💖𝔘𝔫 ℭ𝔬𝔯𝔞𝔷𝔬𝔫 𝔇𝔬𝔪𝔦𝔫𝔞𝔫𝔱𝔢💖ⒶⒹⒶⓅⓉⒶⒸⒾⓄⓃ(𝑀𝑒𝓌𝒢𝓊𝓁𝒻)

𝒜𝓈𝓊𝓈𝓉𝒶𝒹𝑜; 𝐼𝓃𝓉𝓊𝒾𝒸𝒾ó𝓃 𝒹𝑒 𝒪𝓂𝑒𝑔𝒶

Mew miraba a la persona a su lado, se sentía demasiado extraño y tensaba cada vez que respiraba, era el aroma de la otra persona que lo tenía así.
Desde que se dió cuenta de sus sentimientos por Gulf y aceptó su amor, sabía que cualquier otro aroma que no sea el de su esposo, lo haría doler la cabeza y su lobo lo rechazaría. Pero ahora no entendía cómo es que podía pasar eso, la persona que estaba a su lado era su esposo, Gulf.

Porque cuando miraba a esa persona, veía a su Omega, pero el aroma, el aroma no pertenecía a su esposo.
Su desesperación aumentó cuando esa persona lo tomó de la mano, no era para nada como tener las pequeñas manos de Gulf sosteniendo las suyas.

De la nada esa persona salió del auto y abrió la puerta del copiloto, lo invitó a salir y él medió mareado se animó a salir. Miró a su frente, era una pequeña cabaña con muchos árboles a su alrededor, un pequeño lago a unos treinta metros y el único camino por el cual ellos habían llegado.
Mew ladeó su cabeza y miró al hombre frente a él, estaba seguro que a quien veía era su Omega. Pero no era su aroma, y tampoco tenía esa conexión que usualmente sentía al tener contacto físico con el rubio.

Art lo llevo dentro de la cabaña, todo estaba muy bien acomodado y arreglado. Era una cabaña muy peculiar, al parecer era más una casa, pero la forma daba a la de una cabaña.
Miró a todos lados, había cuadros raros, flores viva en floreros, un espejo grande justo frente a unos muebles color negro; Al mirar al comedor, se dió cuenta que la mesa era para ocho personas, una cocina bien equipada y también una puerta que daba a la parte de atrás del bosque.

Cuando se acercó un rato, se dió cuenta que esa cabaña no la conocía, pero sí la había visto en alguna foto hace años.

—¿Por qué me trajiste aquí?.

Art volteó y lo miró, ya que este estaba poniendo seguro a la puerta principal.

—Aquí nadie nos podrá molestar, Mewie.

—¿Cómo sabes de este lugar?.

—Es un regalo para ti, ¿Te gusta?.

Mew inspeccionó nuevamente la casa con una sola mirada.

—No estoy seguro, pero creo que la ví en una fotografía... Hace mucho tiempo.

—No importa, ahora ven, vamos a la habitación... Tenemos que quitarte esas ganas que traes.

—Espera— no dejó que el Omega lo tome de las mano, instintivamente se alejó de él— ¿Qué hora es?.

Art siseó su mirada y pensó que quizás Mew se dió cuenta de algo, pero aún así, actuó como si nada pasará.
Se aclaró la garganta y le sonrió muy cariñoso, luego intento tocarlo nuevamente, para hablar.

—La hora no importa, estamos juntos aquí... Ven vamos a la habitación.

—No.

Se negó a que él lo tocará nuevamente.

—¿Qué pasa?.

—No quiero ir contigo.

—Pero si estás en celo, yo puedo ayudarte.... Kookie, ¿Me vas a rechazar?.

Claramente Mew escuchó una queja por parte de ese Omega que tenía la cara de Gulf, pero no su aroma y tampoco su tacto.

Quería ir, salir de ahí, pero no podía, y él no entendía porque.
Miró sus manos, aún estaban rojas, su cuerpo quemaba y su garganta exige algo frío.
Suspiró profundamente y exhaló el aire pesado que había en esa cabaña, luego miró al Omega frente a él.
Intento no sonar raro, y mucho menos sospechoso.