***CONTENIDO PARA MAYORES DE 18, LEE BAJO TU RESPONSABILIDAD***
De pronto se detuvo, abrí mis ojos y estaba ahí, sobre sus rodillas observándome.
- Tu cuerpo es perfecto, eres perfecta. Eres más de lo que yo esperaba tener un día.
Sabía que estaba sonrojada y no solo por el calor que sentía en ese momento, estaba sonrojada porque esas palabras se oían bellísimas, saber que alguien te ve de esa manera es demasiado hermoso. Sonreí.
Y así, poco a poco me relaje entre sus brazos, me estaba entregando a ella, no le entregaba solo mi cuerpo, también le entregaba mi corazón, aunque ella no lo supiera. Los besos que nos estábamos dando estaban cargados de deseo, se sentía el fuego entre nosotras, era algo que necesitábamos desde hace mucho. Empezó a quitar mi brasier y dejo libres mis senos, los tomaba en sus manos fuerte, podía sentir su deseo, los succionaba y mordía suavemente haciendo que mi espalda se arqueara y de mi boca salían pequeños gemidos, con su lengua rozaba mis pezones y al mismo tiempo sus manos se encargaban de acariciar el resto de mi cuerpo, mis gemidos eran cada vez más fuertes, su mano estaba tocándome por encima de mi ropa interior y sabía que estaba demasiado húmeda, sus manos bajaron hacia mi cadera para quitar mi panty, era lo único que le impedía tenerme a su merced, con su boca recorría desde mi cuello dando pequeños mordiscos, bajando por mis senos dando pequeñas lamidas, por mi abdomen dando besos húmedos, por mis piernas, hasta que por fin llego a mi zona más sensible, la cual pedía ser tocada por ella, su lengua empezó a moverse en círculos sobre mi clítoris, con cada movimiento que hacía con su lengua ocasionaba miles de sensaciones en mí, me retorcía y estremecía pidiendo más, succionaba y con sus dientes de manera delicada mordía mi clítoris y su lengua iba desde mi entrada hasta arriba en el monte de venus, recogiendo todo lo que lograba sacar de mí, mis gemidos eran cada vez más fuertes y podía sentir como mis piernas temblaban, estaba a punto de llegar a mi orgasmo, levante mi cabeza para ver ese bello panorama y la vi humedeciendo dos de sus dedos, me miro y sus ojos estaban llenos de ¿amor?. Los introdujo suavemente en mi interior y fue un placer inexplicable, se sentía demasiado rico como movía sus dedos dentro de mí, tire mi cabeza hacia atrás dejando que hiciera conmigo lo que quisiera, mientras movía sus dedos cada vez más rápido y más fuerte mis manos tomaban su cabeza y la hacía ponerse más cerca de mi centro, ya no podía gesticular palabra alguna más que gemir su nombre, mi cuerpo se estremecía y se tensionaba, estaba llegando al clímax, sus dedos salieron de mi interior y su boca se encargó de recibir mi orgasmo.
Nuestras respiraciones estaban agitadas, Alex subía dando besos por mi cuerpo hasta que llego a mi boca y los besos aun no bajaban la intensidad, poco a poco nuestra respiración se fue normalizando, no podía parar de sonreír, Alex sacaba lo mejor de mí, no quería nada más que no fuera a ella junto a mí. Mi mente empezó a divagar, así que tome la siguiente iniciativa, fui yo quien quito su ropa dejándola desnuda ante mis ojos, supe que jamás me cansaría de verla así, no era su cuerpo (no puedo negar que sus brazos eran fuertes y eso era demasiado sexy), era su alma, sus ojos. Trate de hacer sentir mis labios húmedos sobre su pecho y pude oír como un gemido salía de su boca, no pude evitar que una sonrisa se dibujara en mi rostro, con mis manos empecé a rosar su centro y eso hizo que la temperatura empezara a subir nuevamente, de pronto Alex me tomo de la cintura, hizo que me trepara encima de ella para sentarme sobre sus caderas y así juntar nuestros centros, empezamos en un movimiento donde nuestros sexos se encontraban y con cada movimiento que hacíamos el placer se hacía más grande, Alex devoraba mis senos como si no hubiera un mañana, sus manos recorrían mi espalda y hacia que mi cuerpo se presionara más sobre ella, mis manos aruñaban su pecho y ella gemía, podía sentir entre mis piernas como corría su humedad, poco apoco los gemidos fueron a un ritmo igual, estábamos bastante cerca de obtener un orgasmo juntas, trataba de moverme bien y a su ritmo y en pocos minutos su cuerpo se tensó junto al mío y pudimos alcanzar nuestro clímax al tiempo. Caí rendida en su pecho, el sudor corría por nuestros cuerpos, la felicidad me invadía, jamás había sentido tanto placer en una tarde, con Alex podía ser yo sin reservas, con Alex no tenía miedo, con ella podía ser libre y sentirme querida, sus caricias me llevaban al cielo.
Estaba dando tiernos besos en mi cabeza, levante mi mirada y tenía sus ojos cerrados.
- Aún no hemos terminado.
Le dije.
Me levante suavemente y me incline para llegar a sus piernas y sin pedir su permiso pase mi lengua por su centro y carajo! Se escuchó delicioso la manera en que gimió para mí. Mi lengua se movía abajo de acuerdo al ritmo que su cuerpo me pedía, sabía que hacia un buen trabajo por sus gemidos y sin pensarlo en menos de 2 minutos su orgasmo llego a mi boca y lo recibí con mucho placer, subí nuevamente limpiándome su líquido, mirándola fijamente a sus hermosos ojos verdes. Pase una tarde espectacular junto a ella, nos duchamos juntas y ella seguía besándome, sabía que si me tardaba más tiempo en llegar tendría problemas en casa, así que me llevo y se despidió con un beso tierno y dulce.
Así pasaron los días, los besos y los momentos se hacían cada más presentes, ya no la veía como una "amiga", era evidente que el sentimiento había crecido, estaba perdidamente enamorada de ella, pero ninguna se atrevía a dar el siguiente paso, tal vez por miedo a ser rechazada.
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ROMPIENDO BARRERAS
RomanceEl amor no tiene edad ni condición. La llegada de Isabel a un pequeño pueblo, causa estragos en la vida de Alex, una mujer que disfrutaba su tiempo al máximo y a su manera, no quería compromisos ni mucho menos un amor permanente. ¿Llegará por casual...