COMO SI FUERA LA PRIMERA VEZ

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Me puse de espalda a ella y ella empezó a sobar con mucha dulzura mi brazo, se acostó a mis espaldas, me abrazo y empezó a darme besos castos y tiernos en el cuello, hizo que me estremeciera, creo que lo noto y empezó a pasar de micuello a la espalda, cada beso y cada roce hacia que se estremeciera cada parte de mi cuerpo, quería más, más besos más tacto, más de ella, la temperatura de mi cuerpo aumento y ya me sentía muy húmeda, de pronto sentí una de sus manos en mi seno, lo apretaba entre ella, usaba sus dedos para jugar con mi pezón, seguía besando y lamiendo mi espalda, sentía su respiración agitada al igual que la mía, sabía que ella lo deseaba tanto como yo. Mi cuerpo le pedía a gritos que lo tocara, que lo deseara, y así lo hizo, me giro boca arriba para mirarme a los ojos y besarme de una manera provocativa, su lengua jugando con la mía, sus ojos verdes ahora eran oscuros por el deseo, una mirada llena de perversión y lujuria que me hacía mojar más y más, quería sentir sus manos en mi sexo, que me acariciara a su antojo, empezó la danza bajando por mi vientre, quitaba mi ropa interior con mucha suavidad tomando todo el tiempo y yo muriendo porque me tocara... Al momento de quitar mi ropa interior me miro para que diera mi aprobación y así lo hice, llego a mi sexo, empezó a jugar con su lengua en él devorándolo a su antojo, con cada movimiento me hacía gemir, me hacía subir al cielo, al tiempo que jugaba con mi clítoris introdujo sus dedos en mi interior, los empezó a mover dentro de mí, se sentía tan bien, una sensación que jamás había experimentado, era como si mi cuerpo fuera un libro que solo ella podía leer, un placer inexplicable, aumentaba el ritmo al tiempo que mi cuerpo se lo pedía, sacaba sus dedos y los volvía aintroducir cada vez más rápido embistiendome, podia sentir su deseo, mis piernas empezaron a temblar, mi respiración cada vez más agitada, mi rostro lleno de calor, gemí al llegar al clímax, gemí sin ningún tipo de pudor... Y así fue como una mujer me lleno de un orgasmo y un placer que no había experimentado jamás en mi vida, así fue como una niña me llevo al cielo y al infierno en la misma noche.

Al terminar y calmar nuestras respiraciones nos quedamos en silencio, podía sentir mis piernas temblar y aunque estaba ya oscuro sabía que tenía una sonrisa enorme en mi rostro, éramos solo nosotras, el tiempo se detuvo y solo me dedique a contemplarla a ella, a oír su corazón ahora calmado. Con la edad que tenía en ese momento y después de haber tenido a varias mujeres en mi vida puedo asegurar que nunca nadie me había hecho sentir así, nunca me sentí tan deseada por alguien; mientras estuve en esa relación con Diana solo me sentía menospreciada, era como un objeto que usaba a su antojo, presumía tener una relación envidiable frente a sus amistades como si fuera una mujer ejemplar y dedicada a su hogar, pero nadie conocía en realidad el monstruo que era, pero Alex... Ella era otra cara de la moneda, podía ser tierna delicada y al mismo tiempo pervertida, eso ocasionaba miles de sentimientos en mi interior. Luego de unos momentos me quede dormida, ella fue tan dulce que no me despertó al marcharse y así llego la mañana, ya me encontraba sola en casa y mi estómago sentía las llamadas "mariposas" cuando pensaba en ella.

ROMPIENDO BARRERASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora