3. Mi Luna, lo siento.

14 2 0
                                    

Me mirabas, parecías querer explicarme algo, pero, qué, qué más ibas a explicar si con solo ver cómo ella se pegaba a tí, buscando tu roce, era suficiente explicación.

El toque de la pierna de Hoseok en la mía me hicieron mirarlo, tragando grueso, sonreí de lado, mirando a aquella chica de forma desafiante.

- Va a tener que adivinarlo.

- ¿Piensas que estamos jugando, chiquillo?

Juro que lo intenté, pero es que sabes de sobra que yo soy demasiado irritable.

- ¿Quiere ver mi puta polla, para que vea que no soy un chiquillo, agent..?

Inhalé en busca de aire.

Lo siguiente que hice fue devolverle el golpe aún más fuerte, no pude seguir porque tanto Yoongi como tú nos separasteis, y deseaba tanto, pero tanto, que tu toque no quemara en mi piel.

- Agredir a una autoridad, ¿quieres buscar más años en la cárcel?

Mi respuesta fue un simple escupitajo al suelo de la camioneta, después de aquel puñetazo que mi vientre recibió todo me dio vueltas, quería vomitar, me sentía fatal.

Tu mirada preocupada estaba sobre mí, sabía que querías hacerme mil preguntas, que querías hablarme, se te notaba. Aunque lo siguiente hizo callar hasta nuestra respiración.

- Te equivocas, en todo caso quien tendría algún cargo serías tú, solo estás abusando de tu autoridad, Anh. Y, joder, no vuelvas a llamarme así, sabes que no soy nada tuyo, ni siquiera eres mi amiga como para que pretendas tener esa confianza en mí.

Sentía incluso tu rabia a través de tu voz, bueno, quizá también en como apretabas mis brazos con tus manos sosteniéndome.

- A-ay. - Me quejé, tú enseguida me soltaste.

- Lo siento.

Nos miramos, quizá no debimos porque parecíamos en un hechizo, pues nuestras miradas decían todo lo que con palabras no podíamos, te extrañé, perdóname, te necesito, te amo. Pero tú... Tú me mirabas con algo más, no te disculpabas por aquello, no, en tu mirada había arrepentimiento, había más.

Simplemente aparté la mirada, este no era un lugar donde hablar sobre todo, y más cuando yo estaba esposado y tenía un asunto más importante en el que pensar. ¿Cómo cojones salíamos de esta situación?

(...)

Después de aquello, todo se mantuvo en silencio hasta llegar a comisaría, fue uno tenso, ese que con tan solo un suspiro podías romper.

Ahora, mientras aguardábamos en fila, me acerqué levemente a Hoseok, y con discreción susurré.

- Yoon y tú váis a iros, ¿verdad? Ya que nadie sabe dónde está eso, súbelo a todos los sitios que puedas en cuanto salgáis, confío en tí.

- ¿Y tú?

- Sabrás que salí, créeme.

No hablamos más, no hacía falta. Nos hicieron sentarnos y después de un tiempo, tanto Min como tú aparecistéis.

- Hora del interrogatorio, el pelirosa con Min, y el rubio con Jeon, ya.

Ordenó otro policía, por suerte Anh, con quien había discutido previamente, se había ido, o al menos no estaba ahí presente. Me levanté después de que Hoseok lo hiciera, y como pude evité tu mirada, y es que si no lo hacía, perdería, no aguantaría más.

Al ver dónde nos dirigíamos me extrañé, aquellas no eran las típicas salas donde te interrogaban, no, eran salas privadas, quizá donde policías y el FBI se reunían, salas donde nadie podía escuchar ni ver, donde lo que se hablaba ahí, no salía de ahí.

Last breath, my Moon ♭ Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora