CAP 11🤍.

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Nadie dijo nada en el camino y eso lo hacia más incomodo. Cristiano miro su reloj 11:25.

- Disculpa....- Susurró el argentino.- Acabas de pasarte un alto.

- No tenemos tiempo...

- Perdón?-

- Nadie debería de pasar su cumpleaños solo ....- La mirada del Portugués era tan hermosa e hipnotizante ...

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Cristiano había actuado sin pensar al casi, casi raptar al omega y ahora tenerlo en su auto.

Que haría? Eran las 11:30 de la noche y al ser lunes no habria nada abierto a esta hora. Aún así no podía rendirse, sentía que tenía la necesidad de hacer algo por él... ¿Por los viejos tiempos? ¿Por empatía? ¿Por gratitud?

No lo sabía o no quería saberlo.

Se estacionó en la orilla del parquímetro y miraba su móvil para buscar alguna idea de lo que podrían hacer. Aún así todo era inútil... no había encontrado nada.

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Lio miraba de reojo al portugués, no quería molestarlo ya que se veía un poco estresado. Bajo la ventanilla del auto para poder sentir un poco del viento.

Un olor agradable imvadio sus fosas nazales, el Omega no había notado que por las prisas del día y los problemas que había tenido durante este no había consumido bocado alguno. Y para su mala suerte o más vergonzoso. Su estómago dio un gruñido bastante audible para ambos chicos.

El rubor lo imvadio desde las mejillas hasta las orejas, acto que fue notado por el alfa. Cristiano busco la fuente del olor ... un pequeño puesto callejero de comida y postres coreanos.

Cristiano desabrochó su cinturón de seguridad y este acto fue imitado por Lionel, ambos bajando y dirigiéndose al puesto.

Lionel saludo amablemente, gesto que fue recibido por la mujer asiática de una edad avanzada

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Lionel saludo amablemente, gesto que fue recibido por la mujer asiática de una edad avanzada.

- Buenas noches Jóvenes... tomen asiento que aún tenemos servicio.

Lionel encantado y con una gran sonrisa acepto, Cristiano estaba un poco desconcertado ya que esto no se acercaba ni un poco a lo que él tenía pensado, pero al ver qué el argentino sonreí él también lo hizo.

Les extendieron las cartas.

- Yo les recomendaría las brochetas de res y un buen plato de kimchi con ramen.-

Ambos asintieron y su orden no tardó nada en llegar al ser los únicos ahí.
Los ojitos del Omega se iluminaron, era demasiado rico y su estómago lo agradecía.

El momento era incómodo ninguno decía nada, Cristiano sabía que debía hacer algo para romper la tensión entre ambos.

- Primera cita?- Pregunto la mujer, Lionel comenzó a toser y escupió un poco del té frío que bebía.- Ya veo ...- poso su Miranda en el alfa.- Usted si que es afortunado en tener a un omega tan bonito como el que lo acompaña hoy.- Sonrió.- Y tu pequeñin sin duda tan bien lo eres, este chico haría cualquier cosa por ti sin pensarlo, daría todo lo que tiene por verte feliz.

Tu Y Yo Algún Día (Omegaversse).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora