Un dia cualquiera, Ran haitani, alguien deseado y codiciado por chicas y chicos, paseaba con su hermano menor, sin imaginarse que ese dia conoceria a una chica inusual.
Kawata Nahoya, alguien inexperta en las relaciones, siendo alguien con te...
Asi estaba siendo el dia de kawata Nahoya, ya pasaron algunos dias desde la ultima vez que a visto a Ran Haitani, no quiere decir que no se lo a topado algunas veces. Pero al momento de encontrarselo huye lo mas rapido de ahi.
Aun no descubre que es lo que su gemela le oculta, aunque sabe bien que no debe estarse metiendo en su vida, pero vamos, ¡Es su hermana mayor!, obvio que tendra curiosidad por saber que es lo que su hermanita no quiere decirle.
Solto un bufido frustada.
Hoy mismo deberia elegir entrar a una electiva de la preparatoria. Almenos para pasar tiempo. Hubiese elegido entrar a la electiva de cocina, pero queria intentar algo nuevo, este era su ultimo año de preparatoria y debe elegir algo diferente ¿no?, siempre a elegido la electiva de cocina.
Aunque ahora se estaba arrepintiendo.
Llegaba tarde a las clases de arte, y todo por haberse quedado dormida en la biblioteca, ¿que culpa tenia? Tenia libre en ese momento.
Abrio la puerta rapidamente, sintiendo las distintas miradas sobre ella, haciendo que gruñese bajo por la incomodidad. La maestra la miraba, esperando que entrara para poder dar la clase, y con verguenza se adentro al aula, sentandose al fondo. Miro bien el lugar, mirando frente a ella una pana con frutas y demas cosas, la cual serviria para la clase y bla bla.
La maestra, de nombre Gema se presento ante todos los que estaban ahi, pidiendo que se presentaran para tener ¿confianza?, si eso.
Miro a la puerta del salón al escuchar un portazo, su cuerpo se tenso al ver al culpable de sus posibles dudas parado ahi.
Ran Haitani.
Tenia tantas ganas de lanzarse por la ventana y usar sus tecnicas para lograr bajar del maldito segundo piso, se veia tentadora la idea. Miro a las demas chicas babeando por el atractivo chico de trenzas que acababa de entrar, atractivo mi trasero.
Bufo, mirando a la maestra como regañaba por un momento al alto para despues dejarlo pasar a la clase.
Al parecer el destino esta en su contra, y rezaba con toda su alma que la hora de clases terminara ya.
Se arrepentia por no haberse unido a la electiva de cocina.
Pero almenos agradecia que el mayor no se diese cuenta aun de su existencia.
—Muy bien, olvidando al joven que acababa de entrar, sigamos con sus presentaciones por favor —amablemente la mujer miraba s los demas, almenos faltaban pocos para ya poder empezar con la clase.
Despues de unos largos minutos llego su turno, levantandose del suelo, comenzo a hablar.
—Mi nombre es kawata Nahoya, no necesito contarles sobre mi vida. Algunos me conocen gracias a las clases de cocina, asi que un gusto. —Dijo, aunque no era mentira sobre la clase de cocina, realmente si pudiera, participaria como concursante en MasterChef y ganar el primer lugar.
Solto una risita tras su propio pensamiento y tomo asiento.
La clase inicio despues de un rato, talvez y no sea tan malo. Ademas quiere aprender sobre pinturas y esas cosas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al terminar la clase, guardaba sus cosas en el bolso que se le fue dado y fue a dejar todo a su lugar. Se quito el delantal que habia ocupado para no manchar de pintura su vestuario y lo guardo en unos de los casilleros que se encontraban ahi.
Todos los que estaban en el salón salian de apoco, algunos en grupo o otros solamente se iban.
—No espere encontrarte aqui, princesa —escucho tras suyo, no necesitaba voltearse para saber quien era.
—No te importa en que lugar este, Haitani. —Dijo tomando su bolso en manos, comenzando a caminar a la salida. Ran comenzo a seguirla.
—Princesa espera, no me ignores. —Caminaba atras suyo, intentando tomarla de la mano o almenos detenerla, pero la Kawata aceleraba el paso cada vez.
Y asi siguio la cosa, el seguia a la de menor estatura y esta queriendo evitarlo a toda costa. Hasta que lo miro, frente a el se encontro con Sato Ryusei, se podria decir su enemigo desde el año pasado.
Y al parecer conocia a la kawata, por que esta se detuvo frente a este.
—Oh pequeña, que coincidencia encontrarte. —dijo el peli blanco, posando la palma de su mano sobre el cabello de esta.
El Haitani solamente miraba como la kawata le sonreia al moreno, indescifrablemente se sentia ¿enojado? ¿Celoso?, pero lo que sabia era que no queria que la kawata este al lado del peli blanco.
Carraspeo su garganta, llamando la atencion del peli blanco.
—Pequeña, ¿el esta contigo? —Pregunto, mirando la mueca de la kawata.
Antes que esta contestara, fue jalada por el de trenzas.
—Lo siento, pero debemos seguir con nuestro camino. —Dijo con falsa voz, mirando al peli blanco y sonriendo con burla, la femina intento soltarse de los brazos del de trenzas, pero este no cedia a lo que la menor queria.
¿Desde cuando este palillo es tan fuerte?, penso la kawata ya rendida. Ran comenzo a caminar del lado contrario, jalandola del brazo.
Ryusei miro la escena, despidiendose de la kawata.
Caminaron casi por todo el instituto, y ran aun sostenia con fuerza del brazo de la menor. Esta ya resignada se dejo arrastrar por todos lados por el de iris amatistas. Terminaron llegando a la cafeteria que quedaba cerca del campus de la preparatoria.
—Ya sueltame idiota. —jaloneo la kawata, intentando soltarse—, ¿que es lo que quieres de mi, idiota?
—¿Que es lo que quiero? —Repitio lo mismo que dijo la de cabellos melones—, Quiero conocerte kawata, eso es lo que quiero de ti.
La menor lo miro perpleja.
—¿Que quieres que? —pregunto.
—Quiero conocerte, ¿no?, eso es lo que quiero de ti, ¿Me dejarias conocerte? —pregunto, Nahoya aun seguia procesando, ¿Ran Haitani quiere conocerla? Realmente extraño, aunque poniendo en cuenta que el de trenzas no a parado de acosarla desde el momento en que la conocio, osea, desde el dia que se metio EN SU PELEA sin que se lo hubiese pedido.
Y ademas metiendo en cuenta que Ran Haitani es un mal intento de Fuck Boy.
Aunque en esto debe de haber una razon aparente para que Ran Haitani la acechara tanto ultimamente, y tendria que descubrirlo si o si.
—Bien, acepto tu segun amistad. —Murmuro cabiz baja, ran sonrio deteniendo su paso, tomando las manos de la kawata mientras la miraba con su sonrisas radiantes.
—No te arrepentiras por tu decisión.
—Eso espero, Ran Haitani o te golpeare hasta que quedes irreconocible.
—Bien, bien, lo entiendo.
☆
Estoy inspirada, no se, talvez me hizo bien leer algunos fics ultimamente, asi que aqui les traigo este capitulo ✨
