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16 años antes...

Estar todo el día era un aburrimiento para Jake. Su esposo se la pasaba todo el día afuera debido al trabajo y lamentablemente sus amigos también trabajaban.

Tener mellizos era más pesado de lo que imaginaba, aún más si ya tenía siete meses aunque eso no le impedía andar de su casa al supermercado que quedaba cerca.

Faltaba una hora para que Heeseung llegara, así que le daba tiempo para ir a comprar y preparar algo.

En un abrir y cerrar de ojos. Ya estaba de vuelta con todos los ingredientes que necesitaba.

La cocina nunca fue su fuerte pero quería intentar buscar alguna receta de postres por internet.

Encontró una de galletas de nueces, así que como tenía todos los ingredientes siguió la receta al pie de la letra. Tenía que ser fríamente calculador para que no quedaran tiesas como la mayoría de postres.

Spoiler: no fue nada diferente a los demás.

El aspecto de las galletas era más o menos poco agradable y tenía toda la esperanza de que el sabor no tuviera la misma sensación que la presentación.

Limpió lo más rápido que su panza permitió y esperó entusiasta a que su esposo llegara. Aunque se le haya olvidado limpiarse a él mismo también.

–Bebé, ya llegué. –Anunció Heeseung entrando a la gran mansión donde vivían.

–Amor~ –Jake vino a un trote rápido cayendo en brazos de su esposo.– Bienvenido a casa.

Heeseung rio por el sucio pero tierno aspecto de su pequeño esposo. Pasó sus dedos por la nariz del contrario para quitar el restante de harina que le quedaba.

–¿Tuviste una pelea con el saco de harina? –Besó su frente con amor– ¿Qué haces levantado? Deberías estar en cama haciendo reposo.

–Estar todo el día en cama es aburrido. –Hizo un puchero– estar de pie tampoco me hace mal. Ven, te preparé algo.

Dejando —mejor dicho botando por lo rápido del momento— su maletín en la entrada de su hogar, fue arrastrado por el australiano quien lo llevó a la cocina dejándolo en frente de un plato de galletas medias quemadas.

Tragó duro saliva, esto no tenía buena pinta.

–Algodoncito, ¿qué es esto? –Dijo Heeseung tratando de ocultar su nerviosismo.

–Son galletas de nueces, ¿se ven muy feas? –Los ojitos de Jake empezaron a aguarse alarmando.

Dios, como odiaba los cambios hormonales del embarazo.

–¡N-No! –ambos abrieron los ojos sorprendidos por la reacción del mayor– Quiero decir, ¿como se te ocurrió esta estupenda idea, terroncito?

–Quería hacerte algo especial ya que llegas muy cansado del trabajo, sé cuánto te gustan las cosas dulces. –Mencionó parpadeando sus ojitos.

Ah, esos ojos. Una arma en contra de Heeseung.

Tomó una galleta y cerrando los ojos dió un mordisco mordiendo lentamente. Intentando ocultar su mueca.

Era como probar carbón.

–Wow... amor... esto está...

–¿Si?

Tragó dándole golpes a su pecho para no atragantarse.

–¡Delicioso! ¿Qué te parece si vamos a la pastelería de siempre y compramos más cosas para ver una serie juntos?

Mellizos al rescate || Heejake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora