpo de costado y no me levante del piso. Solo cerré los ojos mientras escuchaba la pequeña conversación que tenía mi hermano con el instructor del palacio.

El piso estaba frio. Que delicia. Después de la patada en el ego que Foster acababa de darme, no quería pararme para soportar el peso de mi vida.

-¿Gen?- La voz de Anthony no me hizo abrir los ojos.

Un poco más...

Escuché pasos acercarse y solo me preparé mentalmente para aferrarme al suelo, pero después todo fue silencioso, no lograba escuchar nada a mi alrededor, ¿se fueron y me dejaron aquí?

Abrí un ojo, solo uno y muy poquito, para encontrarme a Anthony con una bola de agua en las manos que no dudo en arrojarme cuando escasamente lo visualice por completo.

Apenas el agua hizo contacto con mi piel, se evaporo. Ni siquiera me cubrí, solo estaba un poco sorprendida por su imprudencia.

-¿pero qué..?- al incorporarme quería mirar directamente a mi hermano con toda la intención de gritarle por intentar mojarme, pero mientras mi atención divisó a madre en el fondo del pasillo sentí como el gesto perdía su forma y me palidecía el rostro.


Es mi tarea de castellanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora