Desde que era pequeño siempre se me había dicho que una persona que sonríe era la mas fuerte. Pero una persona que ayudaba a los mas débiles con una sonrisa era aun mas fuerte.
Y ahora heme aquí dando mi vida para ayudar a aquellos mas débiles.Desde lo más profundo de mi ser, sabía que no podía dar un paso atrás mientras sostenía mi hacha con fuerza.Aquel monstruo que estaba frente mío tenia una sonrisa siniestra, disfrutaba de los llantos de el bebe y los esfuerzos de su madre por tranquilizarlo.
La oscura y retorcida risa de aquel ser sobrenatural resonaba en el aire, como un eco de la maldad que habitaba en su ser. Sus garras afiladas se alzaron amenazadoras, listas para segar la vida de la indefensa madre y su pequeño.
—¡Maldito idiota!, es mejor que huyas no me interesa comer de tu carne, la carne de un hombre sabe horrible. Prefiero la carne de las mujeres o la tierna carne de un recién nacido.
—Nunca huiré, por que mis padres no criaron a un cobarde.
Me encontraba en una situación desesperada, pero las palabras de mi padre antes de que la tragedia se abatiera sobre nuestra familia me tenían en pie. "T/N, nunca olvides que un hombre debe defender a los débiles, incluso si eso significa sacrificarlo todo".
Mi corazón latía con fuerza mientras me lanzaba hacia adelante, esquivando las afiladas garras de aquel ser con movimientos ágiles y precisos. Mis músculos ardían de esfuerzo, pero mi determinación no flaqueaba. Con un grito de guerra, hundí mi hacha en el pecho del monstruo.
Todo había acabado, me di la vuelta para ver como se encontraban la madre y su bebe.
La madre estaba aterrada pero aliviada al mismo tiempo. Sus ojos llenos de lágrimas me miraron con gratitud mientras abrazaba a su bebé con fuerza. Mi respiración agitada comenzaba a calmarse, y una sensación de triunfo se apoderó de mí. Había cumplido la promesa que le hice a mi padre antes de su trágica muerte.
Pero, antes de que pudiera decir una palabra, sentí una presencia detrás de mí. Una sombra oscura se cernía sobre mí, y en un instante, fui arrojado hacia un lado con una fuerza sobrenatural. El monstruo estaba de pie y la herida que le había hecho ya no estaba.
El miedo se apoderó de mí mientras luchaba por levantarme del suelo. Sabía que mi vida estaba en peligro.
—Idiota, no sabes como disfrutare matarte.
—Demonio—, dije mientras intentaba pararme.
—Si así es, soy un demonio, y y te has convertido en mi presa. No hay escapatoria para ti —el demonio se burló, revelando sus colmillos afilados en una sonrisa malévola.
Mi corazón latía con fuerza mientras me ponía de pie, consciente de que enfrentaba a una criatura mucho más poderosa de lo que podía manejar. Miré a mi alrededor en busca de alguna salida, pero estábamos atrapados en un callejón sin salida. Mis manos temblaban, pero no podía permitirme mostrar miedo.
—Incluso si eres un demonio, no permitiré que lastimes a estas personas —declaré con determinación, apretando con fuerza el mango de mi hacha.
El demonio se lanzó hacia mí con una velocidad sobrehumana, esquivé sus ataques de manera instintiva, pero sus movimientos eran impredecibles. En un momento de distracción, me arrojó contra una pared con una fuerza abrumadora, dejándome aturdido.
—Eres valiente, pero la valentía no puede salvar a un humano de su destino —se burló mientras se acercaba lentamente, disfrutando mi desesperación.
—¡AHHHHHHH!
Grite la adrenalina volvió a mi y de un movimiento lance mi hacha hacia el, estaba apunto de cometer una locura pero ero lo ultimo que podía hacer, mientras el demonio esquivo el hacha me abalance hacia el para tirarlo.
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Mariposas
Fiksi PenggemarT/N Kendo, se ve envuelto en el mundo de los Cazadores de Demonios después de perder a su familia. Enfrentándose a la oscuridad, T/N encuentra refugio y guía en las hermanas Kanae y Shinobu, experimentadas Cazadoras de Demonios. A medida que se sume...