La espera del príncipe (Zosan/Lawlu)

Prologo

Ese momento quedó grabado en los ojos de cierto rubio de ojos azules, quién tenía el rol de cocinero en la tripulación llamada—Sombreros de paja—. Su capitán medio muerto en el suelo, el Shichubaki con almohadillas en las manos dirigiéndose a él una vez más. Ese Kuma intentaba dar el golpe final a Luffy y éste ya no se podía mover. Sanji corrió lo más rápido posible gritando el nombre de su adorado amigo pero él fue más contundente. Zoro malherido por la pelea grito al hombre que cazaba piratas, como él en su tiempo. Entendió que esa pelea era imposible al darse cuenta que al que se enfrentaban no era humano completamente y además tenía la fuerza de la fruta del diablo. Parecía razonable por lo que entornó los ojos, sabía que la marina le buscaba desde que se convirtió en pirata, más por traición a ellos que por pirata. Por ello lo aprovecho, recitando su nombre y se arrodilló ante aquel ser antes de que tocará a su capitán y más importante para él; antes de que aquel cocinero pervertido entrará en escena. Había oído su grito y sabía que se dirigía hacia allí, no podía dejar que aquel hombre se enfrentará a esa bestia. Estaría muerto. —¡Roronoa Zoro ofrece su vida ante la de su capitán! El cibor paró en seco y se giró mirándolo, no entendía tal encomiable momento pero él también fue pirata. Le miró fijamente y sonrió con suavidad al verle. 

 —¿Y como sabes que después de matarte a tí no lo haré con él? —Porque sigues siendo un pirata, tenemos nuestros códigos.

 —Esta bien. —admitió aquel ser mientras cogía a luffy con una mano. 

—No le haré nada a tu capitán, cumpliré mi promesa pero antes de eso tienes que aceptar el infierno que él ha sufrido por ustedes. 

 Tras decir eso coloco una mano en el pecho del moreno y comenzó a sacar todo el dolor físico de su cuerpo, la bola cada vez era más grande. Cuando sanji llegó no podía creer todo lo que acumulaba su capitán y aún seguía. El chico escucho la renuncia del espadachín pero el no se iba a dar por vencido. Se puso delante de Zoro y frunció el ceño. —Ni te pienses que voy a dejar que hagas eso, con tus heridas no sobrevivirás. —dijo preocupado el cocinero —Pero Luffy sí y el se convertirá en el rey de los piratas. —le explicó poniendo una mano en su hombro. Su agarré fue firme pero su mano temblaba, Sanji se dio la vuelta y vio el miedo a la muerte en los ojos del cazador. Puso su mano por delante de su pecho como haciendo de barrera, aquella cosa había salido por completo de su compañero y no quería que aquel marimo estúpido se acercara. Zoro suspiró al ver aquello y le cogió del brazo alzándolo con cuidado para ponerse enfrente suyo, con una leve sonrisa se acercó a su oído y susurró. —Nunca te lo dije pero siento que es el momento. Te admiro Sanji pierna negra. Fue un placer navegar contigo, cuida de Luffy — Tras esa despedida se alejó un poco, como era evidente Sanji no le quiso dejar ir por ello el peliverde le dio entre la clavícula y el cuello. Lo dejo desmayado y lo apartó de todo ello acariciando por lo que pensó que era la última vez, su cabello. —Lo siento Sanji, esto termina antes de empezar. Te quiero... Dicho aquello cogió valor, dejo sus espadas al lado del chico y miró al Kuma. Este le específico que ese era todo el dolor físico de sus batallas en esa isla y Zoro trago saliva. Pensó en Kuina y en sus amigos. Se despidió con un susurro y metió las manos de una para comenzar a gritar, el dolor era mucho más de lo que un humano común podía soportar. Su ropa comenzó a hacerse girones, su piel se desgarraba de dolor pero su mente estaba clara en su objetivo conseguiría tener todo aquel sufrimiento para que Luffy sobreviviera. Lo consiguió, Kuma lo vio sorprendido y cumplió su promesa, se fue de allí dejando a Luffy vivo y a Zoro chorreando sangre a punto de la muerte, mirando a un punto fijo y sin poder moverse. Sanji despertó y se quejó de su cuello, fue a reñir con aquel cabeza de alga pero al verlo así su mundo se cayó a los pies. ¿Como podía ser? 

 —Zoro ¿Que paso?—Pregunto alarmado sin saber si seguía vivo —

Nada, no pasó nada. —susurró común hilo de voz antes de caer desmayado hacia atrás.

 —¡Zoro! —grito desesperado el rubio para luego mirar al rededor. Vio dos cuernos conocidos por lo que grito de nuevo. —¡Chopper, Zoro se muere!