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No Es Un Adios Es Un Hasta Pronto

Fuera de la mansión Agreste

Seis años después de la aparición de Papillon

La puerta de la mansión se abrió pero para sorpresa de Adrien, Marinette no se movió de la reja perimetral de la misma. Estaba cabizbaja y oculta bajo un paraguas, no necesariamente protegiéndose de la lluvia. ¿Se estaba ocultando tal vez de él?

-¿Qué sucede Marinette?¿Porqué no entras?- dijo Adrien. Él mismo quería salir hacia donde estaba ella, pero su guardaespaldas se lo impidió con su enorme mano. Adrien intentó no rodar los ojos. ¡Ya tenía 19 años! No tenía que tratarlo como un bebé, y no necesitaba un guardaespaldas.

-Yo... yo estaba equivocada- dijo Marinette con voz quebrada- no estamos hechos el uno para el otro...-

Adrien alzó las cejas y borró su sonrisa al ver sus lágrimas rodando por sus mejillas. ¿Qué le pasaba a su Lady?

Hacía un par de semanas que Adrien había adivinado accidentalmente la identidad de Ladybug al verla salir transformada de un armario en la universidad al que Marinette había entrado unos segundos antes. Ella no lo sabía, pero el rubio no había perdido tiempo y había comenzado una relación con Marinette casi de inmediato.

-Pero, ¿de qué hablas? Si tú y yo estamos enamorados- dijo él sin entender porqué tenía una extraña sensación de déjà vu con toda esa situación. Porque eso no había pasado antes, ¿verdad?

La respuesta que Marinette le dijo hizo que su corazón se detuviera.

-No, yo no te amo. ¡Ya no te amo!- gritó ella y, como si no pudiera soportar seguir ahí, dio media vuelta y se echó a correr hacia la estación de metro frente a la mansión.

-¡NO!- gritó Adrien mientras la veía alejarse sintiendo un horrible vuelco. ¿Cómo que su lady ya no lo amaba? ¡Si ambos habían sido tan felices juntos! No, debía haber un error, una explicación. Trató de correr tras ella, pero el Gorila lo detuvo interponiendo su brazo en su camino- ¡por favor! Por favor déjame ir a su lado... ¡la amo!-

Nuevamente esa sensación de déjà vu, pero no tuvo tiempo de pensar en ello. Vio a su guardaespaldas dudar unos segundos mientras lo miraba. Algunas lágrimas surgieron de sus ojos.

-¡Déjame ir a su lado! Vamos...- dijo él con su voz quebrada.

Finalmente el Gorila asintió resignado y retiró su brazo para dejarlo pasar. Adrien ni siquiera alcanzó a agradecerle, pero salió corriendo hacia la joven que se había dejado caer en las escaleras de la estación y fue cuando el rubio lo vio: un akuma que volaba rápidamente hacia ella.

"¡NO!", pensó él horrorizado al ver en cámara lenta lo que estaba a punto de pasar "no puede ser akumatizada, porque si lo es entonces perderemos. ¡No podemos perder contra Papillon!"

No lo pensó dos veces y de un salto bajó las escaleras de la mansión antes de echarse a correr sin parar.

-¡Marinette, cuidado!- exclamó mientras corría hacia ella.

-¿Adrien?- dijo ella débilmente mientras se volvía hacia él, viéndolo correr hacia ella sin reparar en la reja de la mansión que se cerraba para impedir que saliera.

-Plagg, transfórmame- exclamó el rubio. El kwami protestó pero fue absorbido en el anillo y transformó al muchacho en Chat Noir antes de saltar hacia el akuma antes de que alcanzara a Marinette- ¡CATACLYSME!-

El héroe atrapó al akuma en su mano siendo desintegrado por el poder de Chat Noir justo delante de los ojos de la asustada joven, quien no podía creer lo que estaba viendo.