El sonido de la puerta del exterior hacía un ruido espantoso cada vez que se cerraba y abría, ese sonido se oía en mi habitación, no me dejaba dormir. El chirrido de la puerta no me dejaba descansar.
Supuse que ya eran las 6 de la mañana.
Alguien picó la puerta dos veces.
-Carlota, soy yo, Darisa.
Abrí los ojos y me levanté.
-Darisa, ahora salgo...
Me vestí y salí andando con pasos seguros.
-Buenos días.
Darisa que estaba concentrada buscando unos papeles de una caja y no se había percatado de que Carlota estaba allí. O al menos eso pensó.
-Buenos días.- dijo sin dejar de mirar sus papeles.
Me senté en la silla que estaba a su lado.
Por primera vez apartó la vista de lo que estaba haciendo.
-Ho vamos Carlota, ves a cambiarte... Así no te puedes presentar a las a pruebas, la ropa está en aquel perchero de allí.- Señaló con un movimiento de cabeza.-
Aquel día no estaba de buen humor. Decidí levantarme sin decir nada cogí la ropa y fui a mi habitación a cambiarme.
No quise pensar en nada.
La ropa no era mucho mejor que la que ya llevaba puesta anteriormente. Un pantalón largo negro y una camiseta negra de mangas cortas con un "B-12" escrito en mi espalda. Me hice una coleta bien alta y salí de nuevo.
Ya no estaba Darisa sentada en la mesa.
Ella estaba de pie sujetada fuertemente por dos hombres súper altos.
-Eh!!!!!!!! Que haceis?!- Dije gritando.-
Me acerqué corriendo para ayudar a Darisa.
-Dejarla!!!!
De un empujón me tiraron al suelo.
Otros dos hombres altos y vestidos de negro entraron por la puerta me recogieron del suelo y me agarraron de los brazos. Perdí de vista a Darisa.
Me llevaron por el pasillo en el que había llegado por primera vez y mientras gritaba llegamos a una sala en la que ya había estado antes. La sala en la que Brian Fox me había hecho aquella entrevista el primer día.
En un semicírculo estaban todos los concursantes sujetados fuertemente por dos guardias de seguridad a cada lado. Sólo faltaba yo para que los 15 jugadores estuvieran en aquella sala.
Pero que...? Que está pasando?
Un millón de preguntas pasaban por mi mente cada vez que intentaba creer que aquello estaba sucediendo realmente.
La sala, estaba completamente en silencio. Miré a cada jugador y aquello me alivió, no era la única que todo aquello le pillaba de sorpresa. Todos expresaban cara de miedo, temor a lo que pudiera pasar.
El silencio fue interrumpido por un portazo al abrirse la puerta de nuestra derecha. Brian Fox en persona, dibujaba una gran sonrisa en su cara y aquella vez si que no era falsa.
Antes de sentarse en su silla de ruedas se arremangó bien los puños de la americana se apretó la corbata y respiró hondo.
Volvió a sonreír
Se sentó y nos miró uno a uno.
Amplió su sonrisa.
-Jugadores, jugadoras, hoy, es un día muy especial... Cómo nadie esperaba, las reglas del juego han cambiado.
Algunos de los jugadores mostraron cara de enfado, de rabia, susto...
Yo lo primero que pensé claramente fue en salir de allí, huir.
-Nadie -Recalcó la palabra- podrá abandonar el juego a no ser, que... Muera.
-Juega tú también cobarde! -Dijo un chico bajo y de tez negra.
Uno de los guardias le pegó una patada en una pierna haciendo que cayera de rodillas.
Me temo que no va poder ser así Coddy
El chico del dolor, provocó un leve gemido.
-Que dices pequeño Coddy?
El silencio volvió a reinar la sala.
-Así me gusta.
Básicamente el juego consiste en que sólo puede quedar uno.
-Ya os iré informando más adelante.
*****
Nuevo capítulo!! Espero que os guste:)
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La autora
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En el punto de mira
Teen Fiction¿Un juego para divertir a la gente en tiempos difíciles, que hay de malo? El país de Lousgovia corre tiempos complicados y para que no cunda el pánico se les ocurre crear un programa de televisión que entretenga a la gente. Este es el primer año que...