Capitulo 13

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Las clases habían terminado y después de estar con mis compañeros conviviendo un rato me quedé afuera de la escuela esperando el trasporte

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Las clases habían terminado y después de estar con mis compañeros conviviendo un rato me quedé afuera de la escuela esperando el trasporte

—Lea —llamo mi atención una voz conocida para mí, me gire y ahí estaba Stiven frente a mi recargado en el auto de sus papás, sus jeans azul marino, una camisa blanca, y sus tenis blancos, en su mano sostenía una rosa

El comenzó a caminar hacia mi, aún nuestras miradas estaban unidas
—Sorpresa —dijo estando a unos centímetros de mi

—No esperaba verte aquí —dije sonriendo y el me dio un pequeño beso en la mejilla

—Hoy salí temprano y decidí venir a verte —hablo

Stiven me invitó a salir un rato, nos subimos al auto y empezó a conducir, había dicho que era una sorpresa a dónde me llevaría

Después de ir escuchando música y estar cantando llegamos a un parque, el se bajó y abrió la puerta del auto para que yo bajara

—Dice una canción de Alex Zurdo que un caballero no solo abre puertas también abre biblias —dijo y saco una biblia de un compartimiento del auto

Yo sonreí ante lo que dijo y de la parte de atrás del auto saco una canasta, entramos al parque, me tomo de la mano y nos sentamos bajo un árbol

De la canasta saco un mantel y entre los dos lo pusimos, saco unos sandwiches, un jugo, platos, vasos y una gelatina

—Pense en hacer algo romántico y recordé que hace como un año me dijiste que nunca habías hecho un picnic —dijo y sonreí al saber que recuerda algo tan insignificante que le dije

—¿Por qué estamos aquí? —cuestione y el sonrió, su sonrisa era tan hermosa

—Estamos aquí por algo importante y ya le avisé a tus papás que estás conmigo —dijo y sonreí, me sirvió un vaso de jugo y un sándwich, el también se sirvió y empezamos a orar por los alimentos

—Primero comemos y después leemos la biblia ¿Te parece? —dijo cuando terminamos de orar y asentí, empezamos a comer y tomarnos fotos me sentía tan segura a su lado, podíamos hablar de cualquier cosa y no me sentía incómoda y le podía contar cualquier cosa porque el entendía ese amor que siento por Dios y se que el también lo siente

Después de comer platicamos un poco sobre las universidades y lo que se venía en la iglesia

—Puedes usar mi biblia y yo uso está —saco otra biblia de la canasta —puedes buscar Colosenses 3:23 —dijo y asentí, sabía que ese versículo me lo había dado mi tío cuando me pidió que fuera la líder de danza, al abrirlo estaba subrayado en verde

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