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—Feliz cumpleaños, Gemma, feliz cumpleaños a ti... -todos los invitados cantan en coro, felices y aplaudiendo al momento en que soplo la vela y los flashes de las cámaras iluminan el comedor.
Todos vienen emocionados uno por uno a abrazarme, siendo mi hermano el último.
—¿Segura que estás bien? -me pregunta susurrando en mi oído. Y mi cuerpo apenas pudo reaccionar por inercia asintiendo en respuesta pero en realidad me sentía aturdida, quería estar sola y pensar durante horas, llorar.
Una vez que finalizó mi fiesta de cumpleaños y finalmente estuve sola en casa, hice lo que estaba deseando desde que recibí al primer invitado: las lagrimas comenzaron a salir por si solas. Miro a mi alrededor, los globos están desinflados, se ven sin vida como yo.
Cogí mi celular y abrí la galería, específicamente la carpeta que tenía única y especialmente para él, como si el dolor que siento ahora fuera poco.
La primera foto que veo es de él de espaldas a mi teléfono cocinando. Ese día fue el primero en cuanto comenzamos a salir sin formalizar la relación, lo invite a mi casa, era exactamente un 23 de diciembre del 2015 y estábamos apresurados haciendo galletas navideñas.
Mi llanto se intensificó al ver la siguiente foto. Es una foto tomada por Jimin, los dos junto con otros amigos asistimos a la fiesta de Halloween y a su vez de celebración del cumpleaños de mi hermano en su casa. Jungkook y yo nos estábamos besando junto a la ventana de la sala, nuestro primer beso, su disfraz era de un Segador y el mío de Pearl.
Un mensaje de Jimin apareció en la barra de notificaciones.
Jimin: Sabes que me preocupo por ti. Sé que tal vez ahora estés peor de lo que imagino. Quitando el hecho de que soy amigo de Kook, como tu hermano mayor quiero que sigas adelante, eres una chica con muchas ambiciones, hermosa, soñadora y tienes un alma y corazón puros que estoy seguro que alguien más podrá valorar como lo mereces.
Leí el mensaje unas tres veces al menos. Y no sé si es por la ruptura o por mi estado en este momento pero cada palabra que dice Jimin, simplemente me son difíciles de creer. Por la mañana estaba a punto de pedirle matrimonio al que pensaba que era el amor de mi vida y ahora no me queda nada más que sus pertenencias que dejó en las tantas veces que venía a mi casa.
Tengo muy en claro que debo comunicarme con él para que vuelva a por sus cosas, pero quisiera tenerlas por el tiempo que pueda, al menos por ahora.
Me dirijo a mi habitación y abro mi armario en el cual a la vista se ven 2 suéteres negros de Jungkook, una camisa oversize de Cooky que me regaló para dormir y un bóxer de Calvin Klein el cual le robé también para dormir luego de su colaboración con la marca anunciándolo como nuevo embajador.
Aún tengo tus cosas y me miran como si fueran recuerdos.
Llamé enseguida a Namjoon.
—Hola, no puedo contestar por el momento, deja tu mensaje. -un nudo se formó en mi garganta al escuchar la grabadora.
