Dudas

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Capitulo 4


Julieth.

Estaba escuchando a Marta hablarme de un chico que conoció. En estos días habíamos entablado una especie de amistad pero a decir verdad, justo ahora no le prestaba atención porque mis pensamientos estaban de lleno en el castaño.

- El chico me encanta. Jull... - escucho que me dice pero la sigo ignorando -¿¡Jull!? ¡Reacciona joder, te estoy hablando!

Su chillido me saca de mis pensamientos porque la acabo de exasperar.

- Sí, sí, ¿Qué decías?- la rubia me ve con reproche y yo solo sonrío con diversión.

- ¿En qué o en quién piensas?- miro el vaso de yogurt para luego beber del mismo. Estábamos en hora libre así que habíamos decidido ir a las gradas.

Estoy pensando en una forma educada de evadir su pregunta pero gracias al cielo, Duvan aparece no sé de dónde.

-¡Chicas!- jadea - ¡Por fin las encuentro!

Volteamos las dos al mismo tiempo para ver al moreno llegar con nosotras, sonrío en forma de saludo y este se sienta en la escalera de abajo.

- ¿Qué pasó? ¿Por qué venías corriendo?- pregunta Marta. Pero Duvan está demasiado ocupado buscando aire.

Yo sigo con mi sonrisa divertida.

- La verdad no tengo ni idea. O tal vez sí. Pero eso no importa. - sacude la mano restándole importancia - La razón por la que las estaba buscando es esta.

Esperamos a que hable pero literalmente se queda callado poniendo los nervios de la rubia por los cielos.

-¡Habla ya, hombre!- chilla.

Duvan da un respingo y yo suelto una pequeña carcajada.

- Vale, vale.- dice con las manos levantadas en señal de rendición - Verán, este sábado hay fiesta en casa de Harry y obvio toda la universidad irá ya que él es el más popular... Así que quería saber, si ustedes dos están interesadas en ir.

Se queda viéndonos en espera de una respuesta, Marta emocionada comienza a asentir y el moreno sonríe. Pasa a mirarme directamente a mi, pero yo niego de espacio.

- No iré. -digo alzando los hombros.

No me sentía bien para andar de fiesta y menos para dejar sola a mi madre cuando este fin descansaba. Quería al menos pasar tiempo con ella.

- Anda Jull, vamos. Será divertido, lo prometo- me insiste la rubia. Hago una mueca pensativa y vuelvo a negar.

- Te aviso ¿va?- mi móvil suena, lo saco de mi mochila a toda velocidad y miro en la barra de notificaciones que es un mensaje de Alex.

Alex<3

Hola! Dónde estás? Te pierdes de mi panorama. =)

Sin que lo pueda evitar, mis mejillas se tornan color rosa. Tecleo un mensaje rápido.

Jull:

Estoy en las gradas, con Duvan y Marta.

A ese mensaje le agrego un emoji giñando un ojo y se lo envío.

En cuestión de minutos vemos al castaño llegar con nosotros. Saluda a Duvan con un apretón de manos como buenos amigos. Y es verdad , él también ha creado una amistad con el moreno.

Cuando pasa a saludar a Marta no puedo evitar relamer mi labios. Es una vieja costumbre que no se va.

Alex pasa a sentarse junto a mi viéndome fijamente, Apreto los labios. Algo que solo hago cuando estoy nerviosa.

Duvan le dice a Marta que vayan por un helado y la rubia no lo duda ni un segundo. Seguro huyendo de la tensión que hay entre Alex y yo. Nos dejan solos y eso solo me pone más nerviosa.

- ¿Qué harás este sábado?- me pregunta con una sonrisa. Su voz ronca me produce escalofríos (de los buenos).

Por una milésima de segundos mis ojos bajan hasta sus labios y luego vuelvo a conectar mi mirada a la suya. Juego con mis dedos pensando la respuesta, ese día no me tocaba trabajar.

- Duvan nos habló a Marta y a mí de una fiesta que hará Harry, pero no sé si ir, mi madre descansa ese día así que dudo mucho que vaya.

Digo viéndolo, sentía que en esos segundos había hablado mucho, así que por los nervios suelto una risa ocasionando que él me mire sin comprender.

Me pongo la mano en la boca para ocultar mi sonrisa.

- Lo sient- no me deja terminar. Con suavidad pone su mano sobre la que tengo cubriendo mi boca y la baja lentamente.

El contacto de su mano con la piel de la mía es extraordinario. Y me hace poner más nerviosa de lo que ya estaba.

- Tienes una sonrisa hermosa.- dice. Mis mejillas se encienden y me comienza a cosquillear el estómago.

- Grazie.- digo en italiano. Otra cosa que hago cuando estoy muy, muy nerviosa.

Él sonríe divertido al notar mi nerviosismo. Rompe el contacto de su mano y se queda callado mirando de manera tan fija que siento que me está viendo hasta el alma.

-¿Qué sucede?- no puedo evitar preguntar. Sacude la cabeza.

- Creo que me gusta oírte hablar italiano. - me quedo estática. Hace mucho que no oía un halago seguido de otro. Intento responder pero no me deja. - De igual forma me escribes si cambias de decisión sobre si ir o no a la fiesta.

Suspiro ya dejando de sonreír.

- Gracias, yo te aviso, pero no creo que vaya.

De repente me dió miedo. ¿Por qué? No sé.

Han sido 3 años desde que no me sentía así. Como que me sonrojen unas simples palabras, o sintiendo mariposas en el estómago.

Alex me mira confuso por mi cambio de humor, pero justo antes de que pregunte el timbre suena, anunciando que viene la próxima hora de clases.

- Vamos...- le digo. Y no espero a que responda, simplemente comienzo a bajar las gradas.






¡Hola!
Primero que todo le doy gracias a dios por estar aqui compartiendo con ustedes mi historia:) gracias a mis lestor@s por estar para mí, me llena de orgullo saber que les gusta lo que hago. Veré si actualizó dos veces a la semana.

¿Díganme qué tal les parece mi bebé Alexander?

¿Cómo ven el muy conquistador?

L@s amo

Besos..

J.P.

primeras vecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora