. 🍒﹙𝑪𝒐𝒏𝒕𝒓𝒐𝒍 𝒀𝒐𝒖﹚ /𝒍 𝖩𝖨𝗠𝖲𝗨

ス

Mensaje de Gyu grandote.<3

Ah prro pasa dato.

Mensaje de Tete lindi <3

Vale Gigi, vete con el desconocido.

Mensaje de Jinnie <3

DEJENLOOO! necesitaba ya salir con alguien. Dale con toda Yoonie.

____________

Saliendo del antro, se dirigieron a un cercano motel en el auto del pelinegro.

Fue corto el camino, pero ninguno de los dos dirigió una sola palabra, más que solo miradas coquetas, sugerentes y necesitadas.

Llegaron al lugar, y ya que una persona los atendió en recepción, corrieron a la habitación asignada.

La puerta fue abierta bruscamente por un pelimenta, que fue acorralado por el otro para empezar a besarlo desordenadamente. Sus manos se pasearon de su cuello hacia su cadera apretando de manera posesiva, mientras que el otro trataba de seguir ese beso dando caricias en el cuello.

La sensual camisa de seda que vestía Yoongi fue arrancada dejando ver su lindo torso lechoso, para empezar a dejarle besos, mordidas y restos de saliva.

Min era simplemente un océano total de gemidos -y no exageramos- pero de pronto recordó que no sabía ni un maldito dato de su amante.

—E-espera, ¿Puedo antes saber tu nombre?—.

— Park Jimin—. Se separó para responder la pequeña pregunta dándole una sonrisa que el mayor pensó que se venía ahí mismo.

"Suena al amor de mi vida"

—Entonces Jóven Jimin, ¿Podría hacerme el favor de follarme?—

Park en respuesta estampó sus labios con los otros, bajó sus manos hasta los muslos para cargarlo, dirigiéndose a la cama lo acostó delicadamente posandose arriba sin llegar a lastimarlo. Volvió a atacar su cuello ahora bajando hasta el abdomen, tiró de la bella falda que portaba el pálido y la quitó encontrándose con unas preciosas y sexys bragas color negras que apenas se podían ver por las blancas piernas que las escondía.

Su autocontrol estaba en los suelos con las excelentes imágenes que visualizaba, que creía que iba a explotar en cualquier momento.

Yoongi miró las expresiones del pelinegro desde donde estaba, se sintió tan superior y dominante que se volteó, bajando su braga lentamente tentando al otro, y se colocó en cuatro esperando a que el menor se dignara en hacer algo.

"Ya se arrepintió el nene" pensó por unos segundos el pálido que llegó a reírse pero paró en seco cuando sintió algo húmedo adentrarse de golpe a su entrada.

La bendita lengua de Park Jimin estaba en su culo, EN EL SUYO. Se sentía como un sueño.

Las fuertes manos del menor separaron sus glúteos para que la lengua tenga más acceso.

Lamía, chupaba, mordía y jugaba con el interior del más bajo que solo se estremecía y temblaba pero movía si trasero acercandolo más a la deliciosa boca que lo jodía.