Momentos Contigo - Lawlu

Día 26: Clases de arte

Tiene lugar unos meses antes del 10º aniversario de boda de Law y Luffy.

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"A veces me pregunto por qué me casé contigo". Law espetó: "¿Estás loco?".

"Sí", admitió Luffy, sacando la lengua burlonamente. "Pero dije que no había vuelta atrás, así que te quedas conmigo".

"¿En qué mundo crees que Godzilla sería derrotado por King Kong?". preguntó Law, sumergiendo de nuevo su pincel en el negro para poder terminar la meticulosa cobertura de base aplicada a su lienzo.

"¡Es muy lento!" gimió Luffy, untando más negro en su lienzo.

"Porque es gigantesco". señaló Law mientras dejaba el pincel sobre la paleta.

"Sí, y como es tan lento, eso significa que King Kong podría darle una paliza y evitar sus ataques".

"Tal vez Kong es más rápido, pero no hay manera de que sólo sus puños puedan atravesar la gruesa piel de Godzilla".

"Fue totalmente destrozado por Ghidorah en la última película."

"Volvió en la pelea final, ¿y no sería derrotado por un dragón de tres cabezas que tiene poderes de electricidad?". preguntó Law incrédulo.

Luffy puso los ojos en blanco como si Law fuera tonto por preguntar semejante cosa. "No, porque en ese mundo soy de goma, así que la electricidad no funciona conmigo".

Law casi se hace daño en la garganta de lo fuerte que resopló: "¿Goma? ¿Hablas en serio? Podrías tener cualquier poder y quieres ser de goma. ¿Para qué? ¿Para ser como una de esas pelotas que rebotan?".

"No", Luffy dejó el pincel para poder beber un sorbo de su refresco de nata, "podría estirar los brazos alrededor del cuello de Ghidorah y asfixiarlo".

Law apoyó la mano en el regazo, con la ropa cubierta por una bata, esperando pacientemente la siguiente serie de instrucciones. "Tiene otras dos cabezas".

"Cogeré las tres a la vez. Podría estirarme mucho". argumentó Luffy, girando ociosamente sobre su taburete junto a su lugar a la derecha de Law.

Law cogió su cerveza y se colocó con cuidado lejos del borde de la mesa y de todos los materiales de pintura, sobre todo lejos del vaso que contenía agua para limpiar los pinceles. "Ésta es, con diferencia, una de las conversaciones más tontas que hemos tenido".

A la izquierda de Law, había una madre con su hija adolescente, que sonreía en silencio, aparentemente de acuerdo con esa afirmación.

Luffy no parecía querer rendirse: "¿Cuál sería tu poder entonces?".

Law se burló: "Algo más genial que la goma, eso seguro".

"Grosero".

Sinceramente, Law no sabía cómo su fluida conversación se había convertido en una discusión sobre monstruos gigantes, ya que se suponía que estaban entreteniéndose mientras pintaban la primera capa del cuadro por el que les estaban guiando.

Casi diez años después de casarse, seguían insistiendo en salir por la noche al menos dos veces al mes, como mucho una vez a la semana.

Esta noche estaban en un centro que ofrecía instrucciones paso a paso para pintar un cuadro distinto cada noche, que proporcionaba todo el material necesario e incluso permitía cambiar los colores designados si se quería. Estaban instalados alrededor de largas mesas, sentados uno al lado del otro en taburetes con sus caballetes individuales sobre el tablero delante de ellos.