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Gemma... ¿Gemma?... ¡Gemma!
Doy un respingo de susto, subo mi vista y me encuentro con un par de ojos azules, tan americanos que no me hacen sentir nada y solo me hablan de los planes para el 4 de julio. Sus ojos azules son como el mar, el cielo, como un diamante pero no es lo mismo porque no son tus ojos marrones, como el café, la madera, el chocolate, como mi abrigo favorito.
—Justin no puedo seguir con esto, lo lamento.
Su rostro cambió al escuchar mi sentencia. Lo siguiente que hizo fue levantarse del sofá y reclamarme, gritarme, su voz se quebró pero a mí no me importó, ya no sentía nada por él. Es más, no sé si en algún momento algo de lo que tuve con él fue real.
—Lo siento. -logre decir en medio de su griterío. Lo miré a los ojos, azules como el color de mis uñas, como el color de mi cepillo de dientes, azul como mi alma desde el día en que dejaste de formar parte de mi vida.
Ese mismo día Justin se fue de casa —no sin antes recoger las pertenencias que tenía en mi casa— para irónicamente volvernos a encontrar en algún futuro. El mundo es muy pequeño pero lamentablemente no tan pequeño para hacer que tú y yo volvamos a coincidir.
Me pregunto qué será de tu vida...
Cuando estábamos juntos recuerdo que solías cantarme en momentos inesperados, decías que en algún momento te presentarías en un concurso de talentos y te convertirías en un gran cantante. Ahora siempre te miro con ilusión en la televisión, junto a los chicos.
Mi celular comenzó a sonar. Namjoon.
—Hola ¿Nam? -contesté dando un brinco de alegría.
—Gemma, ¿Cómo estás? Escuché el mensaje que dejaste y tenía en mente llamarte pero hemos estado muy ocupados, ya sabes...
—Si lo entiendo, no te preocupes. -hubo un pequeño silencio, hace 3 meses le había dejado ese mensaje en el buzón de voz y ahora que él me está llamando no tengo ni la menor idea de qué decir.
—Escucha, Jungkook ha dicho que en caso de que llamaras no quería hablar contigo, le apenaría hacerlo y no se sentiría listo.
Mi corazón se estrujó un poco al escucharlo,— Oh, está bien. -otro silencio se formó hasta que volví a hablar- ¿Cómo está?
—Está bien, Gemmi, me ocupo de que siga así de todos modos. Lamento que no pueda hacer lo mismo contigo ¿Tú estás bien?
¿Yo estaba bien? En realidad en todos estos meses que han transcurrido no me había preocupado por eso. No estaba para nada bien.
—Supongo que sí -mi voz se quebró y las lágrimas comenzaron a salir-, perdón, no quería llorar. Los extraño mucho, ¿Sabes? A ti, a los chicos y... Maldita sea, extraño cada día de mi vida a Jungkook.
Nam no hablaba pero sabía que me escuchaba en silencio, tal vez acostado en el respaldar de su cama.
—No debo ser yo quien te diga esto pero él está comprometido, se va a casar.
Cada palabra que dijo me fue difícil de digerir y de aceptar. No podía imaginarme a la persona que más amaba con alguien más, simplemente era difícil. Es que solo ha transcurrido un año y medio.
—¿Tan rápido me olvidó? -susurré.
—Gemma, ha pasado tiempo, hace 3 meses se dio pública su relación y-
—No, Namjoon, es que no logro comprender cómo es que conmigo no quiso casarse luego de años de relación y con esta nueva chica sí.
—Gemma, a veces no es el tiempo sino la persona y la conexión que tengan.
Me quedé en silencio. Su tono de voz había sido brusco y sus palabras no se quedaban atrás. Tal vez tenía razón, aunque me negaba a aceptarlo, colgué sin despedirme, simplemente no podía hablar más. Me disculpé enviándole un mensaje de texto y apagué mi celular.
Esta definitivamente era la señal de olvidar todo recuerdo sobre Jungkook y deshacerme de cosas que me recuerden a él, en especial el estúpido anillo.
┈───┈ Haré capítulos cortos de ahora en más ya que la historia es en base a la canción de Giveon, incluyendo referencias de la misma.
