“no importa a quien se entrometa entre nosotros, no importa quien quiera separarnos, yo te prometí que volvería a tus brazos...”
“El pecado de la Avaricia sigue como un perro faldero al pecado de la Traición”
El pecado de la traición y el pecado de la avaricia son polos opuestos, agua y aceite, luna y sol, pero como dice el dicho los opuestos se atraen y esa no fue la excepción.
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