Cap.1 Así nos encontramos

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"No puedes ser un héroe sin una peculiaridad" esas fueron las palabras de su gran ídolo. "Si tanto, quieres ser un héroe, salta de un techo en picado y resa para tener una peculiaridad en tu próxima vida" esas fueron las palabras de su "mejor amigo" de la infancia.

All Migth lo dejo en un techo, Katsuki le dijo que saltará de un techo.

Su madre, hacia ya mucho que lo había abandonado, su cuarto vacío desde hace casi dos semanas, era un un claro indicio de eso.

Sus lágrimas ya no caían, sus ojos esmeraldas que alguna vez estuvieron llenos de vida y determinación, ahora estaban apagados, sin vida, sin ningún indicio de que antes hubieran brillado cuál brillantes esmeraldas.

Su cuaderno chamuscado y mojado, hacia en sus brazos, sin quererlo dejarlo ir, esto, era su único apoyo de su más grande sueño, no quería dejarlo, aún no...

Pasaron horas desde que, "El héroe número 1"  lo había dejado ahí, nadie lo esperaba en casa por lo que solo se quedó, observando el atardecer, era una gran vista tenía que admitir, ese rojo sangre que se pinto en el cielo, como si estuviera consiente de lo que estaba a punto de hacer.

-Tranquilo, Katsuki, ya no tendrás que preocuparte por mi- dijo esbozando una sonrisa vacía...

El héroe "Eraser Head" salió a patrullar como era de costumbre, era algo tranquilizador para el ver los últimos rallos de sol, que el día les regalaba, pero algo en ello llamo su atención, está vez, no sé sentían tranquilizadores, de alguna manera, eran como una especie de advertencia, como si le estuvieran diciendo que se diera prisa, ¿pero de que?, apresuró su paso y comenzó a observar cada detalle que pudo, este era un muy mal presentimiento...

"Present Mic" el héroe de la voz, estaba de camino a casa, su patrulla ya había terminado, por lo que se cambió y salió en busca de recervas de café para su esposo, las que tenían en casa ya se estaban agotando, por lo que decidió en salir a traer más, una extraña sensación que tubo paso por su cuerpo, era un atardecer bastante peculiar como si fuera el indicio de algo, trato de no darle mucha importancia, pero aún así, no pudo salir por completo de su mente, por lo que se puso en alerta, mirando cada detalle que pudiera notar...

-¿Cuánto tiempo más debo de aguantar para que pueda ser feliz?- dijo dando un paso más cerca del borde.
-¿Cuánto más debo de aguantar para poder descansar?- dió otro paso.
-¿Por qué debería seguir soportando este infierno?- nuevas lágrimas silenciosas comenzaron a brotar de las comisuras de sus ojos.
-¿Por qué no todos nacemos iguales?- pregunto estando ya en el borde, su mirada fija aún en el atardecer.

"Ahí" penso el héroe vestido de negro, un niño mirando el rojo atardecer, apresuró su paso lo más que pudo, esa postura que tenía en el borde del edificio, le dijo todo lo que tenia que saber, la había visto es muchas personas, mayormente adultas, pero ninguna vez lo vio en un niño, eso lo hizo sentir sin aliento, un niño no debería de considerar eso.

Su mira paso de estar en las calles a los tejados, seguía algo inquieto, pero se congelo al verlo, era niño pequeño, aunque llevaba un uniforme de escuela secundaria, pero era un niño, ¿que hacía un niño ahí arriba? rápidamente entro al edificio subiendo rápidamente las escaleras, tenía que detenerlo, agradeció que el edificio estuviera abandonado no podía perder el tiempo.

-¿Por qué nadie vino a salvarme?- su mirada paso del atardecer a su cuaderno que ahora sujetaba delante de el.
-¿Por qué todos se fueron?-

El héroe vestido de negro aterrizó silenciosamente detrás del niño, y escucho lo último que dijo.

Había corrido tan rápido como pudo subiendo las escaleras, afortunadamente la puerta del techo estaba abierta, cuando llegó, vio a su esposo aterrizando en el tejado, era muy probable que el también lo hubiera visto por lo que no le tomo mucha importancia, dirigiendo su mirada de nuevo al niño en el borde.

Izuku sintió que dos personas están tras suyo, talvez alguien con decencia humana para detenerlo, pero conociendo su suerte, era muy probable que no fuera para eso, por lo que simplemente lo ignoro.

Se dió la vuelta, para ver quién lo había venido a verlo, no es como si su presencia fuera a cambiar algo, en cuanto supieran que no tenía una peculiaridad, lo dejarían en paz.

Miro a cada hombre, el que estaba parado en la puerta era un rubio con ojos pistaches, con unas muy características gafas, lo reconoció como el héroe "Present Mic", el segundo hombre tenía el pelo color azabache, y unos ojos oscuros, tenía una muy característica "bufanda", lo reconoció como uno de sus héroe favoritos, era "Eraser Head", sentrando su vista en el pregunto:

-¿alguien sin una peculiaridad puede ser una héroe?- no espero una repuesta, le aventó su cuaderno, sabía que el héroe sabría que hacer con el y salto hacia atrás cerrando los ojos.

Ambos héroes se congelaron al ver cómo el niño se dió la vuelta tan repentinamente, miro a Present Mic, y luego miro a Eraser Head, a este lo miro más tiempo, el héroe estaba a punto de decir algo cuando el niño hablo "¿Alguien sin una peculiaridad puede ser un héroe?", con eso dicho le arrojó el cuaderno que tenía a Eraser Head, y salto hacia atrás.

Mic jadeo, y se apresuro hacía el niño, Eraser se sorprendió por el cuaderno arrojado, aún así reacciono, corrió hacia delante atrapando el cuaderno al mismo tiempo en el que arrojaba su arma de captura para atrapar al niño.

El tiempo parecía ir en cámara lenta, Eraser dejo escapar un suspiro de alivio cuando su arma de captura se engancho en el niño, Mic, que estaba más cerca comenzo a jalar el arma de captura de captura, subiendo lentamente al niño asegurándoce de que no se lastimara.

Cuando lograron subirlo ambos lo sostuvieron entre sus brazos, el niño estaba temblando y dejando escapar pequeños sollosos ahogados, Eraser pasaba sus dedos por el cabello del niño, mientras tanto Mic le decía palabras de consuelo, y usaba su peculiaridad para calmarlo.

Después de unos minutos, Izuku por fin se calmo.

-¿Porque?- dijo apenas por encima de un susurro.
-¿Por qué me salvaron?-

-Ese es nuestro trabajo pequeño oyente- contesto Mic

-pero solo soy una carga, un inútil y un desperdicio de espacio-

-no niño, no eres eso, nadie es un inútil y no eres un desperdicio de espacio- dijo Eraser

-pero eso es lo que soy para todos, no tengo una peculiaridad-

-eso no tiene nada que ver, una peculiaridad o no, no te hace un inutil o un desperdicio de espacio-.
"¡Dios! quiero golpear al que le haya dicho eso a este niño"

-¿Que fue?, ¿que te llevo a hacer esto?- dijo Mic con calma sin querer precionarlo demaciado.

-¡Fue todo!, ¡ya no aguanto, ya no más!, ¡todos los días desde que me dijeron que no tenía una peculiaridad, todos me hicieron menos, los maestros me ignoraban, mis compañeros me intimidan diario, recibo burlas todos los días de aquellos que lo saben, mi padre nos abandono, y mi madre se fue, no sé dónde está desde hace dos semanas!, ¡ya estoy arto de todo esto!, ¡los lirios araña en mi escritorio, los abusos de mis compañeros, las burlas, las miradas de lastima y desprecio de la calle, que no traten mis heridas, que me ignoren cuando trato de pedir ayuda!-
Izuku no aguanto más y se derrumbó por completo, dejando salir todo lo que sentía en ese momento, los héroes estaban horrorizados, ¿como alguien pudo hacerle eso a un niño?, Mic estaba completamente horrorizado, Eraser estaba furioso, sabía de la taza de suicidios en los sin peculiaridades, más del 90% se suicidaban antes de los 18 años, pero, ¡este es solo un niño!, estaba claro que no podían dejar a este niño solo.

Erase miro a su esposo y este lo miro de vuelta, ambos asintieron, este niño no podía ir a un orfanato o algún lugar de acogida cualquiera, si hacían eso, la probabilidad de que lo volviera a intentar era alta, y ellos no lo permitirían.

Se quedaron ahí hasta que el niño cayó en la inconsciencia, ya era de noche cuando eso pasó, Eraser cargo al niño para llevarlo a su hogar con Mic, llamarían a Recovery Girl para que lo revise, si encerio le negaban el tratamiento médico, no querían imaginar que tan mal podría estar el niño, ya era una preocupacion lo liviano que era, y no solo eso, tenía el uniforme chamuscado en su hombro derecho y en algunas partes se sentía pegajoso, no quería imaginarse lo que  podría ser, mientras tanto, Mic llevaba las cosas del pequeño y se contactaba con la chica de recuperación para un servicio a domicilio.

El salto que nos unió (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora