Parte única

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Alfa y omega se lanzaron a la carrera por las sombrías calles de la ciudad en medio de la oscura noche. Sus respiraciones entrecortadas eran testigo del intenso robo que acababan de perpetrar en un banco cercano. Cada paso que daban, las mochilas llenas de dinero balanceándose hacían latir sus corazones con más fuerza.

A su espalda, las sirenas de la policía resonaban, acercándose peligrosamente. Sin embargo, la adrenalina les impulsaba a seguir corriendo, sorteando callejones oscuros y escondiéndose en las sombras cuando era necesario. La ciudad, envuelta en la misteriosa penumbra nocturna, era su aliada temporal.

Beomgyu se sentía excitado aunque... demasiado para su gusto, era extraño.
Trató de seguir corriendo, sin embargo, un creciente calor en su estómago lo golpeó de golpe; su vista comenzó a volverse borrosa y sus piernas se debilitaron, haciéndole perder el equilibrio.

—Beomgyu ¿estás bien?— Taehyun se arrodilló junto a su pareja, genuinamente preocupado. El sonido de las sirenas se escuchaba cada vez más fuerte

Joder, joder, joder

No tenían tiempo para esto.

Miró a su alrededor, si seguían así serían atrapados, no podía darse ese lujo. Tal vez él podría sobrevivir algunos días en prisión, su historial dejaba mucho que desear pero se las apañaría. Beomgyu por otro lado... Su bello angel no duraría ni 5 minutos en una celda, estaba demasiado acostumbrado a los lujos y sabía que era muy probable que fuera su culpa, pues amaba malcriarlo. Además, su carita de princesa le supondría un peligro. No, no lo permitiría.

Le ayudó a levantarse y con decisión, tomó su mano fuertemente, arrastrándolo a un callejón cercano; era estrecho y se encontraba algo húmedo debido a la lluvia que momentos antes había cesado.
Cubrió al omega con su cuerpo, esperando a que la policía pasara sin reparar en su presencia.

Fueron unos segundos en los que sintió su corazón a tope, las sirenas resonaban fuertemente en la calle de enfrente, su cuerpo se tensó. Si esto no funcionaba, tenía que pensar en un plan B.
Afortunadamente, las camionetas se alejaron en dirección contraria. Suspiró aliviado y volteó a ver a Choi, quien se encontraba extrañamente callado, en situaciones así, él normalmente haría comentarios sugestivos, pues su espalda estaba totalmente recargada en su pecho. Tocó su frente para revisar su estado.

—Beom, estás ardiendo...

Rápidamente su mente comenzó a hacer cuentas, el celo del mayor no empezaba hasta dentro de 2 días.

—¿No tomaste supresores verdad? ¡Te dije que lo hicieras, Beomgyu! Sabes que tu celo no es normal, siempre te pega más fuerte.

—Tyun...

—Sabía que sería peligroso, no debiste acompañarme pero nunca me escuchas— Comenzó a divagar, regañándolo.

—Taehyun.

—¿Qué tal si te hubiera pegado una ola de calor durante el atraco? Ya estaríamos esposados  dentro de una patrulla, o peor, con una bala en la cabeza.

— ¡Kang Taehyun!—  se desesperó, no lo estaba escuchando. Realmente amaba a su pareja pero odiaba cuando se ponía así.

—¿¡Qué!?

—Cállate y fóllame.

Taehyun abrió los ojos en sorpresa, parpadeó una, dos y tres veces.

—¿No puedes esperar a que lleguemos a casa?

El mayor sólo pudo atinar a restregar su trasero con una increíble determinación, comenzando un vaivén peligroso y despertando la erección del contrario.

Middle of the night| Taegyu OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora