[{Capitulo 2}]

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-Poder confiar

El niño se quedó completamente inmóvil en cuanto el joven le habló, que debería hacer? Gritar? No, no puede hablar, correr? Tampoco, no podía moverse.

El mayor al ver el miedo del infante dejó el vaso de te en frente suyo y le hizo una señal a su cuervo, el cual revoloteo hasta el menor y se acurrucó a su lado.

El pequeño observó con asombro al cuervo, admirando cada detalle del ave. Giyuu aprovechó esto aprovechó para volver a hablar.

-Bebe un poco de té, hace frío y no es sano para ti no alimentarte..- Dijo en un tono bajo y suave, sabía que la estabilidad mental del infante debía estar pasando por un estado muy delicado acorde a la situación.

El oji-violeta miró el vaso en frente suyo y comenzó a beber lentamente la infusión mientras el cálido y suave líquido humedecía su garganta y le devolvía algo de calor a su frágil cuerpo.


Luego de beber y comer algo por primera vez en quien sabe cuánto tiempo, el azabache menor se quedó dormido, no estaba herido por suerte, pero podría enfermarse por todo el tiempo que debió haber pasado en la nieve.

El joven de ojos océano se quedó vigilandolo, sería una buena idea llevarlo ahora a la finca mariposa para que sea atendido? No, probablemente no. Normalmente ese lugar está lleno de cazadores heridos y el impacto sería mucho para el niño ver a tantos desconocidos a la vez.

Por ende, lo mejor sería que lo cuidara el mismo, para ganarse su confianza y así decidir que hacer con el más adelante. La nevada aún era bastante fuerte, por lo que no debería salir en este momento a menos que sea por alguna misión.

Kanzaburo estaba acurrucado sobre el pecho del niño, buscando y a la vez proporcionando algo de calor por el duro frío del invierno. Tomioka volvió a quedarse solo, hundido en sus pensamientos.

Se pregunta si realmente es apto para cuidar del pequeño o sí simplemente debería dárselo a alguien más. No puede dejar que el menor se encariñe con el, siendo que cada vez que sale por la cabeza de un demonio aún tiene las posibilidades de ya no volver, sin importar que es un pilar.

Estar en un riesgo de muerte constante es lo que les impide a los cazadores de demonios tener pareja o hijos, lógicamente es por el bienestar de todos. Los demonios asechan por ahí, amanazando vidas humanas sin compasión alguna, por eso ellos deben dejarlo todo y sacrificarse, ese es su deber, debido a que una sola vida nunca será más importante que otras cientas.

Suspiró, agobiado por cavar tanto en el tema y se hizo una última pregunta;

¿Qué haría Sabito ahora?












Holaaaa :)
Reapareci cuando nadie sabe de mí existencia:>
Bueno, acá otro cap
Que les parece??

[{That's my dad♥}] [{Giyuu Tomioka and 'male reader'?}]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora