4 | Sobrepensarte

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     • Collei pov's •

II. Medicina para los nervios.

     El pasar de los días me permitió conocer un poco más a cada una de las personas que me rodeaban en el salón al punto en que, si bien sigo siendo la misma chica tímida y reservada de siempre, puedo mantener una conversación con ellos sin sentirme incómoda.

    Por un lado, los hermanos Koroleva (Lyney y Lynette) eran tal cual como Amber me los había descrito tras ver algunos de sus shows por internet: Lyney era el chico extrovertido y escandaloso, mientras que Lynette era la chica callada y que solo hablaba para hacer pequeñas acotaciones a su hermano. Es curioso verlos interactuar en el salón porque inmediatamente entiendes la confianza que se tienen y lo atento que es Lyney con su hermana; al punto en que, tras prestarle un poco de atención, noté que el rubio siempre le tiende su pañuelo antes de que ella pueda siquiera estornudar.

     Venti, el músico del salón, es un tanto más ruidoso y energético de lo que me gustaría, pero no al punto de ser desagradable. Es relajante escuchar su arpa cuando voy llegando al salón en la mañana, y también he de admitir que envidio un poco ese aura de libertad y tranquilidad que emana con su presencia.

     Por otra parte, Furina es todo un personaje dentro del salón y de la preparatoria en general. Parece tener un deseo incontrolable de destacar entre la multitud (la chaqueta azul que lleva sobre el uniforme es prueba de ello) al punto en que llega a causarme incomodidad verla sonreír y estar rodeada constantemente de personas, pero al menos ella tampoco parece tener demasiado interés en hablar conmigo; aunque a veces, en clases, me cuenta cosas que no le pregunté y hasta llegó a invitarme a formar parte del club de teatro (cosa que, lógicamente, rechacé).

     De Amber no tengo muchas cosas que decir porque se ha mantenido en su línea general. Ella sigue siendo la misma amiga de siempre, esa en la que puedo confiar y que siempre está atenta a cualquier cosa que necesite, pero si tuviera que destacar algo distinto en ella sería el hecho de que finalmente está siendo más directa con lo que siente por Eula, al punto en que, si bien no lo ha dicho directamente, sí he podido notar el cambio en su mirada.

     Si no fuera porque Tighnari entró a la habitación para pedirme su celular (el cual yo estaba usando para hablar con Amber) y recordarme que mañana tengo exámenes médicos, mi amiga seguramente habría terminado de aceptar sus sentimientos y yo le habría terminado de dar el empujón para que se confiese de una buena vez.

     — ¿Entonces mañana tienes examen? — preguntó la castaña desde el otro lado del celular —. Al menos está vez puedes presumir que has estado una semana entera sin recaídas.

     — Se siente irreal — dije, tirando por enésima vez una pelota de papel al techo y atrapándola justo antes de que me cayera encima —. Se supone que debería estar teniendo más ataques que nunca por la presión de la preparatoria, las clases y el tener que forzarme a estar en un ambiente nuevo, pero...

     — Quizá sea porque esta vez estás rodeada de personas buenas que se preocupan por tí — a pesar de que no la estaba viendo, pude sentir la sonrisa de Amber —. Eula, yo, Venti, el profesor Neuvillete, Furina. Todos siempre estamos pendientes de tí, así que puede que eso te haya ayudado a mantener a raya tus colapsos.

     — No creo que sea tan simple como eso...

     — ¿Y entonces qué crees que sea?

     — ... Puede que mi enfermedad esté desapareciendo... — levanté una mano frente a mi cara, sonriendo al no encontrar ni una mancha causada por la eleazar —. Supongo que mañana lo averiguaré...

     — Ojalá sea como tú dices — Amber guardó silencio por unos segundos, y finalmente soltó una suave risa —. Sería genial que ya no tengas esa cosa en tu cuerpo.

Careless [Collei x Freminet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora