Simon "Ghost" Riley - OneShots

8. Hoyuelos.

Notas de autora:

No son los hoyuelos que crees.

Ghost es complejo, gente.
Ghost es muy papi.

Advertencias: ninguna.

310 palabras aprox.
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"¿Te tatuarías mi nombre?"

"¿Disculpa?"

Pocas cosas hacen a Ghost parpadear una cerrada de ojos innecesaria mientras hacía su papeleo. Esta era una de ellas.

"Te tatuarías mi nombre." Repite, como si no fuera el tipo de cosa que hace a otros fruncir el ceño en confusión.

"¿Cuánto me están pagando?"

"Dos mil dólares."

"¿Al contado?"

"Plata en mano."

Se queda unos segundos callado, mientras voltea la página que está llenando, ojos en el trabajo. "¿En qué parte del cuerpo?"

"Entre los hoyuelos de tu espalda baja."

"Aterradoramente específico.

... tan..." Ghost levantó su mirada por primera vez desde que ella entró a hacerle compañía (distraerlo.) "¿Cómo sabes que tengo...?"

Ella empieza a carcajear. Muy pocas personas tenían el placer de ver a Simon Ghost Riley actuar así. Confundido. Ligeramente curioso en el sentido de sospecha y consciente de sí mismo.

"¡Deberías verte la cara!"

"Deberías dejar de espiarme o, mirarme, o..." se aclara la garganta y frunce el ceño, vuelve a ver el papeleo. "Es aterrador."

"Estas sonrojado."

La declaración le hace atorar con su propia saliva, imperceptible para ella, pero alarmante para él. "No."

"Sí."

"Estoy perturbado."

"¿Por qué deberías?"

"Qué clase de patán pregunta eso. Qué clase de... cómo sabes que tengo hoyuelos en la espalda baja."

Ella ríe. Ghost está...
Bueno, no le parece lógico, pero no encuentra mejor palabra para describirlo: está ligeramente asustado.

Aunque el no lo supiera, la palabra correcta para describir lo que sentía es: avergonzado.

Pero jamás había sentido eso antes.
Es... raro. ¿Se está sonrojando? ¿Por qué se sonrojaría?
Si le incomoda, ¿por qué no quiere irse de la habitación? No, esta es su oficina. ¿Por qué no le dice que se vaya?

"Son lindos."

"Cállate." Se tapa la cara con una mano, frotándose la frente. O mejor dicho, la máscara.

Es porque le gusta pensar que ella le encuentra lo suficientemente atractivo como para percibir esos pequeños detalles.