Midnight -MLB

4. LIBRO ABIERTO

La clase ya había comenzado y me sentí aliviado al ver que la silla de Kagami todavía estaba vacía. La profesora Mendeléiev repartió un microscopio y una pequeña caja de portaobjetos en cada mesa. Todavía faltaban unos minutos para que comenzara la clase y había mucha charla en el aula.

Dibuje distraídamente en la portada del cuaderno, manteniendo la vista fija en la puerta. Escuché claramente que la silla a mi lado se movía, pero seguí mirando mi dibujo.

—Hola. —Dijo una voz suave y dulce.

Levanté la vista y me sorprendí al verla hablando conmigo. Se sentó tan lejos de mí como lo permitía la mesa, pero con su silla frente a mí. Su cabello estaba mojado y desordenado, pero aún parecía como si acabara de terminar de filmar un comercial. Su rostro perfecto era amable y honesto. Había una pequeña sonrisa en sus labios rosados, pero una mirada recelosa aún era visible en sus ojos.

—Mi nombre es Kagami Cullen —continuó. —No tuve la oportunidad de presentarme la semana pasada. Tú debes ser Félix Fathom.

Estaba confundido y mareado. ¿Me lo estoy imaginando todo? Ahora Su comportamiento fue muy amigable.

Necesito hablar, está esperando que responda, pero no se me ocurre ninguna respuesta normal.

—¿Como sabes mi nombre? —Tartamude. Ella rio.

—Creo que todo el mundo sabe tu nombre. Todo el pueblo te estaba esperando. —Hice una mueca, pero no me sorprendió particularmente.

—No. —insistí como un idiota, —Es porque me has llamado Félix. —Parecía confundida.

—¿Te gusta más Felixio?

—No, de ninguna manera. —dije, —Pero creo que Colt, digo a mi padre, debió haberme llamado Felixio a mis espaldas porque todos me llamaban Felixio. —Cuanto más trato de explicar, más idiota me siento.

—Oh. —No añadió nada. Con violencia, miré hacia otro lado.

Afortunadamente, Madame Mendeléiev inicio la clase en ese momento. Intenté concentrarme mientras ella explicaba que teníamos que practicar. Las diapositivas estaban desordenadas.

Tuvimos que trabajar en parejas para identificar las etapas de la mitosis en las células de la punta de la raíz de cada bulbo del portaobjetos y clasificarlas correctamente. No podemos consultar los libros. Transcurridos veinte minutos, la profesora visitará cada mesa para confirmar quién ha aprobado.

—Empiecen. —Ordenó.

—¿Las damas primero? —preguntó Kagami.

Levanté la vista y vi que tenía una sonrisa con hoyuelos tan perfecta que solo podía mirarla como un tonto. Kagami levantó una ceja.

—Oh, sí, claro, adelante. —Tartamudeé. Vi sus ojos posarse en las florecientes manchas rojas en mis mejillas.

¿Por qué mi sangre no permanece donde debería estar? Apartó la mirada con brusquedad y acercó el microscopio a su lado del escritorio. Estudió la primera diapositiva durante un cuarto de segundo, tal vez menos.

—Profase. —Pasó de diapositiva a la siguiente, luego se detuvo un momento y me miró. —¿O quieres comprobarlo? —Me retó.

—Oh no, está bien. —Dije.

Escribió claramente la palabra "Profase" en la primera línea de nuestra hoja de control. Incluso su letra era perfecta, como si le hubieran enseñado caligrafía con pluma o algo así. ¿La gente todavía hace estas cosas?

Sin apenas mirar a través del microscopio el segundo portaobjetos, escribió "Anafase" en la segunda línea y dibujó la cola de la "A" como si fuera una calígrafa o escribiera una invitación de boda. Tuve que escribir invitaciones para la boda de mi madre. Imprimí la etiqueta con una fuente de texto elegante, pero no se ve tan elegante como la caligrafía de Kagami.