CAPICÚA

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Esperaba que el peso de mi mirada fuera suficiente gota que derramara el vaso, pronuncie menos palabras de lo normal con la única intención de que notara que me pasaba algo raro.

La notaba nerviosa y extrañamente callada, eso no era normal en ella, le preste más atención de lo habitual para ver si alguna expresión de su rostro me decía que había notado mi comportamiento distinto, pero no me miro a los ojos, tenía la mirada perdida y no emitía palabra, creo que nunca hemos pasado junto a Prudence sin reírnos de ella hasta hoy, nuestro silencio era fúnebre, algo que me hizo sentir inquieta. yo tratando de asustarla a ella y ella me asusta a mí.

-Paso algo- le dije mirándola por el espejo mientras intentaba arreglar mi cabello liso, no se tensó, ni me devolvió la mirada, hubiera pensado que no me había oído si no me respondía.

-¿te paso algo?- fue lo único que respondió, estaba claro que no quería hablar del tema conmigo, porque era más de evidente que no me refería a mí, sino a ella, y la verdad con esa respuesta me resigne a ello, no iba a obligarla a hablar, a mí no me gusta cuando intentan eso conmigo y si me hubiera querido decir algo, ya lo hubiera hecho.

En su lugar suspire dejando zancado el tema. Me acomodé en el asiento de mi tocador y volví a mirarla por el espejo.

-Siento que te aprecio- eso si la hizo detenerse y verme a la cara, algo que no había hecho.

-¿Por qué?- fue lo único que respondió suavemente.

La mire con una ceja encarada.

"¿Por qué?" mi conciencia se burló de su respuesta con una sonrisa, esperaba algo como un "Lo provoco en todas las personas" pero veo que hoy está un poco apagada.

-No se explicar muchos de mis sentimientos Eli, solo sé que es así- le regale una sonrisa.

Eli siempre ha estado conmigo, limpiándome, cubriéndome, levantándome y vistiéndome, pero sobre todo siempre estaba escuchándome y aconsejándome, era como una hermana mayor y verla en ese estado me angustiaba, quería hacer algo al respecto.

Me levante del tocador.

-Acompáñame- le dije mientras la tomaba de la mano y la arrastraba hacia la puerta.

-No, no, ¿Qué estás haciendo? – Agitaba el peine con el que me estaba peinando como símbolo de resistencia al ver que mi intención era salir de la habitación, bufé.

Apenas si eran las 9 de la noche.

Bueno no estaba segura, pero más tarde no podría ser.

Me asome por el corredor a ver si lograba detectar algo más que las pequeñas antorchar que alumbraban la oscura noche. No había nadie cerca, si no contábamos a los guardias de las esquilas en turno.

Sali confiada, arrastrando a Eli del brazo con dirección a las escaleras del ala este, mire a aquel chico con semblante robusto y expresión desafiante antes de acercarme, ponerme justo frente a él y buscar su mirada, el me detalló, miro a Eli de mi mano y asintió cuando gire mi cabeza en dirección a la escalera estableciendo mi propuesta tacita.

Yo también asentí y le di una pequeña sonrisa al tener de mi lado su silencio. A pesar de todo, me gusta estar rodeada de estas personas, o es lo que me digo a mí misma para responder a la necesidad de encontrar algo de lo que sentirme agradecida en mi vida.

Noto como Eli le da una mirada incrédula al que yo suelo llamar "cómplice" -en mi cabeza- y eso solo provoca una sonrisa más acentuada en mi rostro.

-Pequeña escurridiza- me riñe subiendo las escaleras más rápido que yo con una expresión de alegría, ya sintió la adrenalina en su cuerpo y notarlo me motiva a subir las escaleras corriendo, me alegra que este aceptando mi propuesta.

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2023 ⏰

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