¿Y Qué Hacen Las Cicatrices?

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TW: Sangre, autolesiones e intento de suicidio.

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Azumane Asahi siempre terminaba con algúna cicatriz, lo que lo dejaba llorando en brazos de su madre mientras se quejaba una y otra vez. Lo cual no parecía tener mucho sentido realmente, porque esas cicatrices solo aparecían en su cuerpo, él no las causaba y tampoco generaban algún dolor. Entonces, ¿por qué lloras? Es algo que le tendían a preguntar mucho.

"¡Es que significa que mi alma gemela se hizo daño!" balbusea, mientras se aferra más a la falda de su madre, entre hipidos y mocos. "No quiero que se sienta mal"

Esas heridas siempre son pequeñas, y se pierden fácilmente, simples heridas de cualquier niño sano y feliz, eso siempre le decía su mamá, mientras le acariciaba el cabello, comentando lo hermoso que era la preocupación de Asahi, lo feliz que estaba de lo sensible y caballeroso que era.

Su alma gemela seguro se enamoraría al instante, decía.

Mientras Asahi crece, no puede siquiera pensar en que eso pueda ser una posibilidad.

...

La primera vez que despierta con esas cicatrices es también la mañana en que su abuelo lo toma entre sus brazos, gritando, pidiendo explicaciones y perdón, sobre cómo podían hacer mejorar las cosas. "¡Yuu!" grito, "¡pensé que te había quedado claro, enano! Si necesitas ayuda, ¡solo dilo! No te hace menos hombre, ni nada, todos necesitamos apoyo"

"¿Qué? ¿De que me hablas viejo?" cuestiona, mientras levanta sus bazos para devolverle el abrazo y las ve, están en sus antebrazos, son largas, finas, recién curadas... Son cicatrices. El pobre de Nishinoya grita aterrado, mientras su abuelo lo acompaña.

...

Hay sangre en el espejo, en el lavamanos, en el suelo y en sus brazos.

En momentos como estos, es bueno tener barba, piensa, con burla. Después de todo su familia vería raro cuantas cuchillas compraba.

Después de eso se pone a llorar. Mientras pedía al cielo y a su alma gemela perdón.

...

Los rumores no tardan en correr, Yuu siempre fue del tipo que buscaba llamar la atención, pero nunca creyó que esta fuera tan... Asfixiante.

Empieza con sus compañeros de equipo, genuina preocupación, palabras de apoyo, una que otra mirada en los vestuarios, en los pasillos. Cuando explica la verdad tras su situación, todos parecen más aliviados, pero no se detiene realmente, es molesto. Piensa en lo mucho peor que debe ser para su alma gemela.

Sus maestros lo frenan en los pasillos y lo llaman a donde el director, inclusive lo llevan con el psicólogo estudiantil. Cuando explica su situación, todos se detiene de la nada, le hace pensar en lo jodido que sería si de verdad él fuera el culpable y solo hubiera mentido al respecto. Piensa en lo peligroso que debe ser para su alma gemela.

Luego sigue la gente, las miradas poco indiscretas, la forma en que le señalan con el dedo, las burlar y los insultos. Piensa... Piensa en lo mucho que lo lamenta por su alma gemela.

"¿No le odias?" pregunta una tarde Tanaka, mientras ve a Nishinoya rascarse los brazos, habían aparecido nuevas cicatrices y a pesar de no doler, si dejaban un espejismo nervioso que lo obligaba a hacer algo, lo que sea. "Es su culpa, después de todo"

"Exacto... De los dos, será siempre quien sufra" murmura, con pena, "¿cómo podría odiar a alguien que de por si ya se odia a si mismo? No creo que sea justo"

"Joder, eso sonó muy maduro y genial, Noya-san" dice Hinata, a quien le dan un golpe en la cabeza que lo deja lloriqueando y en el suelo. "¿Por qué, Suga-san?"

"Así no era la manera de decirlo, tonto" bufa el de tercero, para luego darle una sonrisa incomoda a Noya. "Aunque tiene razón en algo, eso fue muy maduro, Nishinoya"

El bajito solo se encoje de hombros, mirando el cielo. "Gracias, supongo"

...

Quiere detenerse. ¡Debe detenerse! Joder, ¿por qué no es capaz de detenerse?

Besa sus cicatrices, rogando por algo de perdón, por algo de consuelo, solamente quiere borrar esas horrendas marcas de la pobre persona que tuvo la desgracia de estar atado a él.

Quiere detenerse... Pero no puede.

También es un mentiroso, para rematar.

La verdad... Es que en realidad no quiere detenerse. Por eso ruega perdón, sabiendo no merecerlo.

Si fuera más fuerte, quizá, solo quizá... Podría ser capaz de decirle eso a la cara.

Oh, pobre Nishinoya Yuu. Te toco la peor alma gemela.

...

La primer vez que pasa "aquello" es aterrador, puesto que como buen adolescente sano, consciente de su rol como libero y además, ave madrugadora, estaba dormido cuando sucedió. Despertó brusco, asustado, una mano fue a su garganta y la otra a su pelo mientras rogaba por aire.

Fueron segundos, minutos en los que su garganta se apretaba mórbidamente y no había nada que pudiera hacer, solo sentir, era un peso, no dolía ni nada, solo estaba ahí, como si se estuviera ahogando con la nada misma. Grita, en realidad es solo un suspiro desesperado, pero su abuelo ahora anda muy pendiente de su propia existencia y llega al rescate.

La compañía es un consuelo, y cuando se acaba, puede abrazar a su abuelo entre las lágrimas mortales de su corazón destrozado. ¿Por qué? ¿Por que él? ¿Qué había hecho mal?

Al día siguiente, su cuerpo es decorado con una nueva cicatriz, esta en su cuello... Y le da mucho asco.

...

No va a la escuela por días. Asahi lo nota y le hace salir corriendo de clase para vomitar del asco que siente hacia si mismo, y lo que le causa a un alma tan inocente de su propio pecado como es Nishinoya.

Creyó que si acababa con todo, si simplemente sucedía podía librarlo de este dolor, de esta sucumbida mortal hacia el precipicio de su mente, donde ambos iban a terminar cayendo por el pleno peso de Asahi y la cadena universal que se esforzaba exageradamente en unirlos. Por un momento creyó que podía irse solo, pero solo termino causando más daño.

De todas maneras, a la semana lo intenta otra vez.

...

Despierta con el deseo de vomitar, pero sin poder hacerlo. Algo le quema en el interior, un sentimiento que nace en su estómago, se extiende por su garganta y le deja entumecida la lengua.

Su abuelo se apresura a su lado y lo acompaña en su indolora pero aterradora experiencia, cuando al fin se detiene Nishinoya toma un largo suspiro y cierra los ojos.

"Lo odio"

"Lo se enano, lo sé"

"De verdad lo odio... ¿Por qué se supone que debo amarlo? El universo es ridículo"

"Lo se... Yo... La verdad, es que no lo se"

Por supuesto, nadie sabía.

Pero, se detiene.

No sabe las razones detrás de aquello pero todo se detiene y así, tan fácil como había empezado Yuu pudo volver a su vida normal. En el fondo, el pequeño libero sabe que todo eso no fue fácil, que no hay ninguna vida normal... Y que, lo más probable, es que su alma gemela este muerta.

"Diablos" Gruñe. Mientras ve a sus amigos enamorarse frente a sus ojos. "Esto duele aun más... A ese tipo realmente no le importo un carajo, ¿verdad?"

You Are My SoulmateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora