Año 2218.



En él infinito vacío se dirigía la primera nave espacial tripulada hacia un desconocido planeta, él cual había sido descubierto hace diez años. Asombrosamente las señales capturadas por las sondas detectaron una inquietante similitud con la de nuestro planeta azul.


Esto consecuentemente causo una revolución científica y colateralmente social. Según los estudios realizados a los sondeos al légano astro, este era una copia de nuestro planeta azul. Coincidentemente este planeta tenía una atmosfera muy parecida en su composición química a la de la tierra; en su mayoría formada por oxigeno. Según las señales recibidas también en su superficie tendría agua; cubriendo más de un tercio del planeta. Dada a la lejanía del enigmático astro no se podía precisar si tenía vida o vegetación a pesar del gran numero de señales enviadas. La nave dirigida al misterioso planeta era ABRAXAS. Esta nave espacial fue la primera realizada de su tipo para un viaje tan largo que estimaba entre ocho años. ABRAXAS estaba compuesta en su mayoría por una aleación de metales, que como resultado lograban una ligereza increíble; este metal era el más resistente y flexible que se hubiera creado en toda la historia. Su combustible era un extraño mineral extraído de la luna; que era diluido para poder crear una fusión nuclear, la cual era simplificada y sostenida en un pequeño reactor para poder abastecer la nave espacial casi de una manera infinita.


Abraxas era una nave espacial de unos sesenta metros de altura por unos cuarenta de ancho con forma de bala. En esta época de la historia ya se manejaba la tecnología antigravedad. La cual era muy utilizada para viajes lunares y también a asteroides en orbitas cercanas a la tierra. Esta tecnología era usada principalmente para la extracción y el estudio químico de minerales.


En estos últimos dos siglos reinaba la prosperidad y la paz en la tierra. La pobreza se había transformado en un antiguo recuerdo repasado en los libros de historia. En la actualidad no se comprendía el antiguo comportamiento humano; la culpa fue principalmente de los antiguos magnates que monopolizaban todos los recursos.


Después de la gran guerra y el siglo de los ríos rojos, apareció con sus enseñanzas el gran profeta Hermes. Gracias a su nueva filosofía de vida se pudo derribar los muros del ego en la conciencia de la humanidad. Y así pudo enseñarnos nuestra verdadera razón en el cosmos y nuestra genuina naturaleza espiritual. ABRAXAS la nave espacial, era un símbolo de reconciliación de lo que había quedado de todos los países después de la gran guerra. Era un símbolo de aceptación y tolerancia; significaba la unidad y la expansión de la humanidad por todos los rincones del cosmos.


Suspendida en el vacío espacial viajaba Abraxas, impulsada por sus potentes cohetes como si fuera un cometa. La tripulación de Abraxas viajaba extasiada contemplando el paisaje espacial tras sus cristales. El capitán de la nave era un joven oficial alto y rubio, su nombre era Mark Thompson. El estaba a cargo de toda la tripulación la cual no eran más de veinte personas. Todos ellos habían pasado por un riguroso entrenamiento que les llevo un año para poder estar capacitados para esta importante misión. Ellos llevaban el peso del descubrimiento más importante de la historia de la humanidad.


El interior de la nave espacial estaba dividida por cámaras: un gimnasio, dormitorios, baños, un cafetín, una sala de enfermería, la sala del motor, reactor. Finalmente el panel de control y timón. Esta sala era de un moderno metal pero en un estado de decoloración, lo cual la volvía tan trasparente como el cristal; se podía ver todo el vasto universo. Las bitácora de vuelos, los comandos, las trayectorias de los astros, todo era reflejado en las pantallas táctiles que se proyectaban en las paredes.


El capitán Thompson solía utilizar en la mayoría del tiempo potentes censores que podían descubrir asteroides a miles de kilómetros a distancia; esto era de mucha ayuda y también era un gran descanso. Este solo se dedicaba a fijar el timón automático en la ruta de trayectoria que llevaba la nave espacial y vigilaba que no hubieran anomalías fueras de los protocolos del viaje.

El viaje de AbraxasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora