Cap 9: Final

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Hola a todos mis lectores, pues ya he llegado al capítulo final­ sé que algunos no se esperaron ese final en el altar en el capítulo pasado...pero tranquilos, no coman ansias xD... aquí les va este desenlace de la historia, espero les guste :3


¿En qué estabas pensando?­ decía molesta Isabella a Marie.


Marie, nos mentiste­ le decía igualmente molesta Vivian.

Lo sé, lo sé. Lo siento. Déjenme aclarar mi cabeza, ¿sí? Les prometo que les explicaré después­ les decía Marie de forma alterada mientras salía corriendo del jardín para dirigirse a su casa a despejar su mente. Llegando ahí se dirigió al cuarto que compartía con Thomas, estaba molesta y confundida, sólo se movía de un lado para otro para saber qué haría cuando de pronto vio en la cama donde ella dormía, que estaba el smoking de él, se acercó y vio que también había una nota con su nombre escrito encima de un bonche de hojas que parecía un libro, pero sin pasta, es decir, como si fuera un borrador. Tomó la nota y empezó a leerla: ''Tenías razón, este libro es especial, mentí porque pensé que te perdería como asistente, pero veo que tienes una extraordinaria intuición, me aseguraré de comprarlo antes de partir, te deseo una vida increíble, te la mereces. Thomas''

Marie al terminar de leer la carta, se quedó pensativa, pero no pudo continuar ya que Fred entró al cuarto.

Bueno, veo que fue una locura­ decía él mientras se acercaba a la ojiazul.­ Sabes que la gente siempre hablará de lo que pasó, ¿verdad?

Sí­ decía sin ánimo Marie.

¿Estás bien?

Sí...No, ah... Siento que... ¿sabes cuál es el problema?

No­ le respondió Fred.

Bueno te lo diré. El problema es que este hombre es un dolor de cabeza, ¿me entiendes? Primero tenía que irse, luego la boda falsa, quizá algo estresante, luego se fue y dejó esta nota, porque no tiene la decencia ni la humanidad de hacerlo en mi cara. Tres años, tres años trabajé con este terrorista, jamás había dicho nada amable en su vida y un día se le hizo tan fácil escribir esta basura­ al decir eso, Marie dobló la nota y la tiró con mucha rabia.

¡Marie, Marie!­ le decía Fred tratando de calmarla.

¡Y claro que no importa porque existía un trato!­ gritaba enojada Marie con unas cuántas lágrimas que se escurrían de sus ojos.

¡Marie!

Lo siento, lo lamento. Es que él... me vuelve loca­ decía ya más calmada, limpiándose las lágrimas.

Sí, jeje, ya lo noté­ decía Fred sonriéndole­ Y, ¿te vuelve loca porque sí o te vuele loca porque te gusta?­ y diciendo esto, Marie volteó a ver a Fred sorprendida

¿Qué?

Oh, vamos, Marie. Te conozco desde hace mucho tiempo, y por la forma en que te estás expresando de él, es porque te gusta muchísimo, pero más que gustar... lo amas, ¿no?

Yo...­ pero Marie no podía seguir fingiendo, Fred realmente la conocía muy bien.­ Se nota que prestas atención en todo lo que hago.

Ya sabes, jeje, Fred tiene sus tácticas­ decía sonriéndole.

Jajaja, ay Fred, tú siempre dándome ánimo.

Ahora mi pregunta es: ¿lo vas a dejar ir?

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Thomas se encontraba en el aeropuerto, estaba sumiso en sus pensamientos, realmente estaba triste, pero no iba a demostrarlo delante de Lin Bei Fong.

Entonces Srta. Bei Fong, ¿qué pasará?­ le preguntó de manera fría.

Pues, ahora que te vas voluntariamente todo se vuelve muy civilizado, en cuanto aterricemos en Danville, tendrás veinticuatro horas para regresar a la Inglaterra.

Y qué pasará con mi casa.

Nosotros nos ocuparemos de ello, usted sólo preocúpese por agarrar sus posesiones más valiosas y necesarias, de lo demás, nosotros lo haremos.

Se nota que ya tiene experiencia en esto.

Es mi trabajo, joven Fletcher y diciendo esto Lin, ella y Thomas empezaban a recoger sus maletas, pues ya habían dado el anuncio de abordar el avión.

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Marie llegaba al jardín de su casa, ya se había cambiado su vestido y estaba muy alterada, cosa que su madre lo notó.

Marie, Marie, ¿qué pasa?­ le preguntó Isabella.

Quiero hablar con él­ decía Marie mientras seguía caminando.

¿Y para qué quieres hacerlo?­ Le decía su padre que le seguía su paso.

No es asunto tuyo.

¡Ya basta, ya basta!­ gritaba molesta Vivian.

No, escúchame Marie, claro que es mi asunto­ le decía molesto Phineas mientras tomaba del brazo a Marie.

¡Dije que ya basta!­ y cuando dijo esto más fuerte Vivian, hizo un gesto de dolor y empezaba a caerse lentamente, a lo que Isabella fue a ayudarla a sostenerla.

¡Mamá, mamá! ¡Phineas!­ gritaba Isabella, haciendo que su esposo e hija voltearan y corrieran de inmediato a ayudar a Vivian.

¡Abuela!­ decía Marie.

Sra. Vivian, acuéstese­ le decía Phineas mientras la ayudaba a recostarse.

Me dio un ataque­ decía de forma débil, ella.

Llamen a un doctor­ decía preocupada su nieta.

Al rato se podían observar a los Garcia-Shapiro subiendo a una de las ambulancias, donde subieron a la abuela Vivian quien estaba en la camilla siendo atendida por unos paramédicos, la iban a llevar al hospital de la ciudad. Ya dentro, todos estaban preocupados; en eso, Vivian empezaba a despertarse y se quitó el respirador para poder ver a su nuero y su nieta.

¡Marie!­ le dijo Tonraq.

¡Tienen que parar de pelear!­ les decía Vivian mientras sostenía las manos de Marie Jamás estarán de acuerdo, pero... son familia­ decía tristemente ella.­ Prométeme, que apoyarás a Marie, aunque no estés de acuerdo con ella, Phineas decía Vivian a su yerno.

Lo prometo­ le decía él.

Marie, prométeme que trabajarás duro para ser parte de esta familia.

Sí lo haré... lo haré, abue.

Entonces, ya puedo irme­ y diciendo esto Vivian, empezó a cerrar los ojos.

¡Mamá!­ le decía Isabella.

¡Abue!­ decía Marie con tristeza, mientras todos estaban con la cabeza agachada, cuando de pronto, vieron que Vivian abrió sus ojos y se paró de la camilla como si nada.

No, nadie vino por mí. Me siento como si nada, jeje. No tienes que llevarme al hospital, llévame al aeropuerto, ¿quieres?­ le decía Vivian al chofer.

¡Ay abuela!­ decía Marie aliviada, pero a la vez algo molesta por el tremendo susto que ella le dio.
¿Suegra, acaso fingió un ataque cardiaco? ¿Sí? ¡Por favor!­ decía molesto Phineas haciendo que su esposa se estuviera riendo por ello.

Es que era la única forma en que los dos se callaran y fuéramos al aeropuerto.

No estamos autorizados para ir ahí señora, ya que soy chofer que pertenezco al cuerpo de paramédicos y por lo tanto tengo que llegar al hospital­ le decía el chofer.

Xavier, no me hagas llamar a tu madre­ decía Vivian provocando un miedo en el mencionado.

Por eso decía que vamos allá­ le respondió él, haciendo que Vivian sonriera de la victoria que había obtenido.

Ay, qué susto me diste­ decía Marie mientras agachaba su cabeza.

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Thomas y Lin se encontraban en el avión que los llevaría a Danville.

Sí, allá en Danville debieron rendirse­ decía Lin.­ Soy como mi madre, la poderosa y temible Toph Bei Fong, siempre atrapo a los malos. ¡Qué buena soy!­ decía sonriendo, mientras Mako sólo la miraba con desprecio.

''Vuelo 1601, en cuanto esté en posición puede despegar''­ decía una muchacha castaña de la misma edad que Marie y usaba anteojos.

Entendido Alexis respondía el piloto

En ese instante, la ambulancia llegó al aeropuerto, en cuanto se estacionó el vehículo, Marie salió disparada de ahí para dirigirse a la pista que se encontraba frente a la torre de control. Sacó su celular para marcarle a alguien, quien era la misma persona que estaba en la torre.

Ah, aquí torre, qué se te ofrece­ decía emocionada la joven al saber de quién era la llamada.

Alexis, hola soy Marie.

¡Lo sé! ¡Hola Marie! Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que viniste a Margarita, ya era hora de que...

Ah Alexis, no quiero ser grosera, pero te hablo por una situación urgente.

Oh, lo siento.

No te preocupes. Escucha necesito pedirte un favor amiga, Thomas va en ese avión que está a punto de despegar, necesito que lo detengas.

Ah, sí, oí que tu hombre se iba, ¿qué cosas no?

¡Alexis! ¡Tienes que ayudarme con ese avión! ¡Haz la cosa! (jajaja se escucha raro así, lo prefiero en inglés, ''Do the thing'' xD)(Nota: son amigas no hermanas)

Marie, no puedo hacer ''la cosa'', ya está en posición, hubieras llegado antes y chance y sí...

¡No, no, no, no, no, noooo! ¡No te vayas!­ gritaba Marie al avión que ya había despegado, ignorando a lo que su amiga le platicaba por teléfono.

Ay, no, ya se fue­ decía angustiada Vivian.

¿Qué sucede?­ preguntaba Phineas.

Thomas va en ese avión­ le respondió Isabella.

Y ya no pudo decirle­ dijo Vivian.

¿Decirle qué?­ preguntó confundido Phineas.

Que lo ama, para que él le diga que también la ama.

Sí, pero cómo es que...

Si no la amara, no se hubiera ido­ interrumpió Isabella a su esposo.

¡Claro!­ decía Vivian.

Por qué soy el único que no entiende­ decía más confundido Phineas.

¡Ay, ya!­ decía molesta Isabella al ver que su esposo era muy ingenuo en cosas de mujeres.

¡Alexis, Alexis! ¡Abajo!­ le hablaba por el celular Marie a su amiga.

¿Qué, abajo?­ decía confundida Alexis, cuando en eso se asomó por la ventana de la torre y vio a Marie ahí.­ ¡Ahh, ahí estás! Lo lamento, no podía hacer nada.

Gracias Alexis dijo Marie con tristeza mientras colgaba el teléfono.

Perdón hija, no sabía lo que sentías por él­ dijo de forma sincera Phineas, haciendo que Marie volteara a verlo.

Descuida­ le dijo ella.

Corazón, como tú siempre nos dices, todo va a estar bien­ le decía Vivian tratando de animar a su nieta, pero ella sólo le asentía con la cabeza, pero por dentro, en realidad no sabía si todo estaría bien.

Creo que yo tengo la solución a eso­ decía una voz a lo lejos.

¡Dezz! ¿Qué haces aquí?­ preguntaba la pelirroja sorprendida de ver ahí a su amiga.

Ah, pues, después de todo el alboroto que se armó y de la confesión de Thomas, decidí seguirlos, ya que me preocupé mucho por tu abuela, que veo que ya está muy bien. En fin, no pude evitar escuchar todo y... Marie, creo que olvidé decirte que mi padre me dio por regalo de bodas, un jet privado, en este me fui piloteando hacía aquí, pero como ya no habrá boda, yo pensaba regresarme en una hora, así que se me ocurrió que quizás querrás acompañarnos a mi esposo y a mí de regreso a Danville y...

TnM- La PropuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora