¿Arreglar las cosas o joderlas aún más? ¿Dónde está el límite?...
"Me hizo caso y volvió a beber de la taza. Era lo mejor para él y tenía mi promesa de cuidarlo en su universo. Era el desafío más grande de mi... Mis... Vidas... Pero también el más i...
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— ¿Qué tiene este té?
— Cardamomo.
— Es muy rico, me alegra que hayamos podido tener un ratito. Cuando el entrenador dijo que ibas a compartir cuarto con él, pensé que no íbamos a tener chance.
— Jeje, sí yo también pensé eso.
— ¿No hubiera sido lindo compartir? —dijo HaRin, acercando su boca a la carita de su novio, que parecía ponerse un poco tímido.
— Igual es lo mismo, estamos acá los dos, ¿no? —simplificó el chico, sabía perfectamente que no era lo mismo dormir juntos en el mismo cuarto, que pasar un rato en el sillón del hall del hotel, pero él seguía intentando evitar esa clase de intimidad, aunque le doliera muchísimo hacerlo.
— B-bueno, sí, pero... —intentó el mayor, pero se rindió a mitad de la frase, ya le había quedado bastante claro que su novio tenía algún tipo de barrera con ese aspecto, todavía no habían avanzado demasiado y él tenía paciencia, también entendía la diferencia de edad, aunque no dejaba de inquietarlo.* Al final, solo bajó su vasito de telgopor y acercó su carita para besar la mejilla del chico. Tenía que ser suficiente.
[N/a.: Recuerden que acá no son los dos del 98, Harin tiene 24 y HyunGu 19]*
HyunGu lo miró con una sonrisa que escondía muchísima culpa, sabía que hacía sufrir a su novio y que él mismo la pasaba mal al retener sus sentimientos y sus instintos físicos. Temía que HaRin terminara pensando que no quería, que no le gustaba o que no disfrutaba del contacto con él, y no era así. Giró su carita para dejar que el siguiente beso diera en sus labios, sonrió de nuevo y se dejó besar repetidas veces. Podía hacerlo, estaban en la entrada del hotel, era de noche y no entraba nadie, pero no dejaban de estar en un lugar público, no iba a pasar mucho más que unos cuantos besos tiernos de su osito.
Las manos habilidosas del kinesiólogo del equipo se filtraron por la cintura del chico, acariciando con cuidado su cuerpo. Luego, su boca se deslizó despacio por la mandíbula del chico y dejó pequeñas mordiditas en su cuello, sin ser lo suficientemente fuertes para dejar marcas. HyunGu se retorció un poco en su lugar, con un risita suave. ¿Por qué tenía que detenerlo cada vez?
Ah, cierto...
"HyunGu, ¿qué mierda?, basta".
"Eu, ¿cuál de ustedes...?"
Los dos molestando en su cabeza.
"No sé quién sea, pero estoy en medio de una presentación, en una hora y media cuando esté en la ducha vemos, pero no es momento".
HyunGu sacudió su cabeza y alejó suavemente a HaRin, con pesar en su pecho.
— S-se me enfría el té...
"Yo estoy en un ensayo, tenemos función en 2 horas, por favor..."
— Gu, perdón. ¿Te molesta? No quiero ser molesto, es que... me gustás mucho.
