A mis veintidós años debí aprender a las malas que sólo había un ciclo en la vida, una ley natural: o vivías, o morías. Lo que pasaba dentro de esos dos tramos no le interesaba al mundo. Si habías alcanzado o no la felicidad antes de morir, era tu problema.
El caso era que ese ciclo para mí era una mierda. No importaba cuántas vueltas le diera, al final siempre llegaba a una única conclusión: era injusto. Había tantos sueños de por medio, tantos momentos por vivir, tantos recuerdos que crear... que pensar en la idea de ser empujado cruelmente fuera de la carrera me parecía injusto.
No debía ser así.
No debía acabarse el tiempo tan pronto.
No debían quitarnos a las personas que más amábamos.
Y sin embargo, la vida misma lo hacía de un simple tirón.
Por eso, sentada en el suelo de mi balcón con las piernas pegadas al pecho, con el aroma del rosedal lleno de espinas que me impedía huir de esa prisión llamada "hogar", decidí crear un plan que, si bien no llenaría mi alma vacía por la pérdida, estaba segura de que sí apagaría la culpa que me acompañaba como sombra.
Era mi plan de huida. Mi plan de salvación. Era mi plan de venganza hacia la vida, y pensaba llevarlo a cabo al pie de la letra.
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Raíces de un Corazón Roto [EN PROCESO]
Ficção Adolescente"Riega tu corazón con lágrimas, y dale una sonrisa llena de luz; sólo entonces, conseguirás que tu corazón lleno de raíces y espinas sea una hermosa flor". 🌸🌸🌸 Prohibido copias y adaptaciones. Esta obra es origina...