Después de aceptar esta nueva realidad, un dolor de cabeza comenzó a invadirme. Los recuerdos de Felicia Hardy de este universo inundaron mi mente hasta el punto que no pude manejar toda esta información y me desmaye.
Al abrir los ojos me di cuenta que esto no era un sueño y que tenía mucha información que procesar. Estoy en el año 2015, acabo de cumplir 16 años, nací el 15 de febrero de 1999, mi madre es una abogada, mi padre desapareció, y estudio en la Escuela Midtown High.
Para conocer más de este mundo encendí mi computadora y navege por Internet. Me entere que la batalla de Nueva York sucedió en el 2012 y existen los mutantes. Eso significa que estoy en el universo 199999, combinado con el de universo de los X-Men y con algún otro universo
Pare evitar mi dolor de cabeza se intensifique, me aleje de la computadora y comenzare a pensar en que voy a hacer ahora
"Oh no" dije mirando la hora, se me esta haciendo tarde, tengo que ir a la escuela.
Me vestí rápidamente y baje por las escaleras. Al llegar al primer piso no había nadie. Usando mis recuerdos recordé que mi madre ha estado muy distante desde que mi padre desapareció, seguramente ya se fue a trabajar.
Al llegar a la escuela, lo primero que recordé es que no tengo amigos, aunque eso es mejor ya que no tengo tiempo para ellos, aunque muchas personas me han invitaron a salir, supongo que es por mi atractiva apariencia.
Cuando llege a mi salón me senté en mi puesto, en la parte de atrás al lado de la ventana, y vi a Liz Toomes. Estamos en el mismo grado, Peter ni Ned no estaban porque son dos años menor que yo. Esperé que terminará la clase para ir al comedor
Ya en el comedor, algunos alumnos querían sentarse conmigo, pero les dije que se pierdan, Me sente en una mesa sola y vi a entrar a Peter Parker con su mejor amigo, Ned Leeds. Ellos apenas tenían 14 años y todavía no le picaba la araña a Peter. Sabía que pronto se convertiría en spiderman, dejé de mirarlos para poder planificar lo que voy a hacer en esta vida
Todo el tiempo que estuve en el colegio estuve pensando en que es lo primero que tenía que hacer y también estuve dibujando bocetos del traje que voy a hacer.
Y al llegar a mi casa hice ejercicios basicos y practiqué algunos movimientos de taekwondo y karate para acostumbrar a este cuerpo a estos movimientos. Compré algunos equipos básicos de ejercicio, no puedo comprar cosas más caras porque estoy seguro que mi madre me preguntara porque las compre y quiero evitar eso, por ahora
Supongo que tendré que robar para obtener dinero, comprar una bodega, y ahí estará mi laboratorio, mis herramientas y tecnologías que crearé.
Ya de noche, decidí explorar los alrededores. Me puse ropa oscura y discreta para moverme sin ser detectada: unos pantalones negros ajustados, una camiseta negra de manga larga, una chaqueta negra con capucha y guantes negros. Para completar mi atuendo, me puse unas zapatillas deportivas negras silenciosas y cómodas.
Salí por la ventana y salté por los techos para explorar mis alrededores. Me senté al borde de un techo, sintiendo el aire en mi rostro, cuando escuché un grito: "¡Ayudenme!"
Al llegar a la fuente del grito, encontré a tres hombres borrachos acosando a una mujer. Beje lo más rápido y me puse detrás de ellos. Agarré un palo que estaba cerca y golpeé al más grande en la nuca, dejándolo inconsciente.
"¡Toma y vete!", le dije a la mujer, entregándole su bolso. Ella asintió, agradecida, y corrió.
Los otros dos hombres, confundidos por la repentina aparición de una figura enmascarada, se quedaron paralizados por un momento. Pero luego, reaccionaron. "¿Quién eres, mujer? ¿Quieres morir?", balbucearon.
No les di tiempo para más. Golpeé a uno con el palo, pero el otro intentó darme un puñetazo. Me agaché, esquivando su golpe, y le di una patada en el estómago. Estaba a punto de golpear al otro cuando me golpeó en el estómago, dejándome sin aliento.
A pesar del dolor, me levanté y golpeé al borracho en la cara, desmayándolo, pero el último borracho me golpeó en la mejilla. Sentí que me iba a desmayar, pero aprovechando su estado de ebriedad, esquivé su próximo puñetazo y lo tiré al suelo con una patada, dejándolo inconsciente.
Después de esta pelea, me di cuenta de cuán débil era este cuerpo. Necesitaba entrenar más. Escuché a lo lejos la sirena de la policía y supe que era hora de irme. Después de tomar lo que los borrachos tenían en sus bolsillos, sus billeteras y cualquier objeto de valor que pudiera encontrar, regresé a casa, me tiré en la cama y me dormí, agotada pero determinada a mejorar.
