Soñé con una constelación.

¿Por qué?

Solo dime el porque, me haz dejado sin luz y te haz ido a iluminar el cielo, dejando en total oscuridad mi soledad, si juraste cuidar mis sueños, ahora duermo pero siento miedo, despierto y me pierdo, sigo sin saber vivir sin ti, no tengo idea de a donde ir.

Quizá necesito salir de este lugar, tan solo te necesito junto a mi, pero duele porque ya no eres una parte de mi vida, ahora eres un pedacito de mi ser, vives en mí, en lugar de hacerlo a mi lado.

Extraño el latir de tu corazón, poder recargar mi cabeza contra tu pecho, sentir tu calor.

Hoy el cielo  brilla tanto, puedo entender que estas en el sol que calienta mi cuerpo, disminuyendo la intensidad de sus rayos para ser igual de tibio así como cuando me abrazabas, sé que estás en el viento que sopla en mi cara y hace revolotear mi cabello, exactamente igual a cuando me acariciabas y besabas con delicadeza cada lugar de mi rostro.

El cómo pasabas tu suave mano por mi cabello las veces que me consolabas, cada vez que lloraba, cuando por mis mejillas escurría cual cascadas, esas gotas de agua tan salada, esa que siempre limpiabas.

Recuerdo las veces que me decías cuanto me amabas, cuando tu nariz me arrugabas cada que algo te disgustaba.

Y es que ahora entiendo que estás en la naturaleza, que eres la representación de todos esos olores y colores, que son en los que puedo percibir mis sentimientos, todas esas emociones que hacías a mi corazón sentir.

Por fin entiendo que estás en los cantos de aves que escucho por las mañanas, pues en ellos me dices lo mucho que me quieres, cantandome igual que hacías todas esas mañanas que te tenía a mi lado en las que despertaba con un cálido abrazo tuyo.

Yo se que estas en todo mi mundo, y por eso amo cada segundo, que disfruto de un minuto.

Es que aún estás conmigo, abrazandome cuando lo necesito, pues estas en las estrellas brillando tanto como prometiste brillar para mi, aún si el brillo de tus ojos se a perdido.

Mejor que nadie comprendo que eres la constelación más brillante, la más hermosa, esa que veo en mis sueños, la que tanto anhelo mirar en el cielo...  es que..

Aunque la oscuridad no es tan mala... le temo cuando la luna toma el control del cielo pero recuerdo aquellas veces que me decias "La oscuridad no es tan mala petite étoile simplemente es la parte del día en la cual el sol descansa y ayuda a la luna a relucir, a brillar".

Y me duele, me duele demasiado saber que tu descansarás para siempre... tan solo que me hace sentir culpa, porque sé que mientras tu te fuiste a descansar eternamente, la mirada noche que solías mencionar, diariamente amar, ahora brilla, con la luna más hermosa, la más brillante y resplandeciente, y tan solo no entiendo, cual fue la razón, por la que te sacrificaste tu, cual fue el motivo por el que tuviste que ser mi sol, si podías ser mi luna, aunque no te puedo culpar.

No eras quién para decidir si te quedarías o partirias.. 

Tan solo era tu deseo de poder descansar, aunque no eras consciente que no habrías de despertar, en aquel momento que me dijiste querías dormir, cuando tu gran corazón dejó de latir, no supe a donde mi camino dirigir, tu solías ser mi luz,  mi camino el brillo de mis ojos era el reflejo de tu forma de relucir, al din lo comprendo, jamás me quitaste mi luz, creo que francamente fue la muerte quien me separo de ti.

De un modo u otro, me hace sentir eso que aquello llamamos ser "feliz"...

Saber que tengo una parte de ti, sin importar tu ya no estés aquí, quizá aún te pueda sentir, en el reflejo de mis lágrimas que brillan bajo el brillo del sol, y se pierden en las noches a la luz de la luna..

Hay algo en mi que alguna vez te perteneció, adoro pensar que me diste un regalo, antes de dejar de latir, si lo admito hablo de ti cada que digo querer ir al cielo a sentir esas nubes de algodón, yo se que a menudo lloras y lo sé mejor que nadie por que el cielo se cae a pedazos cuando extraño tu ser, tu forma de reír.

Idea no tienes de como me cuesta el vivir sin ti porque vuelves...

En cada uno de mis sueños pero solo puedo entender, que quiero ser una estrella más junto a ti, la más bella del cielo, así como lo hermoso que fuiste tú.

Te quiero pero no pude amarte tanto como lo deseaba, simplemente que aquel adiós sería el último que tus labios formarían, pero siempre será uno físico.

Dulce estrellita de chocolate, aunque no leerás estos textos, estas palabras que jamás escucharás a mi ser decir, sea en donde sea que nos volvamos a ver, recuerda que siempre serás el mejor recuerdo.

Uno que tengo vagamente grabado, dónde está tu hermoso rostro con una sonrisa tan brillante como el sol al salir y tu voz es como si la pudiese escuchar.

Pienso en ti, pero solo es un simple soñar...

Como aquel sueño en donde dije un sin fin de veces:

"Gracias por ser mi guia y parte de mi luz, por iluminar mi cielo sin ser una estrella más".

Se mi luz en la oscuridad y seré tu compañia en tu soledad.

Prometiste antes de despertar, y quiero volverte a soñar, yo aún te puedo pensar no lo pude evitar he vuelto a llorar,  talvez no pueda detenerme ya, solo me queda disfrutar de nuestros recuerdos.

Los más dulces que hay en mi pequeña vasija de amor, mi mayor deseo es inmortalizarte en un retrato pero no puedo recordar tu mirar es un recuerdo tan vago que quizá algún día me resignare a pintar te extrañaré mucho y aún si mi deseo es superar que ya no estas jamás te olvidaré. 

Mi amor que jamás volvió hoy te dejaré partir...

Sin embargo con ello no quiere decir que dejaré de sentir amor por ti, eso es algo que ni el tiempo curará, tu siempre serás la persona que más llegue a amar.

Estarás eternamente en cada rincón de mi mente, sin importar que te extrañe, lo siento tanto cariño, pero no se lo que es morir, solo entiendo que extraño tu risa, otro poco ver tu sonrisa.

Suelo recorrer las calles por las que paseabamos cuando solías vivir, a veces paso frente a tu casa, y me quema hasta el alma saber que por más que entre las veces crea necesarias, tu no estarás ahí, aunque solo me queda la escencia de tu ser en los momentos del pasado, esos que habitan en esa recámara vacía, repleta de anhelos, en los que me visitan a menudo por estar en mis sueños.

Y es que tenías una mirada tan dulce, aquella que no pude cuidar.