Sine Nomine

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Logre entender gran parte de las cosas de las que me contó, mi mamá ha tenido siempre un severo problema al contar acontecimientos o incomodidades, pero es cosa ya de costumbre. Me dijo que en esa misma iglesia iba la cuñada de la vecina, mi mamá la conocía, de hecho eran buenas amigas, tenía la vida tranquila al lado de su esposo y sus dos hijos pequeños, los niños tendrían mi edad en aquel momento. La señora era muy devota e iba a la iglesia los mismos días que ella. Mi mamá cuenta que un día ella estaba en la iglesia y de la nada se levantó de su asiento, se quedó de pie por un momento sin decir ni una palabra, miraba hacia la nada, se mantuvo quieta unos 3 min y camino casi arrastrando las piernas. Caminó hasta donde estaba el sacerdote casi arrastrándose por el piso, el sacerdote le pregunto

-¿Qué te sucede?, ¿Todo está bien?

Sacó una navaja de su bolsillo, se la clavó de una forma tan rápida y veloz que no se notó casi lo que había hecho, luego de apuñalarlo se metió así misma la navaja en su estómago, duro unos segundos parada hasta que se cayó. Nadie pudo hacer casi nada, todo estaban pasmados, asustados. Cabe a recalcar que yo no había estado enterada de nada hasta el momento.

La verdad yo sí me sorprendí muchísimo, ya que a esa señora yo en alguna parte la había visto, era muy amable y preocupada.

Esa noche recuerdo que no pude dormir, las palabras de mi madre pasaban una tras otra tal cual me lo dijo. Supe que nada andaba bien con ellos, dejes de saludarles, hablarles o mirarles. Tiempo después relativamente unas 3 semanas me había levantado en la mañana, él estaba ahí con mi madre, le había agarrado asco, al tipo ya le tenía repudio desde que me entere de su existencia. La pobre vecina me daba lástima, todas las noches cuando ella se acostaba venía a mi casa sin falta, pasado el tiempo me di cuenta de que debía visitar a la vieja por tanto disgusto que le tuviera.

Una noche como las de siempre, él llegó a las 22:22, recuerdo muy bien, yo no acostumbraba estar despierta a esas horas, pero mi horario no me lo permitió. Al paso de unos minutos escuché gritos de dolor como si estuvieran acuchillando a alguien, en este caso a mi madre, abrí la puerta y mi madre estaba pegada al techo rezando "El padre nuestro" el innombrable estaba parado sin moverse viejo como ella recitaba tales versos, tenía la esclerótica de color ojo y el iris completamente negro, también recuerdo que tenía un rosario que enrollaba su cuello, como si la estuviera ahorcando.

Mi mamá cayó al piso a los segundos de que entrara, él se fue como si nada hubiera pasado. Estaba totalmente desganada, sin energía, le agotaba incluso el caminar unos pasos al baño. Yo diariamente acudí a hacerle rituales de liberación en compañía de los ministros quienes me auxiliaban, solamente observábamos un comportamiento agresivo en dos ocasiones, más una de las cuales presento la capacidad de hablar en lenguas muertas, esto por un periodo muy breve de aproximadamente 3 minutos. No era latín, ni griego, parecía mucho más antiguo, reaccionaba sumamente mal cuando se le imponían las manos o cuando se aplicaba agua bendita sobre el cuerpo; sin embargo, hubo semanas en las que era ella libremente y otras en las que no podía ni siquiera acercarme porque me maltrataba. Al innombrable nunca le reclame nada, pensé que sería una perdida de tiempo, no me escucharía o incluso podría pasar a peores, entonces lo deje así.

Pero el problema ahora no era él, sino mi madre.

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⏰ Last updated: Oct 09, 2023 ⏰

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El SubsistirWhere stories live. Discover now