Falsas Verdades (TERMINADA)

Capítulo 46

NARRA NADIR

Después de un agradable día con Fabi, llegó el momento de volver al club. Mario me había mandado un mensaje solicitando mi presencia.

Acompañé a Fabiola hasta su habitación, para después dirigirme hacia mi despacho, donde había citado a Mario. De camino me crucé con Luca, el cual me paró al verme.

— ¿Podemos hablar? — preguntó él.

— No tengo mucho tiempo — cuando intenté pasar por su lado me fue imposible debido a su interrupción.

— Es sobre Enzo — no quedaba mucho de qué hablar de ese hombre.

Afortunadamente se había dado cuenta de que su trabajo no estaba aquí sino en las calles buscando al desgraciando de Paul.

Cierto es que podría haberle dado su paradero y ya ellos se encargaban de él, pero no lo hice porque no confío para nada en su trabajo y porque yo no me divertiría si se lo entrego tan rápido.

— Hoy estuve hablando con él — siguió hablando Luca. — Todo lo que me preocupa en esta vida es mi pequeña Fabiola, y estar tanto tiempo sin saber de Paul es algo que no me deja estar en paz.

— ¿Qué te dijo?

No me interesaba mucho lo que me estaba diciendo ya que hoy mismo me encargaré de todo, pero como él no sabe nada, fijo interés.

— Intentaron rastrear el paradero de Ian, pero el traidor apagó su móvil y solo pudieron obtener una cercanía de donde puede que esté.

— Una cercanía... — realmente me pregunto si lo estaban haciendo apropósito, una cercanía es como no tener nada. Eran policías, ¿de verdad no podían hacerlo mejor? — ¿Eso es todo?

— No. Recibieron una denuncia de un anónimo que alegó que teníamos los negocios abiertos ilegalmente, sin papeles ni autorizaciones ni nada — maldita rata traidora. El robo del cabrón de Ian ya empezaba a afectar.

— No te preocupes de nada Luca, yo me encargo de todo.

La traición de Ian no se quedaría así, pues antes de que caigamos nosotros, será él al que veamos llorar mientras ruega por su vida.

Una vez di por acabada la conversación, me dispuse a dirigirme al despacho, pero nuevamente mi paso se vio interrumpido debido al agarre de Luca.

— Espero que no estés planeando nada a espaldas de todos — su semblante cambió por completo a uno más serio.

— ¿Qué podría estar planeando yo? —pregunté irónicamente mientras me zafaba de su agarré.

— Esto es más mío que tuyo Nadir — dijo aun sabiendo que me cabreaba que pensara esa mierda. — O me incluyes en tus planes o no hagas nada.

— Dije que no hay nada — repetí para después alejarme.

Si estaba ocultándoles a todos lo que estaba por hacer, pero la única razón es porque pienso acabar rápido con el problema para después seguir todos de nuestras vidas.

Quizás me esté equivocando al no incluir aunque sea a Luca, pero ya me arrepentiré en otro momento.

Una vez entré al despacho, me encontré de pleno con la amargada cara de Mario. Algún día iba a mandar a la mierda a todas estas caras de perros que tenía en el club.

— ¿Lo tienes? —pregunté mientras me sentaba en mi lugar.

— Teníamos su ubicación, ¿por qué no simplemente fuimos a donde ellos? — preguntó, omitiendo por completo mi pregunta.