Uzui creyó que sería buena idea ser un maestro de intercambio en otra escuela, en cuanto Kagaya se lo propuso no dudó en aceptarlo. Aunque... Pese a ello, en realidad no esperó encontrar cosas "extravagantes"; por lo menos no hasta que te conoció de...
Uzui te hizo una petición en cuanto tus lágrimas pararon, asentiste y obedeciendo tus ojos se encontraron con los suyos. Sigues sintiéndote mal y es difícil hablar.
—Es importante que me digas cuánto te falta para ser mayor de edad, _______.
Tus lágrimas volvieron a salir, tu profesor suspiró, creíste que ya se había enojado. Tu llanto se hizo más fuerte, querías abrazarlo y refugiarte en él, pero ese suspiro formó un lío entre lo que quieres hacer y lo que piensas. Tengen no quiso acercarse tanto para mantener todavía esa línea entre los dos, pero tampoco soporta el hecho de que estés llorando sin parar; no porque lo moleste, sólo que no sabe qué hacer sin que se considere ilegal. Si tú no cooperas no podrá hacer mucho, pero también entiende por qué eres tan sensible a las reacciones de las personas.
Es difícil pedirte que confíes en él, no es así de fácil.
—Tú y yo sabemos la razón de mi pregunta —insistió poniendo su mano en tu cabeza. —Es para que sepa cuánto puedo hacer por ti.
No quieres verte patética frente a él, lo has estado ocultando este tiempo. Te has esforzado porque Hamai y Mimi no le digan a nadie, recuerdas las palabras de tu madre diciendo lo estúpida que eres para querer terminar tus estudios y más cosas. No quieres que tu profesor; la única persona en la que puedes confiar piense igual que todas esas personas por no cumplir con las expectativas que tiene la sociedad para las personas como tú.
—No quiero... —pronunciaste en un murmuro.
Algo bajo, pero Uzui lo escuchó.
—No quiero que usted piense cosas malas de mí igual que los demás, ya me veo patética, no quiero decepcionarlo...
Te comenzaban a doler los ojos de tanto llorar, tu piel también comenzaba a arder de tanto que limpiabas tus lágrimas. Eso confundió más a Uzui, es normal que en el grado que vas necesites tener buenas calificaciones, pero tampoco te va tan mal.
Entonces eres tú quien está diciendo cosas que bien podrían llevar a muchas conclusiones.
—Si me lo dices voy a ayudarte —habló. —No vas a tener que estar sola, pero hay cosas que no puedo hacer porque pueden verse mal para los demás y aunque no lo parezca tengo moral.
Lo miraste, diste un gran suspiro.
—...
Lo dijiste tan bajó que pareció que tus labios se movieron sin emitir ningún sonido.
—No te escuché, ________. ¿Podrías decirlo más fuerte? O hazlo con tus dedos, así —te enseñó cómo.
Esa simple acción te hizo reír.
—Usted no es tan viejo, profesor.
De tu boca salió un comentario sarcástico que también le hizo reír, habías parado de llorar un poco.
Buscaste valentía de alguna manera, Tengen tiene razón, si no sabe más de ti entonces no podrá ayudarte y parece ser que en serio quiere ayudarte. Levantaste tus manos formando el número con las dos. Volteaste a ver a otro lado porque no querías ver la decepción que habría en su cara.
—Bueno... Es totalmente inesperado.
Lo miraste.
—¿Lo decepcioné? —preguntaste. —He escuchado miles de comentarios sobre esto, es un secreto que sólo saben Hamai y Mimi...
—De hecho me alegró —Uzui rió. —Ya no tengo que preocuparme demasiado. Ahora...
Uzui secó tus lágrimas, su tacto te hizo tragar saliva.
—¿Quieres continuar con esto? Me refiero al dibujo —se alejó. —Mira, no soy bueno en esto, no sé cómo apoyarte y tal vez sería mejor para ti si te distraes. Después de todo no quieres volver a tu casa, ¿verdad? Podrías contarme un poco más de ti con lo que te sientas cómoda y dime si hago o digo algo que te haga sentir mal.
Está claro que Uzui de un momento a otro se puso lo suficientemente raro como para decir algo así y con ese tono. Es sólo que el alivio que sintió no se compara a ese extraño sentimiento dentro de él.
—Me siento cómoda con usted. Incluso cuando me toca no me siento igual a cuando la pareja de mi madre me tocó... —desviaste la mirada. —Puedo ser honesta con usted. Insistió porque sabía que es algo que nos ayuda a los dos.
Dices cosas tan incómodas de manera tan natural que a Uzui realmente le aterra saber si esos comentarios no tienen doble connotación.
—¿Cuándo te tocó? —preguntó.
—Ah... Esto —le mostraste los moretones. —Lo hizo mi mamá porque su novio le dijo que fui grosera con él, pero en realidad huí. Había salido de bañarme y... Dijo que debía ser como mi mamá entonces me besó.
El mayor no dijo nada, sus brazos te rodearon y de repente tu cara quedó pegada a su pecho. Una pequeña sonrisita apareció en tu rostro, también lo abrazaste con fuerza mientras llorabas, ya no hacías ningún ruido, sólo llorabas; pero no era por nada más que felicidad. Nunca creíste que podrías contarle algo así a alguien, incluso te sentiste mal por haber llegado a pensar que tu profesor de artes podría utilizar esto para chantajearte como lo hicieron Hamai y Mimi. Uzui no es así, no lo conoces, pero por lo menos no lo es contigo.
En cuanto a Tengen lo único que podía hacer era abrazarte, no sabe qué decir, no la tiene tan fácil. Que hayas respondido a su pregunta lo dejó más tranquilo, pero no sabe cómo ayudarte en realidad. Eres frágil, preguntas cosas y las dices de manera inocente como si fuera algo normal aún si son malas. Pudo sacar deducciones sobre la profesión de tu madre, entender porque sólo hablas de ella y no de tu padre, pero no sabe qué hacer ni qué decir. Es difícil, quiere protegerte porque claro que te tomó aprecio, aunque su sentir hacia ti sea algo más como pena, te aprecia.
Uzui quiere salir un momento para hablar con Kyojuro y pedirle consejos, su situación no se compara nada con la que está viviendo, pero aún así; él probablemente manejaría mejor la situación. Uzui sólo quiere insultar y decir cosas malas de tu madre, su pareja y tus amigas, pero aunque tú no lo veas mal, no quiere que tengas esa imagen o recuerdo de él.
—Con usted me siento bien, Uzui —te alejaste para tomar un lápiz y comenzar a dibujar.
—Es bueno que así sea —respondió.
—Es algo que nunca antes había sentido.
—Comprendo el porqué, no has tenido una buena vida —un suspiro salió de su boca.
—Hum...
Dejaste de hablar, hiciste un puchero que él no pudo ver.
Tengen no lo sabe, pero tienen un problema más agregado a su lista.
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HOLA DE NUEVO JIJIJI
AY DIOS Que emoción tengo, aún cuando dejé de escribir aquí en Wattpad, seguía pensando en esta historia
Hay cosas inesperadas, lo que se viene a continuación y cuando haya lemondioss Lo mejor es q ya puedo hacerles lemon más reales, aAAAAA
Estoy emocionada Xfa comenten que es lo que me anima a seguir, de verdad
Y muchísimas gracias por seguir leyendo, me pone tan feliz
