6-El pervertido Raito

2.1K 153 6
                                    

Me coloqué la ropa, me peiné un poco y me lavé la cara llegando a toda prisa a mi clase.

- Eh! Kyary, ¿Dónde te habías metido? - comenzó a preguntar Subaru

- E.en el baño...¿Por?

- ¿Y qué pasa con ese imbécil Mukami?

- Ah...Kou, creo que se llama ¿no? - (fingía incredulidad, jejeje)- nada, me habló de un trabajo y se marchó, nada en especial...

Acabó la clase rápido pensando en Kou, EL ERA MÍO. Era gracioso pensar que le gustaba a un idol, debía convencerle para que me cantara algo. Pero todas esas chicas, no creo que me dejaran en paz ni mucho menos. Y de todas maneras, ¿Cómo iba a seguir ocultando algo que pronto sería obvio para los Sakamaki?. Ahí estaba yo, envuelta en mis pensamientos hasta que una voz me interrumpió. Todos ya se habían ido, excepto varias personas del pasillo, también Subaru se largó. Yo estaba guardando mis cosas, pero no me dio tiempo ni meter en el estuche un bolígrafo.

- Kon 'nichiwa bitch - chan, ¿Te ha hecho algo fuera de lo normal ese Mukami?

- ¿q.qué?! NO! - ¿¿¿Qué se pensaba que me había hecho???

- Menos mal!! Solo puedo acosarte yo! - lo dijo con una gran sonrisa este Raito...verdaderamente era un pervertido...

-Bueno, Raito, nos vemos luego ¿si? Ahora tengo qu-

- Jajajajaja y pensar que estabas convencida de que ibas a salir aquí así como así...a ver ¿Cómo podría torturarte? Ah! Nada más que con pensarlo me excito...ves lo que logras en mí? - se le notaba un gran rubor en sus mejillas, acompañada de su sonrisa típica de acosador.

- Que no! Que me tengo que ir! - noté como sus manos heladas tocaban parte de mi pierna, pegué un salto hacia atrás y abrí corriendo la puerta, saliendo por el pasillo con bastante velocidad. Aún llevaba incluso el bolígrafo.

- La próxima vez, estaremos solos, y no podrás escapar Bitch - chan!

Llegué a la puerta principal, allí estaban todos los Sakamakis como siempre peleándose. Subaru estaba contra Ayato gritándole algo. Kanato estaba llorando porque había perdido a su Teddy. Reiji estaba corrigiendo, como siempre, a Shu. Comencé a reírme de la patética escena, a lo que todos pararon de realizar todas esas múltiples acciones y se me quedaron mirando

- ¿Qué pasa, tengo monos en la cara? Jajaja menudas expresiones!!

- Chichinashi, no te rías de tu Ore-sama o recibirás un castigo - obviamente tuvo que hablar Ayato

- Arg!! No se os puede gastar una broma, y ahora, vámonos.

- Peeero, no podemos, ¿Verdad Teddy? Nos falta uno... - Kanato, tenía razón, cómo no! RAITO!

- Me voy ¿Vale? - no pensaba irme sentada con ese pervertido-acosa-mujeres!

Es decir, en la limusina siempre teníamos el mismo orden para sentarnos. Este era: Reiji, Subaru, Kanato, Shu, Ayato, yo y Raito. No fue mi culpa, cuando llegué yo tenía miedo y estaba asustada, por esta estúpida razón no elegí el sitio adecuado....Hubiera sido entre Subaru y Shu. Pero nooo!!! MALDITA YO DEL PASADO!!!!

- Señorita, me temo que eso no es posible - Reiji...

- NO TE VAS EEH?? JAJAJA QUE CARA TIENES TU AHORA CHICHINASHI!!! - maldito Ayato

-Mendokusai!!! - Exclamó el mayor de los Sakamakis, Shu - Si quiere irse sola, que se vaya - extrañamente se levantó y me dio un poco de dinero - si tienes algún problema llama desde un teléfono. Ahora, adiós me voy a dormir...

Antes de que Shu se moviera, (que también era muy lento), le agarré la mano y con el bolígrafo que tenía agarrado desde antes, le escribí en la mano mientras que los demás discutían:

- Arigato Shu - san, te debo una!

Salí corriendo sin mirar a Shu, pero cuando me alejaba sentía como si sonriera, eso me alegraba, desde el fondo de mi corazón, mucho.

Pero ahora, ¿Por dónde se iba a la mansión?...Comencé a caminar hasta ver de lejos un chico, con un sombrero y gafas muy raros...Pero, estaba tumbado en el parque y no respiraba. Corrí a socorrerlo y le toqué la cara para verle, tenía una piel tan suave...

Este chico me agarró de la mano y nos teletransportamos. Llegué a una habitación, este chico que aún no reconocí, me agarró las muñecas contra su cama con su cinturón. ¡NO PODÍA MOVERME! Y se me estaba acercando! No se me ocurrió otra idea que soplar, si, SOPLAR! Pero fue efectivo!! Se le movió su pelo y vi su ojo rojo.

Enamorada de un vampiro: Kou MukamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora