Cuando recién me dieron las pastillas me tomé una para probarla, sólo diré que eran pastillas para dormir, pastillas controladas. Me habían prescrito media pastilla. Cuando me tomé una completa la primera vez madre mía que bien dormí, así es que decidí hacer una primer prueba. Tomé unas varias pastillas de más para ver su efecto. El resultado fue que me terminaron lavando el estómago y terminé internada. Algo que denominaron como intento de suicido pero para nada, eso era sólo una pequeña muestra. Había encontrado el medicamento perfecto!! Pero ya no me tenían confianza para recetármelas. El psiquiatra me dijo que lo había engañado, y me dio la última amenaza: "a mi nunca se me ha muerto un paciente y tu no vas a ser la primera!". Mis padres estaban desconcertados. Pero nada de eso me alteró, había encontrado mi medicamento estrella. Así es que de ahí todo fue sencillo, ya no tenía nada que perder.
Al cabo de un par de semanas lo tuve todo listo tenía el dinero preparado porque un medicamento así de controlado cuesta mucho dinero. Fui a la papelería y compré papel grueso rosado, idéntico a las de las recetas que me daba mi médico, compré una pluma estilográfica, igual a la que el usaba, hice un formato de receta en la computadora... fui a una farmacia que ya había estado vigilando hacía semanas, había un chico que tenía cara de estúpido y que claramente se veía que yo le gustaba. Llegué y le hice un poco de plática y me dio la medicina.
En las últimas dos semanas de la fecha planeada fui a ver a toda mi familia, estuve con ellos platique y los abracé, me despedí de todos. El día anterior comí mi comida favorita vi mis programas favoritos de TV. Ese día me puse mi ropa favorita abracé a mi mamá hasta que me cansé besé a mi papá y le pedí perdón por todo, le dije a mi hermano que lo quería. Me puse mi pijama favorito. Era un viernes. Me fui a dormir temprano. No comí nada en ese día para que las pastillas tuvieran su máximo efecto. Tenía planeado que nadie me despertara el sábado hasta muy tarde... cuando ya no hubiera nada que hacer. Comencé a tomarme las pastillas y para distraerme me empecé a depilar las piernas, ese leve dolor de la depilada me distraería lo suficiente para mitigar las nauseas de tantas pastillas. A partir de ahí los recuerdos que tengo son muy vagos y lo que tengo es el relato de mis padres.