II. Compromiso obligatorio

289 54 158
                                    


El fin de la guerra no se convirtió en el fin de la historia, sino en el inicio de la misma.

Los meses posteriores al final de la guerra se dedicaron a la reconstrucción de clanes. Pese al sinnúmero de batallas, casi todas las grandes sectas lograron mantenerse en pie en una pieza gracias a la lejanía habida. En especial Gusu Lan.

Yunmeng Jiang se encontraron lidiando con la mitad de su embarcadero quemado. Sin embargo, se recuperaron debido a que el clan Wen, ahora a cargo de Wen Qing, cedió una cuantiosa fortuna para retribuir parte del daño provocado por Wen RuoHan.

Al cuarto mes del asesinato del antiguo lider de Búyèxiān dū, se llevo a cabo una celebración de un mes, patrocinada por la secta Jin en LanLing. Fue ahí donde se dio una división equivalente del botín de guerra. Los más favorecidos fueron las cuatro grandes sectas del cultivo. Nie tomó su parte, Lan se hizo con su porción, en favor de instar mejoras en las instalaciones y protecciones; Jiang, se encontraba en recuperación por fuego; y los Jin se hicieron más ricos, ya que, se mantuvieron inactivos durante la guerra, hasta que Wen Xu había amenazado con asesinar al heredero de Jin.

WangJi, aburrido del intercambio pomposo, dio inspección del gran salón dorado, mientras Jin GuangShan y los ancianos Ouyang y Yao eran molestos y presuntuosos en sus discursos.

A escasos cun del joven maestro Nie, se advirtió la presencia de una personalidad reciente en el mundo del cultivo. Wei WuXian mantuvo un cotilleo animado con Nie Huaisang, y bebió a sus anchas. Reemplazó sus túnicas humildes y desgastadas por un conjunto nuevo, incluso la cinta en su cola de caballo fue reemplazada por una seda más fina.

Esa noche, en medio de la alegría festiva, Jin GuangShan llamó a Wei WuXian en un brindis, para elogiar su trabajo. Había dado fin a una guerra de muchos años en apenas poco tiempo, y su expresión ingenua y atolondrada no cambió mucho.

WangJi desconfío. Era imposible que alguien fuese tan poderoso, que lograse causar tanto daño, y se mostrará sencillo frente a otros.

El actual Xiāndū dio palmadas en el hombro de WuXian y le sacudió para despavilarle, Ya que, al igual que WangJi, lo considero algo lento.


𝐑𝐞𝐠𝐥𝐚 𝟏𝟗𝟕. 𝐍𝐨 𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐨𝐜𝐮𝐩𝐞𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐭𝐞𝐧𝐠𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐞𝐫 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨.


—Nos has sorprendido, muchacho. Tú aporte a esta guerra es tan impresionante que incluso has dejado sin palabras a la secta Jiang, cuyo lema es 'hacer lo imposible'.

Wei WuXian se limitó a sonreír.

Fue evidente que se encontró perdido frente a la opulencia y la formalidad. Más restringido en su libre actuar que momentos atrás en compañía de Nie Huiasang.

Jin GuangShan: —Ya que somos sectas que hacen cumplir su palabra, será concedida tú petición y se te dará la mano de Hánguāng-jūn en matrimonio.

Los ahí presentes vitorearon. Lan Huan giró en dirección de WangJi con preocupación.

Él apretó la taza en sus manos con tanta fuerza que la porcelana se astilló.


◆ ◈ ◆


WangJi no estaba feliz.

No estaba feliz.

No estaba feliz.

¿Alguna vez pensaron en morir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora