Desde que supimos que a Chaewon le quedaba solamente una semana de vida, Hanni y yo nos convertimos en el consuelo de la otra.
Esa semana no había ido a trabajar y ambas hermanas tampoco iban al colegio. Para Eunchae, era algo así como vacaciones semestrales, mientras que para Hanni, era la peor semana de su vida y nada cambiaría aquello.
Chaewon le había pedido a Sakura y Kazuha, nuestras mejores amigas, que llevaran a Hanni y Eunchae fuera de casa cuando el último día de esa semana se acercaba, y así lo hicieron.
Hanni estaba completamente en contra de eso, no quería ir a casa de las japonesas y fingir que estaba bien mientras que su madre moría en el apartamento donde había vivido tantas cosas junto a ella.
Yo también estaba en contra de eso. Tener que mentirle a Eunchae durante tres largos meses me hacían sentir como la peor persona del mundo, y tener que mentirle diciendo que iría a casa de Sakura y Kazuha por una remodelación en el apartamento cuando realmente su madre moriría ese día, solo me hacía sentir muchísimo peor.
Hubiera dado mi vida entera para que Chaewon decidiera hacer el tratamiento que le daba la oportunidad de sobrevivir hace dos meses, pero supongo que estaba demasiado cansada para hacerlo.
Y realmente, Hanni y yo no éramos nadie para obligarla a aquello.
El día antes de la muerte de Chaewon y el último día en el que Hanni y Eunchae verían a su madre con vida, habíamos ido a una playa bastante desolada de la ciudad, ya que Chaewon amaba la tranquilidad de la playa.
Mientras que Eunchae corría en la arena buscando pequeños caracoles para darle a su madre, Hanni estaba en medio de Chaewon y yo abrazada a Chaewon como si su vida dependiese de eso. Posiblemente, solo quería sentir el calor físico de su madre por una última vez.
- Mamá, ¿vendrás a verme en mi graduación? - preguntó la pequeña azabache abrazándose todavía más al cuerpo de su progenitora mientras pequeñas lágrimas corrían por sus mejillas.
Podía sentir un nudo formandose en mi garganta, al igual que la fuerza que Chaewon trataba de hacer al abrazarla.
- Si, corazón. Siempre estaré junto a ti, incluso si tú no puedes verme. Así esté en otra dimensión, voy a cuidar de ustedes tres como lo hice durante el tiempo que pude.
Mi corazón no soportó más y me fuí. Caminé algunos minutos por la orilla de la playa desahogandome, mientras escuchaba a Eunchae detrás mío tomando más caracoles y contándolos. Al parecer, quería hacerle un collar a Chaewon con aquellos caracoles.
Solo que, posiblemente nunca iba a poder entregárselo.
Cayó el atardecer y tomé a Eunchae en brazos para llevarla a donde se encontraban todavía Hanni y Chaewon.
Luego de una hora en silencio de camino, ya que Eunchae y Hanni se habían dormido, llegamos a casa. Al entrar, Chaewon caminó como pudo hasta el sofá para sentarse, llamando a Eunchae para que se sentara con ella y nos hizo señas a Hanni y a mi para que fuéramos a alguna otra parte.
Hanni había ido a hacer su mochila, porque Sakura y Kazuha dentro de poco llegarían para llevarlas. Yo me quedé cerca de la sala de estar arreglando nuevamente todo lo que habíamos llevado a la playa y desinfectando las cosas que Chaewon tocaría luego, aunque ya no tenía caso. Igual iba a morir dentro de algunas horas.
Chaewon no le decía nada a la pequeña, solamente la abrazaba contra su pecho y Eunchae se dejaba.
Poco tiempo después, el timbre sonó indicándonos que Sakura y Kazuha estaban afuera. Eunchae rápidamente se separó de los brazos de su madre y corrió a la puerta, preguntando quien era, cuando escuchó los nombres abrió y se abalanzó contra el cuerpo de Kazuha para abrazarla.
- Eun, ve a cambiarte esa ropa y déjala en el cesto. Cuando termines busca a Hanni y vuelven - ordenó Chaewon tomando una profunda respiración entre cada seis palabras.
Tal como Chaewon dijo, Eunchae fue a su habitación y cerró la puerta de un portazo. En otro momento, Chaewon la hubiese regañado diciéndole que tuviera más cuidado, pero se encontraba demasiado ocupada abrazando a su mejor amiga, que lloraba en su hombro.
- Cuiden a Yunjin y a las niñas por mi, por favor.
La sala de estar se hubiese quedado en silencio absoluto de no ser por los sollozos de ambas japonesas y los míos.
Poco tiempo después, Hanni y Eunchae volvieron a la sala. Hanni se rehusaba a separarse de los brazos de Chaewon y, por la mirada de Chaewon, creo que ella pensó en hacerla quedarse.
- ¡Han, vamos. Sabes que no puedo dormir si no estás cerca! - dijo Eunchae, tirando suavemente de la sudadera de su hermana. Esa fue la única manera en la que Hanni se separó de Chaewon.
- Te amo, mamá. Nunca voy a olvidarte.
Luego de aquél susurro que rompió mi corazón, Hanni se secó las lágrimas y se volteó para salir del apartamento rápidamente siendo seguida por Sakura, que estaba igual que ella al saber que perdería a su mejor amiga de toda la infancia y que ningún tratamiento lo hubiese cambiado.
- ¡Hasta el sábado, mamá. Te amo mucho! - Eunchae se despidió efusivamente abrazando a Chaewon y dejando un beso en mi mejilla, para luego salir de la mano de Kazuha.
Me senté a un lado de Chaewon y le tomé con cuidado para dejarla sobre mis piernas, abrazándola fuertemente mientras sentía un río de lágrimas ser expulsadas de mis ojos.
Por primera vez en esos tres meses, escuché a Chaewon llorar. Finalmente aquella fachada de fuerza se había quebrado y estaba llorando en mis brazos como lo hacía Eunchae cuando Hanni no quería jugar con ella, o como lo hacía Hanni cuando cada exámen médico solo indicaba decaídas constantes en la salud de Chaewon.
Hablamos durante mucho tiempo sobre nuestra relación, sobre las niñas, sobre recuerdos que nunca dejarían nuestras mentes y sobre el amor tan idiota y gigante que luego de seis años de relación, seguíamos sintiendo por la otra.
Durante ese tiempo me permití creer que todo estaba bien, que Chaewon no estaba a horas de morir y que perdería al amor de mi vida por culpa de una estúpida enfermedad terminal. Me permití reír por las tonterías que decíamos, me permití llenar su rostro y labios de besos cuando sabía que no podía hacerlo pues podría enfermarse de alguna cosa por culpa de sus débiles defensas, pero nuevamente, no tenía caso. Moriría dentro de horas, o posiblemente minutos.
Chaewon tosió fuertemente sobre su mano, dejando una gran mancha de sangre en la misma. Mi vida se derrumbó una última vez al recordar las palabras del doctor en su última consulta.
- La tos con sangre indica que tu sistema respiratorio está completamente obstruído y cuando eso llegue, despidanse una última vez, porque esos serán los últimos minutos de su relación con ambas vivas.
Traté de mantenerme en calma y limpié la palma de su mano intentando borrar aquella mancha de sangre.
Sentí su mano entrelazandose con la mía, mientras susurraba un débil "Te amo". Respiré profundamente y apreté su mano, para minutos después, sentir su agarre debilitarse gradualmente hasta que ya no había fuerza alguna en el.
Su cuerpo sin vida estaba en mis brazos.
Había muerto.
Una parte de mi murió junto a ella.
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i died with her | purinz/chaejin • lesserafim
Fiksi Penggemarel día que ella murió, yo morí con ella. si simplemente hubiese podido hacer algo contra eso, todo sería distinto. - purinz - angst - two shot - capitulos "largos" - no adaptaciones sin autorización