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          —¿Majestad? — un joven con vendajes en su rostro cubriendo uno de sus ojos se acercó a otro joven de aspecto elegante y joven.

          —¡Hong er! ¿Cómo estas? ¿estás bien? ¿te recuperaste? — habló el joven preocupado por el otro joven que se veía que era un poco menor que el pero más alto.

          —Bien majestad, no debe preocuparse por mí. —el joven se ruborizó y caminó.

          —Ven, vamos a caminar.

     El dúo caminó por un pequeño puente hablando y riendo hasta que escucharon unos gritos a lo lejos, el príncipe se acercó rápidamente a el bullicio y observar que era lo que estaba pasando, al acercarse, vio a un hombre llorando y gritando angustiando mientras se retorcía en si mismo desesperado, como intentando quitarse algo invisible sobre su piel, el joven lo inmovilizó para revisar su cuerpo, al hacerlo, se espantó al ver una cara pequeña incrustada en su piel de forma desgarradora, aquella cara parecía mirarlo, observarlo, analizarlo... y luego de un breve segundo, le sonrió.

| ¬ ¬ | ° ° °


     Xie Lian despertó alertado y a la defensiva, su pulso era acelerado y por su frente y cuello bajaba un sudor frío que erizaba cada pelo de su piel, su cabeza dolía como si un martillo lo estuviera golpeando continuamente, Hua Cheng, quien estaba sentado a su lado, se acercó a el con el rostro preocupado.

          —Amor, ¿estás bien? — preguntó Hua Cheng acercándose delicadamente a el con un trapo mojado de agua fría, Xie Lian se movió y lo miró con dificultad, el dolor de cabeza era insoportable y el mareo era intenso.

            —Si... eso creo... — con ayuda de su esposo logró incorporarse sobre si mismo y sentarse un poco — ... ¿Qué pasó ayer? no recuerdo muchas cosas.

           —Bebiste mucho anoche — colocó el trapo frío en su cabeza suavemente, Xie Lian se estremeció al sentir el frío recorrer su cuerpo hasta llegar a la punta de sus pies — incluso vomitaste en frente de todos.

          —Agh ... ¿Enserio? — Hua Cheng le pasó una taza de té caliente que el bebió muy lentamente.

          —Si... — Hua Cheng rio — y en una de tus travesuras, casi me desnudas frente a todos.

          —¿¡Qué!? — el dios se sonrojó de manera abismal — No juegues conmigo así Sang Lang ¿por qué te desnudaría frente a todos? solo pensarlo me da celos...

          —Me temo que no estoy jugando Gege, viste que habían diosas rodeándome y entre tu y Qingxuan empezaron a quitarme las túnicas, en medio de todo ese alboroto gritaste que soy tu esposo y soy solo tuyo, todos estaban riéndose y tu padre fue quien te detuvo. — el solo recordarlo hizo reír a Hua Cheng, Xie Lian le tiró una de las almohadas.

          —No volveré a beber así... 

     Xie Lian sonrojado se cubrió con la sábana avergonzado, Hua Cheng seguía riendo hasta que escuchó el "toc toc" de una puerta, al abrir se encontró con Yinyu que le avisó de una situación que lo llevó a tener que retirarse de la habitación. Xie Lian se quedó quieto en la cama tomándose su taza de té y pensando en el extraño sueño que tuvo, ¿Quiénes eran esas personas? ¿por qué el joven príncipe se parecia a el pero más joven? y más importante, el joven de las vendas, era como una versión más niño de su esposo y de paso, la extraña enfermedad del rostro que visualizó, ¿Qué era eso? ¿y por qué le sonreía? tenía que encontrar una forma de responder todas sus preguntas.

Cajón de recuerdos ( Hualian AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora