Ya todo volvía ha estar en su normalidad en mi rostro. Después de ajustarme la prótesis nasal, la enfermera me recomendó tomar pastillas para poder dormir; estas se presentaban en capsulas rojas que contenían en su interior un viscoso gel, ella me recomendó tomarlas siempre en la misma hora antes de dormir, para evitarme nuevos episodios de sonambulismo según lo que me explicaba ella.
Ya había trascurrido ocho meses de mi último sueño extraño. Según los censores de Abraxas estábamos muy cerca de a la galaxia del desconocido planeta. Luego abraxas comenzó a registrar para asombro de todos nosotros un sistema planetario muy similar al sistema solar. Todos ellos eran doce planetas que orbitaban alrededor de un anaranjado sol. Según los cálculos de Abraxas este sol tendría alrededor de veinte miles de millones de años. Estas señales percibidas desde la tierra eran muy débiles, pero Abraxas pudo cartografiar en su totalidad, la composición de este planeta. Los resultados fueron desconcertantes, el planeta tenía cinco veces el diámetro de la tierra, las temperaturas limítrofes eran desde cien grados bajo cero, hasta alcanzar un calor de setenta grados en sus zonas más calientes. La atmosfera del planeta estaba compuesta de oxigeno y dióxido de carbono, y la cantidad de oxigeno alcanzaba el ochentaicinco por ciento. La presión del aire en aquella atmosfera era de diez libras por pulgada cuadrada; haciéndola más liviana que la gravedad de la tierra. Este era el cuarto planeta que giraba en la órbita alrededor de su sol y en referencia a que eran doce planetas; lo bautice como Cáncer en honor al cuarto signo del zodiaco. La tripulación estaba ansiosa por llegar lo más antes posible a Cáncer y reconozco que yo también. Luego tras analizar los registros del nuevo sistema solar, el cual lo bautice como zodiaco. Me lleve una sorpresa que me desconcertó un poco, el tercer planeta del sistema solar que lo había bautizado como Géminis, era muy similar en diámetro a nuestro planeta tierra; pero la diferencia era que estaba estéril. La radiación solar perforaba en su totalidad su debilitada atmosfera, provocando que la cantidad de gases tóxicos y su brutal temperatura fueran totalmente mortales para la mayoría de formas de vidas microbianas. Pero según las características de aquel planeta; Géminis en algún momento del tiempo fue apto para albergar vida.
Ya habían pasado cinco meses cuando Abraxas logro adentrarse en la órbita de zodiaco, era cuestión de semanas el desembarco espacial al desconcertante planeta azul. Tan similar al nuestro que era un poco atemorizante. Era un hecho que quizás en Cáncer pudieran ver formas de vida, desde microbianas hasta inteligentes. Quite las claves de la bodega que impedían el acceso al armamento y ordene a la tripulación preparar el arsenal, en los cuales se encontraban desde potentes ametralladoras; hasta devastadores misiles, los cuales tenían la potencia de desaparecer una ciudad entera. También ordene preparar los drones de reconocimiento y vehículos de exploración tripulada. Estos eran dos; no superaban los cinco metros cada uno.
Ya habían pasado seis meses cuando el desembarco a Cáncer era una realidad. Triunfalmente abrí las escotillas; anteriormente los registros de abraxas indicaban que no había virus mortales capaces de atentar con nuestra salud. El cielo de Cáncer en comparación del de la tierra era inmenso, se podía apreciar casi infinita e inalcanzable la distancia que me separaba de sus inmensas nubes. Era el aire más puro que había respirado en toda mi vida. La tripulación no vacilo en bajar, como niños corrían por los húmedos y verdes pastos. Extrañamente era una réplica de nuestro planeta tierra, pero la vegetación asombrosamente alcanzaba proporciones gigantescas. La maleza era muy espesa la cual dificulto mucho la exploración aérea de nuestros drones. El clima de la zona que ocupábamos era permanentemente frio y lluvioso; provocando una espesa niebla.
Ya había trascurrido tres semanas del desembarco a Cáncer, dada a nuestras constantes exploraciones, extrañamente el planeta no mostraba formas de vida complejas. Solo bacterias, hongos y vegetación. Esto era un alivio y a la vez una constante preocupación; me parecía ilógico el hecho de que no se manifestara un solo ser, siendo que el planeta era muy capaz de desarrollar vida.
Cuando casi terminando de redactar los informes que posteriormente mostraría a mis superiores indicando que el planeta era virgen y estaba en una etapa de desarrollo, después de cinco meses de estudio e intensa exploración. Los drones lograron capturar en tiempo real a través de los monitores de Abraxas; algo que nos dejo perplejos a todos. Asombrosamente unas extrañas pirámides se asomaban bajo el inmenso espesor de la vegetación. Y extrañamente estas eran tres, igual que las de Egipto; para asombro de todos estaban alineadas con la lejana constelación de Orión; Como las de Egipto. No dude en preparar la expedición a esa lejana zona de Cáncer. La tripulación estaba excitada y también un poco asustada; reconozco que yo también. Preparamos todo el arsenal del que disponíamos si se presentaban hostilidades de parte de los nativos. Los cuales eran probablemente los constructores de las pirámides. Realmente era un enigma, que esas gigantescas pirámides sean tan similares a las de Egipto y también que estuvieran perfectamente puestas en concordancia con la constelación de Orión. Quizás había una remota posibilidad de que esa civilización fuera más antigua y estuviera mas tecnológicamente desarrollada que nosotros. Ellos deberían de tener la respuesta de unos de los más grandes enigmas de la humanidad. Porque hasta el día de hoy no se ha podido comprobar quien levanto las pirámides.
Esperaba poder comunicarme con su líder pacíficamente e intercambiar información cultural de ambas civilizaciones. Y poder responder esas antiguas preguntas de nuestra civilización que se perdieron bajo las arenas del tiempo. También era una constante preocupación que la barrera de las lenguas que hablábamos no se interpusiera en lo que sería una pacifica presentación. Pero constábamos de eficaces decodificadores lingüísticos; los cuales a través de algoritmos matemáticos reconocerían y transformarían a nuestro idioma, los sonidos o vibraciones empleados por ellos.
Ya era el momento más importante de esta odisea espacial, Abraxas se quedaba suspendido arriba de esas tres gigantescas moles esculpidas por una antigua civilización. Mandamos señales de paz y presentación en complejos algoritmos que podían ser cifrados fácilmente por cualquier decodificadora. Pero para preocupación nuestra no habían respuestas. Después por alto parlante a recomendación de uno de los tripulantes, me intentaba comunicarme en inglés, español, latín, y sumerio. Pero no había respuestas. Esto provoco un desconcierto en mí que se reflejaba en toda la tripulación. ¿Se estaban preparando para atacarnos?, quizás ni siquiera les importábamos y solo querían que nos fuéramos desde donde habíamos venido. Pero eran muchas las preguntas que tenia; no solo yo, sino también toda nuestra especie. Ordene seguir mandando las señales para ser decodificadas y en caso de no haber respuesta en tres horas desembarcaríamos.
Las tres horas ya habían pasado, las escaleras se dejaban caer hasta la gigantesca vegetación que cubría gran parte de las pirámides. Armados por nuestras ametralladoras bajábamos yo y cinco tripulantes. El descenso para cualquiera hubiera sido muy dificultoso, pero gracias a nuestro riguroso entrenamiento a pesar de lo fuertemente que el viento balanceaba la escalera, no nos costó mucho trabajo descender a una de las caras de las más grande de las tres pirámides.
La pirámide era realmente inmensa, me pareció más grande que la había visto en Egipto. Se veía algo deteriorada, quizás habían pasado miles de años desde su construcción y solo fueran unas antiguas ruinas. La inmensa vegetación dificultaba mucho nuestra búsqueda de alguna entrada. Hasta que pudimos palpar un pasadizo oculto bajo una de sus caras, el cual empujamos. Todo estaba muy oscuro, no se podía ver nada; Solo se podía escuchar los silbidos del viento. Inmediatamente encendí mi linterna y los hombres hicieron lo mismo y la sorpresa fue asombrosa. Estábamos dentro de una de sus bóvedas esta era inmensa. Estaba repleta de extraños adornos y símbolos jeroglíficos en sus paredes muy similares a los egipcios. Habían purpuras alfombras en el suelo de un material similar al terciopelo. Las baldosas eran de un extraño material similar a la esmeralda. También pudimos observar unas altas estatuas que me recordaban los dioses egipcios. Y estos sobre sus manos sostenían unos adornados cofres de oro, adornados por extrañas piedras similares al rubí. También para asombro y desconcierto nuestro observamos algo que no encajaba con la egipcia bóveda que explorábamos. Era una extraña luz roja intermitente. Casi al fondo en unas de las decoradas paredes parpadeaba de una manera muy leve. No dude en acercarme a esta y para asombro en aquella pared había una negra figura geométrica similar a un octágono, su superficie era similar al cristal. No dude en tocar aquella parpadeante luz. Para estremecimiento de todos nosotros, al tocar la pulida superficie del negro octágono se encendieron unos extraños monitores; los cuales iluminaban toda la bóveda. Y estos proyectaban la imagen de un sarcófago como los de los faraones, se podía observar que el sarcófago era de un material similar en brillo y color a nuestro oro, adornado con preciosas piedras. Alrededor se observaban cuatro esculturas de imponentes humanoides, que custodiaban con lanzas aquel sarcófago. Pero sus rostros no alcanzaban a proyectarse de una manera más definida en los monitores, impidiendo poder verlos. Pero lo que si se alcanzaba a ver del sarcófago nos dejo perplejos e incrédulos. En su centro acostado en su lecho descansaba el que debió de ser el ultimo faraón de aquella antigua civilización, tan lejana a la nuestra y extrañamente similar. El cuerpo que observábamos era humanoide, con sus cuatro extremidades, pero el color de la piel de aquel ser era verdosa y blanquecina. En su pecho la mayoría de su cara anterior era blanca y recubierta de algo similar a escamas. Se podía observar que aquel ser estaba muy bien conservado a pesar de los miles o millones de años que debieron que haber pasado desde nuestra visita a este planeta. Observamos que también los monitores mostraban un trazado mapa con líneas de todas las bóvedas de la pirámide. Y también proyectaba la imagen de los pasadizos de las otras dos con sus respectivas bóvedas. Tomamos nuestras linternas y nos dirigimos a la bóveda donde descansaba el antiguo faraón. Llegar allá no nos costó demasiado tiempo, pasando por sus estrechos túneles y ascendiendo por sus empinadas escaleras. La bóveda donde descansaba aquel ser era similar a la que habíamos explorado. Las cuatro esculturas que rodeaban al faraón eran inmensas siendo de al menos cuatro metros cada una. Los esculpidos rostros de aquellas estatuas estaban ocultos bajo cinceladas mascaras de antiguos animales que debieron poblar antiguamente Cáncer. El desconcierto era total, aquel ser era el primer ser extraterrestre que se había descubierto. Su rostro era similar al de los humanos, pero en vez de tener piel, su rostro estaba cubierto por blancas y verdes escamas. El ser descansaba muy bien conservado, era un hecho que lo llevaríamos a la tierra. Con todos los adornos, estatuas, sarcófagos y la mayoría de cosas que pudiéramos cargar y transportar al planeta tierra.
Me comunicaba con la tripulación de Abraxas para poder explorar las demás pirámides y preparar la maquinaria de carga; cuando un tripulante me informa algo que nos aterrorizo a todos. Me informaba que aquel sarcófago producía un extraño sonido similar al sonido de la electricidad. Me dirigí donde descansaba el faraón y pude comprobar que verdaderamente era el sonido de la electricidad. Realmente era muy extraño. Y uno de los hombres me mostro la cosa más horrenda y maravillosa que a la vez que pudiera haber pasado. Dentro de aquel sarcófago se podían escuchar los latidos del corazón del escamado ser. Una sensación de terror que nunca había experimentado se apodero de mí. Y un desquiciado impulso de vaciar mi ametralladora dentro del sarcófago se apodero de mi cordura. Pero la humanidad merecía este descubrimiento. El sarcófago no estaba conectado a nada; deduje que este estaba siendo alimento por algún dispositivo de electricidad continua. El debía de ser el último faraón o rey de su civilización que quizás con la esperanza de que alguna civilización lo encontrase, fue puesto en un estado de parálisis para que pudiera ser rescatado. Mi hipótesis era obvia, pero uno de los hombres me acerco un pequeño recipiente dorado que había estado cerca del sarcófago. Dentro había un extraño papiro, con extraños símbolos los cuales Abraxas decodificaría mas tarde.
Ya todo estaba preparado para nuestro retorno al planeta tierra, nos llevamos todo lo que consideramos más importante. El escamado Faraón seguía en su estado de letargo dentro de su sarcófago. Pero extrañamente abraxas no podía descifrar aquel misterioso papiro; ni nada de lo que hubiera sido escrito por esa misteriosa escritura. Esto me molesto bastante, me hubiera gustado poder descifrar todos los papiros que traíamos porque eran bastantes; mientras retornábamos a la tierra. Pero no pudo ser así y solo tenía que esperar a la llegada a la tierra.
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El viaje de Abraxas
Science FictionDespués de la unión del mundo tras años de guerras, una mega sonda detecta un planeta muy similar a nuestro planeta tierra, una muy espesialisada tripulación se dirige al misterioso planeta con la intención de encontrar vida.