En el punto de mira

CAPÍTULO 4

Cuando acabamos de comer nos levantamos y nos dirigimos a la sala en la que había conocido a Darisa.

Cuando llegamos, me enseñó dónde estaba todo lo que necesitaba y si quería preguntarle algo o necesitaba ayuda donde la podría encontrar. Después de explicarme toda aquello se fue dejándome sola. Así que como estaba un poco cansada decidí tumbarme en un sofá que había al final de la gran sala. Y así hice, me tumbé en aquel sofá bastante amplio y cerré los ojos mientras pensaba lo que me podía esperar dentro de ese "juego" y como conseguir votos.

No te duermas, sólo descansa.

 No tenía muchas ganas de dormir pues ese lugar no me inspiraba confianza. Solamente conocía a Darisa.

Calculé que estuve cómo unos 15 minutos tumbada en el sofá y encontré que estaba perdiendo el tiempo.

Me levante y la intriga me llamaba demasiado. Quería salir fuera a investigar. Quería saber cómo habían hecho para traerme hasta aquí sin darme cuenta y que todo sea tan grande y amplio cuándo en Lousvurg apenas hay campos y grandes extensiones que no estén ocupadas por altos edificios.

Todo era tan extraño...

Pensé en aquella pregunta que le hice a Darisa hace tan sólo unas horas y por que le incomodaba tanto responderme.  Ha pasado tan solo un día y no me ha dado tiempo de "procesar" toda aquella información. Era todo tan extraño. No quería darle más vueltas. Me dirigí a aquella puerta por la que habíamos salido y nada más tocar el pomo otro "click" sonó.

Me lo pensé y no dudé en abrirla. Que más da.

Si me pillan diré que me perdí mientras buscaba a mi asistenta Darisa.- Aquello realmente era super extenso.

Salí y por todo el pasillo la luz roja estaba encendida.

Fui por el camino contrario al que estaba  la sala de entrenamiento y el comedor y decidí no hacer mucho ruido. Tampoco quería llamar la atención.

Miré hacia los dos lados conforme caminaba por el largo pasillo para ver si veía algo cómo aquella misma mañana.

Leía cada cartel enganchado por cada puerta que pasaba.

A-3

C-5

C-6

B-8

B-11

Deduje que cada número pertenecía a un jugador.

Continué andando por aquel pasillo hasta encontrarme un giro a la izquierda y al final de aquel corto pasillo dos puertas abiertas de par en par. Daban al aire libre. Seguí mi instinto y antes de cruzar esas dos puertas miré hacia atrás para asegurarme de que nadie pudiera ver lo que estaba a punto de hacer.

No había nadie y las cámaras me habían dejado de grabar.

Salí y me encontré con una pequeña área al aire libre en la que había mesas y sillas con vistas a la cuidad de Lousvurg. Me impresionó porqué estábamos situados en una montaña bastante alta.

Cuándo me quise fijar bien, me di cuenta que no estaba sola.

Al final de aquel patio había un chico observando las vistas que daban a la ciudad y gracias a Dios  el estaba de espaladas y no me podía ver.

Él era el chico que estaba en el comedor a la hora de comer, era él.

Quise darme la vuelta y salir corriendo. No sabía si podía estar allí.

Cuándo di el primer paso para salir corriendo él se giró y me miró.

-Oye no te han enseñado a respetar los lugares de los demás?

-Yo... Yo ya me iba.- Me dirigía hacía la puerta y él se comenzó a reír cada vez más fuerte.-

Esto si que no lo consentiría.

-De que te ríes?- Realmente me comenzaba a enfadar.

-De esta mañana, por la forma en que te ha mirado Samanta.

-Mira, no sé quién es esa tal Samanta ni porque se cree mejor que yo, aún no ha comenzado el juego... Lo que si está claro es que será una de las primeras personas en irse. Eso lo tengo claro.

-Enserio? Y que harás para que se vaya?

-No lo sé pero te lo aseguro. No juego para perder.

Woow que prepotente me estoy sintiendo... Nunca me he sentido así... Esto me está cambiando.

-Chica competitiva, no?...

-Si.

-Pues ya veremos quién es el primero en irse.- Dijo con cara de seguridad.-

Espero no ser yo.

Me giré para definitivamente irme a mi sala de estar.

-Adiós chica B-12.- Dijo con una sonrisa en la cara.-

No decidí responder así que solo asentí con un gesto.

Salí por aquellas puertas  y giré por aquel pasillo en el que había doblado y continué.

-Aja..-Dijo alguien detrás mío.-

No puede ser... Todo iba perfecto. Espero que sea Darisa. Que sea Darisa,que sea Darisa,que sea Darisa,que sea Darisa...-Repetía una y otra vez mi mente.-

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Espero que os guste el cuarto capítulo!!!

Votad y comentar, siempre ayuda!!

Besos!! La autora.