LET ME IN - Lee Heeseung

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Soora

Caminaba entre pasillos buscando algún ramen nuevo que probar, la mayoría ya los había comido, pasaba más tiempo en tiendas de conveniencia que en mi propia casa.

Llevaba unos chocolates y una bebida de manzana.

Tal vez pasaría unas horas en la tienda, luego iría a casa de Sunoo a hacer tareas y luego veamos películas, me iría a las 6, con suerte llegaba a casa antes que mi mamá y luego...

- ¡Mierda! - exclamé al ver cómo caían las cosas que llevaba en mano al chocar con alguien.

Me agaché a recogerlo, al parecer nada se había roto pero ya había echo un escándalo.

Que vergüenza.

Desde el suelo miré a la persona con la que había chocado y..

Oh no.

Tenía que ser él.

- Deberías fijarte por dónde caminas- me dijo.

Me levanté.

Admito que iba distraída y es probable que haya sido culpa mía pero el era muy grosero de todas formas.

- Tu también fíjate- tomé el primer ramen frente a mí saliendo del pasillo y para colmo tropezando al final de este.

¿Hoy podía ser un peor día?

Pagué, preparé el ramen y mientras lo hacía no ví rastro del peli-morado cerca entonces me calmé, el tenerlo a tan solo centímetros me había puesto nerviosa.

Con la sopa ya hecha me encaminé a una de las mesas que la tienda ofrecía dentro del establecimiento, me senté y empecé a comer.

Estaba inmersa en mis pensamientos hasta que lo volví a ver buscando con la mirada donde sentarse, también tenía un bowl de ramen en las manos, luego miro donde estaba yo, era la única mesa con asientos disponibles.

Volteó a los lados como buscando algún otro lugar, suspiró y estaba a punto de devolverse.

- Siéntate, no seas ridículo- le dije.

Paró, me miró y suspiro dirigiéndose hasta donde yo.

Al estar sentado observó mi comida y soltó una risita.

- ¿Que es gracioso? - pregunté indignada.

- El hecho de que comes como niña de 6 años.

- Pero si es lo mismo que estás comiendo tú - fruncí el seño.

- Me refiero a que estas haciendo un batidero, tienes sopa por todos lados menos dónde debería de estar - rió y señaló el bowl.

Sentí la cara caliente de la vergüenza, ignoré su sonrisa en el rostro y seguí comiendo.

Intenté ignorar su compañía y ver mi teléfono, pero se le había acabado la batería así que me limité a mirar la etiqueta de el jugo de manzana, pero se me vino a la mente una pregunta que no pude ignorar.

- Así que... - empecé llamando su atención- Tu y Yeji se llevaron bien ¿no? - dije aún sin mirarlo.

- Solo hablamos- se encogió de hombros.

- Si, pero pensé que ignorabas a todo el mundo.

- En realidad no.

- ¿Entonces solo es a mi? - lo miré.

Le sorprendió mi pregunta.

- No te estoy ignorando.

- No, pero ayer si lo hiciste- no pude evitar el tono de enojo.

- No estaba de buenas- dijo simple.

- Entonces, ¿me hablarás si te hablo de ahora en adelante?

- Depende.

- ¿De qué?

- De si quiero o no - se levantó y tiró la basura del ramen y antes de que respondiera se marchó.

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