Sin un núcleo dorado, era inevitable que Wei WuXian fuera el primero en sucumbir al paso del tiempo. Estaba rodeado de sus seres queridos mientras descansaba en los brazos de su alma gemela. A-Yuan, Jin Ling, todos los discípulos de Cloud Recesses...
Esta historia se basa únicamente en la línea de tiempo del donghua y la novela. Pase lo que pase canónicamente en CQL o The Untamed que sea diferente, haré como si no existiera aquí.
A continuación, Jiang Cheng y Wei WuXian se llamarán "hermanos" en su punto de vista o en sus pensamientos con frecuencia. Soy plenamente consciente de que no son hermanos en el sentido real porque Wei WuXian nunca fue adoptado, pero escribir mil veces sobre hermanos marciales o discípulo mayor/discípulo más joven será bastante tedioso, así que no me ataquen si uso la palabra "hermanos" en este fic.
También verás a los personajes principales redimirse un poco. Estos incluyen personajes controvertidos como Jiang Cheng, Meng Yao, Yu ZiYuan y Xue Yang. Si sientes un odio inexplicable por estos personajes y no deseas verlos escritos de manera positiva, entonces esta historia no es para ti. Del mismo modo, si deseas ver a estos personajes escritos ÚNICAMENTE de manera positiva, esta historia tampoco es para ti. El viaje en el tiempo no curará milagrosamente todos sus defectos, pero al final madurarán y se convertirán en "mejores" personas.
La trama completa ya está escrita; sólo necesito tiempo para editarla y poner todo en palabras. ¡Espero que disfruten esta historia!
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Wei WuXian no temía a la muerte.
Nunca lo hizo.
Ya fuera durante la Campaña Sunshot, el primer y segundo asedio de los Túmulos Funerarios o el enfrentamiento en el Templo GuanYin, siempre dio la bienvenida a la muerte.
La muerte era igual al silencio. Paz. Una pizarra en blanco. Era hora de que él simplemente fuera libre. Flotar en una oscuridad infinita. Sin responsabilidades, sin repercusiones y sin resentimientos porque, aunque el Patriarca YiLing respiraba y vivía en ello, Wei WuXian era demasiado desinteresado para dañar a nadie más que a sí mismo.
Por eso no temía a la muerte, las consideraba unas vacaciones largas y tranquilas.
Ya había muerto una vez. Y aceptaría fácilmente la muerte nuevamente si esta pudiera proteger a sus seres queridos.
Pero esta vez, su muerte no fue un acto supremo de autosacrificio. No lo obligaban a elegir la muerte. El mundo no se derrumbaba ni ardía a sus pies y no había ninguna obligación o culpa que lo engañara para salvarlo.
Su tiempo simplemente había llegado a su fin.
Sin un núcleo dorado, era inevitable que Wei WuXian fuera el primero en sucumbir al paso del tiempo. Había visto a todos conservar sus figuras juveniles mientras él se marchitaba, poco a poco, hasta convertirse en sólo un caparazón de sí mismo.
